Los nenúfares de Monet invaden el Centro Botín
El suelo del anfiteatro del Centro Botín en Santander se convierte en un estanque artificial con decenas de nenúfares como parte de la exposición dedicada a Thomas Demand

El estanque artificial que homenajea a la obra ‘Pond’ de Thomas Demand en Santander. Foto: Belén de Benito | Centro Botín.
La última cena de Whitney Houston. La sala de control de la central nuclear de Fukushima. El crucero Diamond Princess atracado en el puerto de Yokohama con decenas de infectados por covid-19. La habitación sin ventanas donde Edward Snowden estuvo escondido. Thomas Demand es conocido por construir maquetas hiperrealistas en tamaño real de sucesos históricos, desastres naturales o abusos de poder que fotografía y después destruye.
En la exposición Thomas Demand: Mundo de papel que pueden verse en el Centro Botín de Santander hasta el próximo 6 de marzo –se trata de la mayor muestra realizada en España del artista alemán–, se encuentra también Pond (‘estanque’ en español), una obra que toma como referencia el jardín que construyó Monet para pintar sus famosos nenúfares.
Precisamente esta obra ha inspirado una actividad que ha convertido estos días el anfiteatro del museo en un estanque artificial repleto de nenúfares de papel elaborados por visitantes, una propuesta que busca despertar la creatividad del público y, a la vez, crear una obra colectiva.
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Un jardín de nenúfares de papel
Sobre el suelo azul del anfiteatro, que recuerda las aguas de la bahía de la ciudad, se han colocado las decenas de nenúfares que los visitantes traían, elaborados a mano en casa (bastaba seguir un tutorial compartido en las redes sociales) o hechos en el propio espacio expositivo.
Este particular homenaje a la obra de Thomas Demand, que es la misma que abre la exposición Mundo de Papel y en cuyo proceso el artista invirtió 6 meses durante 2020, ha estado dirigido por el arquitecto y vicedecano del Colegio de Arquitectos de Cantabria Román San Emeterio.
Un mundo de papel
Aún hay tiempo, además, de visitar la mayor exposición realizada hasta la fecha en España del trabajo de Thomas Demand (Alemania, 1964).
En las obras de Thomas Demand, que van desde sucesos mediáticos a desastres naturales, nunca hay presencia humana
La muestra arranca con la fotografía a gran escala Pond, una pieza que habla de las intervenciones urbanas en las que la arquitectura y la naturaleza se unen, como también sucede en Jardines de Pereda que los visitantes transitan justo antes de acceder a la exposición.
Comisariada por Udo Kittelmann, las obras que componen la muestra reflejan tanto momentos de gran relevancia en la historia reciente como meros instantes de la vida cotidiana. No están temáticamente relacionadas entre sí, pero comparten una importante característica: todas carecen de presencia humana.
De esta forma, se muestran escenarios vacíos en los que la realidad parece haber quedado en suspenso, dejando que la imaginación complete las historias que cuentan los objetos creados por el artista.
Grandes desastres y belleza en la vida cotidiana
La exposición, que fue concebida ex profeso para el Centro Botín, se articula como un gran paseo libre por la sala expositiva salpicada con un total de ocho pabellones en los que se puede entrar y vivir diversas experiencias, al igual que sucede en el propio Centro Botín.
Ante los ojos del visitante desfilan imágenes, siempre realizadas a maquetas hiperrealistas construidas con papel y cartón por el artista, que reflejan situaciones de la pandemia, eventos concretos que han tenido mucha relevancia mediática o, simplemente, la belleza imperceptible de la vida cotidiana.
Puesto que Demand siempre trabaja con estas maquetas (que destruye después de fotografiarlas), las imágenes resultantes guardan una apariencia de realidad, pero no son más que representaciones artificiosas de la misma, estableciendo una interesante relación entre reproducción y original.
Entre las obras destacadas se encuentran también la imagen de la cámara acorazada donde el marchante de arte Guy Wildenstein guardaba una treintena de obras de arte robadas; el prototipo del muro que Donald Trump pretendía levantar entre Estados Unidos y México; o el vídeo del crucero Pacific Sun Cruise, que sufrió violentas sacudidas junto a las costas de Nueva Zelanda.
Fotografías y vídeos entre 1996 y 2021
Otros trabajos presentes en la exposición hacen referencia a tragedias muy mediáticas, como la taberna donde un niño de cinco años fue supuestamente asesinado; o el patio trasero de los terroristas que atentaron en la Maratón de Boston.
Por último, una serie de imágenes recogen la belleza que emana de situaciones cotidianas, en su mayoría inadvertidas, que albergan sus propias historias, como un lazo rojo resplandeciendo bajo el sol de California o unas tazas de plástico atrapadas en una valla de alambre.
La escenografía ha sido totalmente diseñada por el artista, incluidos los pabellones, todos de formas diferentes y recubiertos por papeles pintados en su interior, que funcionan como expositores de fotografías y vídeos creados entre 1996 y 2021.
La muestra se acompaña de un catálogo dirigido también por el propio Demand y editado por la Fundación Botín en colaboración con la editorial londinense MackBooks, que reproduce a modo de pop-ups los pabellones de esta muestra con la que el visitante verá, por una vez, la realidad de una forma diferente.