A Coruña: qué ver, comer y beber en la Plaza de María Pita
Esta plaza, kilómetro cero de la vida coruñesa, cuenta con diferentes edificios para descubrir y una variada propuesta gastronómica de platos, tapas y vinos
La plaza Marií Pita conecta la Ciudad Vieja y la Nueva de A Coruña. Foto Victor Morell Pérez
No se puede visitar A Coruña y no pasar, al menos, un par de horas en la plaza de María Pita; el centro neurálgico de la vida social de esta ciudad gallega, un rincón de una importante carga histórica donde se puede dejar pasar el tiempo entre sus terrazas.
Lo que se contempla es fruto de la reforma emprendida en 1987, que al quitar los árboles convirtió al lugar en una plaza seca de losas y adoquines. Un año más tarde se colocó la estatua de María Pita, la heroína que en 1589 lideró la defensa de la ciudad ante el ataque de la flota de Francis Drake (a pocos pasos, sobre la calle Herrerías, está su museo).
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La arquitectura de la plaza
La plaza de 10.000 m2 funciona como un nexo entre la Ciudad Vieja (o alta) y la nueva (o Pescadería), vínculo creado tras el derribo de las murallas en el siglo XIX.
Tres de sus lados presentan “una bella conjunción de elementos de la arquitectura popular gallega, que se ennoblece en el flanco norte con el Palacio Municipal”, apuntan en la guía Un corto viaje a A Coruña (Guiarama Compact).
Esa simetría de los bloques de viviendas “se equilibra con el ritmo vertical de soportales, balconadas, balcones y galerías”, precisan; que dialoga con el estilo modernista del palacio municipal.
El estilo modernista del Palacio Municipal dialoga con la simetría de los bloques de viviendas con sus balconadas, soportales y galerías
Esta magnífica puesta en escena exterior del ayuntamiento, con las cúpulas sobre torres, las ventanas de forja en el balcón principal y ornamentos de escudos y vegetales pétreos, continúa puertas adentro con el esplendor de la Alcaldía y el salón de Sesiones.
Y si se puede realizar una visita, a no dejar de lado la pinacoteca, la sala de exposiciones y el curioso Museo de Relojes.
Terrazas polémicas
Los bajos de los tres lados están llenos de bares, tabernas y restaurantes que sintetizan lo mejor de la gastronomía gallega.
Desde que se instalaron las terrazas cerradas la polémica está servida: los detractores dicen que arruina la estética de la plaza, y los defensores sostienen que las estructuras permiten comer y beber sin tener que sufrir por el clima.
Debates aparte, vamos a conocer algunas de las propuestas gastronómicas de la plaza.
Bares y restaurantes de la Plaza María Pita
Una visita gastronómica a la plaza debe iniciarse en La Escondita (Plaza de María Pita 1B, bajo), un local que como anticipa su nombre, es algo difícil de hallar bajo los soportarles, pero que al encontarlo invita a disfrutar de sus carnes y pescados, como el bacalao a la brasa, el chuletón o la lubina.
En la carta de Rosalía, a pocos metros, figuran paellas, chuletillas de cordero, los tradicionales cachopos y entrecots a la brasa; además de raciones para picar como los langostinos a la plancha o el pastel de cabracho.
En el 7, a lado de la Oficina de Turismo, está 1589, un bar que se pone más animado por las tardes y noches con sus propuestas de cócteles.
Pulperías y locales con estilo
A pocos pasos, en el 9, la Taberna da Penela; un local con 28 años de vida que prepara la tortilla de Betanzos con su receta original, junto con otros platos pensados para compartir como los callos, el pulpo a feira o la carne asada.
En la esquina, este local dialoga con una de las opciones más elegantes de la plaza, el Restaurante La Penela (en el 12), que ocupa el bajo de la Casa Rey, reconocido por sus galerías acristaladas que miran al puerto.
Herederos del local abierto en Betanzos en 1989, además de su tortilla también ofrecen exclusivos platos como la ternera asada, pescados, pulpos, almejas a la marinera, merluzas y una larga lista.
La Pulpería María Pita, en el 20, es un templo de este molusco ya sea en la modalidad a feira o con cachelos, entero o por mitades; que se puede combinar con platos como tortillas, calamares o croquetas.
El Restaurante La Penela es una de las opciones más elegantes para comer o cenar en la plaza de María Pita
A su lado, El Tequeño (en el 21) tiene como protagonista a este pequeño arrollado con queso fundido, además de sus tortillas, arroces, empanadas gallegas, ensaladillas y otras tapas a buen precio.
El paseo sigue en el 22 con La Casa del Pescaíto, con toda clase de frutos del mar, como pulpo, cigala frita, huevas, calamares, chipirones o choquitos, entre muchas opciones más.
En el 24 están las pizzas de La Quadriglia, donde hay más de 30 opciones para elegir; además de tapas como el lacón asado o las croquetas de cecina.
The Breen’s Tavern es una buena opción a cualquier hora, ya sea para desayunar con churros o bizcochos caseros, como probar las tapas o los caldos gallegos por el mediodía, o disfrutar de sus cervezas por la tarde o noche.
El último punto, ya tocando el Ayuntamiento, es Atlántico (número 25); un bar de precios accesibles con platos combinados y tapas.
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Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
