La pintura italiana seduce al museo Thyssen
Una selección de diez obras de los siglos XIV al XVIII, propiedad del barón Thyssen, regresan al museo madrileño para un interesante viaje por el arte de Italia

San Miguel arcángel venciendo a Lucifer, de Francesco Maffei . Foto Museo Thyssen-Bornemisza
Una selección de diez obras de los siglos XIV al XVIII, propiedad del barón Thyssen, regresan al museo madrileño para un interesante viaje por el arte de Italia
Cuando el Museo Thyssen-Bornemisza abrió sus puertas en 1982 la colección del barón que iba a habitar en las salas y pasillos se reorganizó y muchas obras recibieron un nuevo hogar.
Este fue el caso de 80 pinturas de las escuelas italiana y alemana que fueron depositadas en el Monasterio de Pedralbes de Barcelona y luego pasaron a exhibirse en el Museo Nacional de Arte de Cataluña de esa ciudad.
Como parte de las celebraciones que el museo madrileño está realizando este año en conmemoración del centenario de Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, unas diez de estas obras regresan a su primera casa.
La exposición Pintura italiana de los siglos XIV al XVIII de la colección del Barón Thyssen-Bornemisza en el MNAC seinauguró ayer y se presentará hasta el 9 de enero; en un recorrido de cinco siglos desde el arte sacro de los maestros del gótico tardío hasta el barroquismo.
El arte sacro del siglo XIV
El recorrido se inicia con las tablas de Bicci di Lorenzo y La natividad de Taddeo Gaddi, obras de arte religioso donde se ve la influencia de Giotto.
Una de las joyas de la muestra es ‘La Virgen de la Humildad’ de Fra Angélico, a la que se le dedica una sala en exclusiva
En la sala comparte espacios con La Virgen y el Niño en el trono con seis ángeles, de Lorenzo Monaco, uno de los últimos representantes del gótico en Florencia; y La natividad y otros temas de la infancia de Cristo, de Pietro da Rimini; que aún tiene trazas del arte bizantino.
La joya de la exposición
La sala siguiente, de la pintura italiana del siglo XV, se dedica a una de las joyas de la muestra, La Virgen de la Humildad, de Fra Angelico, una obra maestra llena de detalles donde el pintor adopta una paleta de luces novedosa para el Quattrocento.
El renacentismo aflora en la sala 6, donde se exhiben La lapidación de San Esteban, de Dosso y Battista Dossi, y La adoración de los Reyes, de un pintor anónimo denominado Maestro de la Adoración Thyssen.
Luces y sombras del barroco
Al pasar a la sala de la pintura del siglo XVII da la bienvenida el impactante San Miguel arcángel venciendo a Lucifer, del artista veneciano Francesco Maffei, un logrado trabajo bajo la sombra del barroco.
En la última sala se pueden ver Grupo de mendigos del lombardo Giacomo Ceruti y El sacrificio de Isaac, que resume el juego de contrastes que suele presentar Giambattista Piazzetta.