Veto en Renfe de forma indefinida: estos trenes no podrán usar la ruta Madrid-Barcelona

Venta de billetes de Cercanías. Foto: Iñaki Berasaluce / Europa Press.
La operadora Renfe ha decidido prohibir de manera indefinida la circulación comercial de los trenes Avril, serie 106, en la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona, según ha confirmado la compañía a su personal mediante un aviso interno. La medida afecta especialmente al tramo entre Madrid y Calatayud (Zaragoza), prácticamente la misma zona donde el sindicato de maquinistas y el fabricante Talgo habían alertado sobre el mal estado de la vía.
Los trenes Avril solo podrán utilizarse ahora en desplazamientos en vacío o para traslados a la base de mantenimiento, con una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora. Para ello, Renfe ha modificado de manera temporal un documento técnico esencial, el conocido como “Compatibilidad Tren-Ruta” (CCR), que certifica que un modelo de tren puede circular por una ruta concreta de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG).
Esta modificación supone, en la práctica, la revocación de la autorización de circulación de los Avril en el corredor de alta velocidad más importante de España. La decisión no tiene un plazo de finalización definido y permanecerá vigente hasta que se realice una nueva revisión, a pesar de que todos los trenes de esta serie cuentan con las autorizaciones de entrada en servicio emitidas por la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF).
La postura de Renfe
Desde Renfe explican que no han recibido ninguna notificación de Adif ni de la AESF que impida la circulación de los Avlo 106 en el tramo Madrid-Calatayud, pero han adoptado de forma proactiva la retirada de las unidades como medida preventiva. En un comunicado, la empresa señaló que la decisión busca garantizar los más altos estándares de seguridad y servicio tras detectarse, durante una inspección rutinaria de mantenimiento, una fisura en el bastidor del bogie tractor de uno de los trenes.
Este hallazgo ya había motivado una retirada parcial de cinco unidades que operaban bajo la marca low cost Avlo, y desde entonces, Renfe ha reorganizado la flota sustituyendo los servicios afectados por trenes de la serie 103, fabricados por Siemens, que cuentan con menor capacidad y operan bajo la marca AVE.
El origen del veto se remonta a julio de 2025, cuando se detectaron fisuras en el bastidor de los bogies de los trenes Avril. Talgo atribuyó este problema al deterioro de la infraestructura entre Madrid y Calatayud, señalando que las vibraciones en la vía superan los límites admitidos para un trazado diseñado para 300 km/h.
El fabricante, en informes internos, recomendó una corrección urgente de la nivelación de la vía, argumentando que la fatiga en los bogies se produce por aceleraciones verticales provocadas por el mal estado del trazado. También el sindicato mayoritario de maquinistas, SEMAF, había alertado sobre los riesgos que planteaba el mantenimiento de las vías, solicitando mejoras inmediatas.
Por su parte, Adif y el Ministerio de Transportes rechazaron estas afirmaciones, asegurando que la línea cumple con los estándares de seguridad y confort necesarios para circular a 300 km/h, aunque reconocieron que las vibraciones pueden afectar a la comodidad de los pasajeros. El ministro Óscar Puente calificó el incidente de “muy grave”, subrayando que la seguridad debe prevalecer sobre cualquier otra consideración.
Impacto en el servicio y los viajeros
El veto a los Avlo 106 ha generado un reajuste operativo significativo en la planificación de Renfe. Con la retirada de los Avril, los trenes de la serie 103 han asumido las frecuencias del corredor noreste, lo que ha provocado reducción de plazas en algunas franjas horarias y un incremento generalizado de precios, debido a la menor oferta de servicios low cost en la ruta Madrid-Barcelona.
Además, la decisión plantea incertidumbre a medio plazo sobre la disponibilidad de trenes de alta velocidad con tarifas económicas, afectando tanto a turistas como a viajeros habituales del corredor. La compañía ha reiterado que la prioridad es garantizar la seguridad de los pasajeros, aunque reconoce que esta medida complica la programación de la flota y eleva la presión sobre la operativa diaria.
Renfe ha indicado que la restricción permanecerá vigente hasta que se realice una revisión técnica completa, que evalúe la integridad de los bogies y las condiciones de la infraestructura. Mientras tanto, la compañía continuará utilizando las unidades de la serie 103 para cubrir la demanda y mantener la operativa del corredor Madrid-Barcelona.
El caso de los Avlo 106 refleja los desafíos de mantener trenes de alta velocidad en condiciones óptimas, especialmente en rutas con alto tráfico y exposición a vibraciones y estrés estructural. La situación ha generado un debate sobre la necesidad de inversiones en infraestructura, y plantea preguntas sobre cómo se gestionará la compatibilidad entre trenes y rutas en el futuro.
El veto indefinido de los trenes Avril en la ruta Madrid-Barcelona marca un momento crítico para Renfe, afectando la oferta de trenes low cost y poniendo de relieve la importancia de la seguridad en la alta velocidad. Mientras se esperan inspecciones y posibles mejoras en la infraestructura, los viajeros deberán adaptarse a un nuevo escenario operativo, donde la disponibilidad de trenes será más limitada y la planificación de viajes requerirá mayor flexibilidad y previsión.