Laurente Freixé (Nestlé) no ha sido el único despedido: estos son los ejecutivos que han perdido su cargo por sus relaciones sentimentales
Desde Nestlé han argumentado que se ha infligido su código de conducta, que exige transparencia en este tipo de situaciones
El caso de Nestlé no es el único
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El lunes saltó una noticia que sacudió al mundo empresarial. Nestlé anunció el cese fulminante de Laurent Freixe, consejero delegado y miembro del comité ejecutivo de la compañía desde hace 16 años. La decisión fue tomada después de descubrirse que mantenía una relación sentimental no revelada con una subordinada directa.
La entidad ha argumentado que se ha infringido su código de conducta, que exige transparencia en este tipo de situaciones, especialmente cuando existe una relación jerárquica que pueda afectar a la objetividad, la imparcialidad o incluso generar conflictos de interés. «Esta fue una decisión necesaria. Los valores y la gobernanza de Nestlé son pilares sólidos de nuestra empresa. Agradezco a Laurent sus años de servicio en Nestlé», explicó en un comunicado el presidente, Paul Bulcke.
La decisión es totalmente firme, pues Nestlé anunció también el nombramiento de un nuevo consejero delegado, Philipp Navratil, un hombre de la casa que cuenta con una trayectoria de más de 20 años en la multinacional. Sin duda, este cese fulminante ha marcado un antes y un después, aunque no es la primera vez que un alto cargo se ve envuelto en una situación similar.
Lo cierto es que la ley española establece que las relaciones entre trabajadores no están prohibidas. No obstante, cada vez más empresas cuentan con políticas internas que regulan estas situaciones, sobre todo cuando se trata de jefes y subordinados. Digamos que la clave suele estar en la transparencia y en declarar la relación para evitar riesgos de favoritismos, discriminación o un clima laboral enrarecido.
En el caso de Freixé en Nestlé, fue una investigación interna quien descubrió la relación. Aquí se abre un debate social: ¿Hasta dónde deben llegar las empresas en la regulación de la vida privada de sus empleados?. Para ahorrarse este tipo de situaciones, la mejor solución es comunicar la relación y no ocultarla, más aún si las políticas internas de la entidad lo exigen.
Otros casos como el de Nestlé
Como hemos mencionado anteriormente, el caso del consejero de Nestlé no ha sido el único que se ha hecho viral. Hace algunos meses, el CEO de Astronomer, Andy Bryon, fue pillado con la jefa de recursos humanos en un concierto de Coldplay. Durante el evento, el grupo graba a personas del público cantando y bailando sus canciones, con la mala fortuna de que uno de los protagonistas fue terriblemente pillado.
En el vídeo, proyectado en las pantallas del estadio, aparece Bryon con Kristin Cabot abrazados. Ambos, al darse cuenta de que les estaban grabando, se apartaron. Además de ser todo un escándalo dentro de la compañía, el protagonista estaba casado, por lo que se confirmó también la infidelidad. La entidad abrió una investigación formal después de que el vídeo se compartiera masivamente.
Otro caso bastante conocido fue el de Brian Krzanich, director ejecutivo de Intel. En 2018, tuvo que verse obligado a dimitir después de que se conociera que había mantenido una relación con una empleada. Según la compañía, esta relación era contraria directamente su código de conducta, que prohíbe las relaciones personales entre directivos y otros empleados.
Algunas empresas impiden las relaciones entre trabajadores
En el año 2019, hubo dos casos similares: el de Mark Wiseman y Steve Easterbrook. El primero se perfilaba como el próximo CEO de BlackRock, pero fue despedido por no revelar una relación con alguien de la empresa. A pesar de ser consensuada, el error de Wiseman fue no informar a la compañía, lo que le costó su puesto.
Por su parte, Steve Easterbrook, director ejecutivo de McDonald’s, también fue cesado por el mismo asunto. Reconoció su error y aceptó que era el momento de dimitir, alegando que su conducta iba en contra de los valores de la empresa.
Finalmente, en 2022, el presidente de la cadena CNN, Jeff Zucker, tuvo que dimitir por la misma cuestión. Aunque era una relación consensuada, Zucker no lo reveló en su momento, lo que la investigación interna consideró una falta grave. Reconoció su error, disculpándose ante sus empleados y asumiendo su renuncia.
