Radares de tráfico para multar a los vehículos más ruidosos

Francia prueba radares de tráfico que multan a los vehículos que emiten demasiado ruido. Canadá ya lo intentó con resultados inesperados

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A pesar de su nombre los «radares de ruido» no funciona como los radares de tráfico convencionales que multan por exceso de velocidad, pero cumplen una función similar: identifican a los vehículos que emiten «demasiado» ruido y hacer una fotografía que sirve como prueba de la infracción.

Aunque en Paris como en otras ciudades ya existen este tipo de dispositivos, que se colocan sobre todo en zonas de ocio o próximos a obras de construcción, hasta ahora ninguno de estos sistemas multa automáticamente, principalmente por la dificultad de identificar inequívocamente al vehículo responsable. Esto es lo que pretende cambiar la organización ecologista Bruitparif.

  • El sistema utiliza varios micrófonos para determinar de dónde procede el ruido, y de una cámara para leer la matrícula del vehículo y capturar una imagen del infractor.
  • El primero de estos dispositivos se ha instalado en el centro de Villeneuve-le-Roi, una ciudad próxima al aeropuerto de París Orly, y está previsto instalar dos más en el centro de París.
  • Las autoridades dicen no tener «nada en contra de los deportivos y de las motocicletas», pero argumentan que a veces a sus propietarios «les gusta demostrar la potencia de sus vehículos acelerando innecesariamente y molestando a los vecinos.»
  • Sin embargo de momento estos dispositivos están en fase de pruebas y no denuncian a los infractores, a la espera de que se apruebe una ley que que permita registrar y sancionar a los conductores que superen los límites de ruido, según Reuters.

Aunque la contaminación acústica es más evidente que la contaminación atmosférica —y al ruido se le atribuyen al menos 16.600 muertes prematuras en la UE— en general en las mayoría de las ciudades y zonas urbanas se toman pocas medidas para combatirla. 

Hace ahora un año, en un intento por reducir la contaminación acústica, el ayuntamiento de la ciudad canadiense de Edmonton, en Canadá, instaló también ‘radares’ acústicos pensados para multar a los vehículos demasiado ruidosos.

  • Durante la fase de pruebas los radares de ruido canadienses mostraban en un panel luminoso la cantidad de ruido emitida por los vehículos, en decibelios, con el propósito de concienciar a los conductores acerca de la contaminación acústica.
  • Lejos de resulta una estrategia efectiva, muchos conductores competían por ver quién lograba hacer más ruido: algunos conductores revolucionan el motor del coche cuando pasan por el panel luminoso para obtener la máxima puntuación, empeorando el problema inicial, lo que obligó a poner fin al programa piloto unos meses después.

Irónicamente, desde el pasado 1 de julio en la UE es obligatorio que los nuevos coches eléctricos e híbridos emitan sonidos artificiales cuando circulan a baja velocidad.

  • El propósito es alertar a peatones y ciclistas de la presencia del vehículo, ya que a baja velocidad los coches eléctricos apenas emiten más que un tenue zumbido, apenas imperceptible entre el ruido ambiente.
  • Este sonido artificial cambia de tono cuando el coche acelera o reduce su velocidad para que los demás usuarios de la vía —y especialmente las personas con visión reducida— pueden ayudar del oído para reconoce si se aproxima un coche y a qué velocidad, si está frenando, acelerando o si comienza a moverse desde parado o si da marcha atrás.

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