Alicante fuera de temporada: dónde comer, beber y disfrutar

Tan asociada al verano y al buen tiempo, la costera ciudad de Alicante recibe numerosos visitantes nacionales e internacionales durante todo el año. Incluso son muchas las personas que, sobre todo desde la pandemia, han decidido vivir y trabajar aquí, siguiendo en ese movimiento global protagonizado por los llamados nómadas digitales. Motivos no faltan: el principal, un clima muy agradable durante todo el año. Y después está la oportunidad de disfrutar de un buen puñado de espacios urbanos, bares y restaurantes para todo tipo de públicos.

Paseo de Levante

También conocido como Muelle de Levante, esta zona supone la plasmación del empeño de los últimos consistorios alicantinos por integrar el puerto en el resto de la ciudad, a través de las más diversas opciones de ocio.

Casi cada año se abren nuevos espacios para el paseo y el deporte al aire libre, pasarelas que conectan el frontal marítimo con lugares tan emblemáticos como la Explanada de España y, por supuesto, negocios privados. Ahora fundamentalmente de restauración y ya no tanto de diversión nocturna.

En ese afán ha tenido también mucho que ver el hecho de que Alicante haya sido elegida desde 2008 (la próxima ocasión, en 2026) como puerto de salida de la regata deportiva más famosa del mundo: The Ocean Race.

Precisamente en pleno Paseo de Levante se ha abierto un museo permanente, The Ocean Race Museum, con todo tipo de objetos relacionados con esa competición, así como experiencias inmersivas e interactivas cuyo objetivo es hacer comprender al visitante la epopeya que supone el sacrificado hecho de dar la vuelta al mundo a vela.

Además, al principio del paseo está la que, sin duda, es una de las mejores opciones de alojamiento en la capital: el Hotel Meliá Alicante. Y lo es, aparte de por su atractivo rediseño y la confortabilidad de sus 545 habitaciones y resto de instalaciones, por las magníficas vistas al mar y la ciudad desde las terrazas: como si en lugar de estar sobre un espigón, el hotel fuera uno de los cruceros que regularmente atracan en el puerto alicantino.

Restaurante El Portal

Si hablamos de buenísima gastronomía en cualquier época del año entre las principales referencias de Alicante están El Portal y la sabiduría de su carismático propietario: Carlos Bosch.

Llamarlo restaurante es, quizás, quedarse cortos. Porque este céntrico negocio, que cambia dos veces al año su temática y decoración, es también una referencia del tardeo y de la coctelería clásica y creativa para el principio de la noche.

En la temporada actual (2024) está inspirado en la mítica discoteca neoyorquina Studio 54 que tanto marcó la música planetaria durante los años 70/80 del siglo XX.

Por su parte, la propuesta gastronómica es de esas que epatan tanto al público local como a visitantes nacionales e internacionales (que todos ellos se puede encontrar aquí).

De ese asunto se encarga Sergio Sierra, responsable de cocina, con platos tan seductores como ‘El monedero del pobre’, un buñuelo relleno de crème fraîche coronado con caviar y una lámina de oro; el mixto a la brasa, que es un sándwich con galantina ibérica y queso havarti; las orechiette (pasta) con salsa cardinalle y caviar; o la NYC cheesecake.

Todo regado con una amplia carta de cócteles y vinos o maridado con una increíble selección de champagnes Krug, de los que esta casa es embajadora en España (Krug Ambassade).

Los Manero

En Alicante nació el concepto neotabernario y sofisticado de Manero, un negocio que ha dado el salto a Madrid y que tiene en la capital levantina dos locales bien diferenciados en cuanto a decoración y propuestas.

El originario, el de la calle Médico Manero Mollá, muy próximo a El Portal, emula los antiguos colmados con mostradores de mármol y madera donde uno podía comprar de todo. Sobre todo, los míticos ultramarinos.

Así, la carta de este bar es un gran homenaje a esas maravillosas conservas de pescado, chacinas, encurtidos y demás delicias concebidas para perdurar en el tiempo y conquistar el paladar de comensales con gusto.

Al fondo del local, además, existe un espacio reservado y semi-privado, el Club Manero Don Perignon, con una decoración cálida y una selección de bebidas que parece imposible para un negocio situado en una ciudad de poco más de 300.000 habitantes.

Desde luego, tanto si se vive en Alicante como si se visita con frecuencia, parece buena idea hacerse socio de este espacio y disfrutar de tan distintivo lugar de encuentro y gastronomía.

En cuanto al otro Manero, el de Balmis, llamarlo bar también resulta un poco limitado. Es cierto que en este local (con una lujosa decoración colonial) se sirven tapas.

El Mercado Central de Alicante es una de las referencias gastronómicas clave en la ciudad

Pero, claro, qué tapas: caviar con tartar de gamba roja y ensaladilla de marisco; latas de conserva de pescado de altísima calidad y calibre; vitello tonatto Manero; tartar de tomate by Carlos Abellán (director gastronómico del Grupo Manero); tortilla de papas trufadas y la de gambas rojas (que se sirve abierta); arroz meloso de atún y alcachofas o el mítico steak tartar Manero. Como es obvio, los precios son acordes al (magnífico) producto y a un servicio serio, profesional pero también muy cercano.

Mercado Central de Alicante

El gran edificio de finales del siglo XIX y principios del XX, creado a imagen del Mercado Central de Valencia y de La Boqueria de Barcelona, es una referencia gastronómica clave de Alicante.

Y lo es por la calidad y frescura de lo que se vende en sus cerca de 300 puestos. A saber: frutas y verduras de las huertas locales y la vecina Murcia, pescados y mariscos llegados de las lonjas mediterráneas, carnes, huevos y aves de granjas no muy lejanas y, luego, una variada muestra de productos (elaborados o no) traídos de los más diversos lugares del país y el planeta.

El mercado (Alfonso El Sabio, 10) es también un animado punto de encuentro a la hora del aperitivo. Tanto en el interior de este centro gastronómico como en su aledaños han proliferado bares y terrazas en los que practicar la sana costumbre del tapeo a mediodía y el tardeo a la salida del trabajo.

Entre los locales más populares de la zona están, en torno a la plaza 25 de Mayo, La Rotonda, La Lonja, Flor, la Coveta y Damasol. En ellos se pueden degustar sabrosas frituras de pescado y la típicas marineras, tapa a base de un lazo de pan con ensaladilla rusa que es casi obligada en Alicante.

Y en el interior del mercado hay puestos tan recomendables como Katana, especializado en cocina peruana; Anamar, con sus zumos naturales y sus contundentes piscolabis; y Barra Central, donde triunfa su tostada de fuet y el bocadillo de ternera con salsa de pasas y cebollino.

El MACA

El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, MACA, es una gozosa contradicción en sí mismo. La sede de las nuevas vanguardias artísticas, con muestras temporales de artistas emergentes y consagrados, actividades didácticas y una impresionante colección de arte del siglo XX ocupa, curiosamente, el que está considerado como el edificio más antiguo de la ciudad.

Se trata de la Casa La Asegurada, una construcción de finales del siglo XVII. Aunque lo cierto es que, con el tiempo, este centro también ha ido ampliándose a otros edificios de nueva planta.

Respecto a la colección permanente, el MACA alberga las donaciones de grandes coleccionistas y filántropos y también las adquisiciones de artistas alicantinos, como Eusebio Sempere, llevadas a cabo por el Ayuntamiento de la ciudad.

En la sección de Arte del siglo XX se pueden admirar las firmas de Picasso, Juan Gris, Georges Braque, Gargallo, Giacometti, Miró, Dalí, Francis Bacon, Julio González y Tàpies, entre otros grandes, hasta completar un total de 177 obras.

Esta institución es, sin duda, una de las más activas y valoradas en la ciudad, con constantes intercambios con otros museos, que logran traer hasta Alicante notables muestras de todo lo bueno, original, seductor y sorprendente que puede ser el arte del siglo actual.