Un viaje por la historia de Alicante a través de sus castillos
Este viaje de cinco etapas por el interior y la costa de Alicante invita a descubrir la historia a través de sus castillos y fortalezas

Silueta del Castillo de Santa Bárbara. Foto Conall-Flickr
En las costas y tierras de Alicante se levantan estos vigías de piedra, silenciosos guardianes de la historia que han sido testigos de invasiones cruentas, defensas desesperadas, alianzas políticas y matrimonios por conveniencia
Algunos son populares miradores en grandes ciudades de la costa, otros son pétreos vigilantes de pueblos en las sierras del interior; pero todos guardan secretos que esperan ser descubiertos, y que pueden conocerse en esta ruta de cinco etapas.
Castillos de Santa Bárbara y Castalla
Empezamos con uno de los castillos más famosos de la Comunidad Valenciana: el de Santa Bárbara.
Esta construcción medieval del siglo IX es un famoso atalaya del puerto y la costa de Alicante levantado en la parte más alta del Monte Benacantil. Quedan pocas huellas de su origen árabe, los sucesivos dueños cristianos lo han reformado una y otra vez, y actualmente quedan en pie importantes partes de su estructura como cuarteles, torres, el Revellín de Bon Repòs y trozos de las murallas.
A media hora de Alicante se llega a L’Alcoià, donde está el Castillo de Castalla. Ubicado a 780 metros de altura, esta construcción del siglo XI conserva varias torres en las esquinas de la muralla, un patio central con su aljibe, el patio de armas con sus dependencias y la Torre Grossa, del s.XVI.
Palacio fortaleza del Marqués de Dos Aguas y Castillo de Biar
En esta segunda etapa la idea es llegar a Onil, para conocer el palacio y fortaleza del Marqués de Dos Aguas, un hermoso edificio de estilo gótico renacentista con un claustro que justifica la visita.
El hermoso claustro del palacio-fortaleza del Marqués de Dos Aguas, en Onil, justifica la visita
Bóvedas, arcos y ventanas con pedestales son detalles que hay que ver con atención, en una estructura integrada por tres torres y el campanario de la iglesia parroquial.
Le sigue el castillo de Biar, que data del s.XII y que presenta bonitas vistas de esta localidad alicantina, donde resalta su bóveda almohade, su acueducto ojival de 1490, el santuario y la iglesia.
Castillos de la Atalaya (Villena) y de Sax
El tercer capítulo de esta ruta sugiere llegar hasta Villena, donde el Castillo de la Atalaya o De los Pacheco, levantado en el s.XII para proteger a la población almohade.
De su estructura destacan las bóvedas que no tienen semejanza entre otros castillos españoles, así como su muralla interior y las dos primeras plantas de la Torre de Homenaje.
La siguiente escala es el castillo de Sax, imponente desde un promontorio rocoso a 500 metros de altura. Además de las vistas al valle del Alto Vinalopó se puede visitar el edificio, donde se distinguen dos áreas: una de la época almohade y otra presidida por la Torre del Homenaje.
Castillos de Petrer y Elda
La siguiente etapa acerca a Petrer, donde además de su castillo también se pueden visitar las casas-cuevas de la muralla, que fueron rehabilitadas para conocer cómo era la vida cotidiana siglos atrás.
En Elda está el castillo-palacio homónimo, construido entre los siglos XII y XIII por los almohades a orillas del río Vinalopó.
Allí se puede ver un recinto de 2.700 m2 con diez torres cuadradas, que sirvió como alcázar islámico, castillo señorial y palacio condal, en un espacio del que se han recuperado objetos cerámicos, de vidrio y metal.
Castillo de la Mola y Santuario de la Magdalena
Este viaje por los castillos de Alicante culmina en su quinta etapa en las orillas del Mediterráneo, más exactamente en la población de Novelda, donde a tres kilómetros está el Castillo de la Mola.
Es un recinto amurallado de origen islámico del s.XII, donde destacan dos torres de 12 y 17 metros de altura, más otras cuatro que flanquean la muralla.
A un lado se encuentra el Santuario de la Magdalena, un edificio con influencias del modernismo catalán que es uno de los hitos de un Camino de Santiago.