Si buscan arquitectura moderna, piensen en Lille
Además de sus plazas góticas y palacios barrocos Lille tiene un importante patrimonio de arquitectura contemporánea, que se puede descubrir en su centro o en su área metropolitana

Los rascacielos de Euralille, la nueva cara de la ciudad. Foto Metrópolis de Lille
Con la rica historia que tiene a sus espaldas es lógico que Lille se presente como un abultado catálogo de arquitectura, con un despliegue de estilos que van desde el gótico hasta las construcciones más vanguardistas.
Cabe destacar que esta ciudad del norte de Francia fue la primera que obtuvo el certificado Patrimonio del Siglo XX, por el cuidado que aplica a su legado arquitectónico.
Sus mejores ejemplos se encuentran en el Viejo Lille, en el barrio de Saint Sauveur y en las localidades que conforman la Metrópolis Europea de Lille.
Por ello, antes de hacer un viaje demasiado extenso, vamos a centrarnos en siete obras claves de la arquitectura del siglo XX que se pueden admirar con la calma que otorga esta ciudad de la Alta Francia.
Palacio de la Bolsa
Parece un edificio del Siglo de Oro de Ámsterdam o Gante pero no, es un edificio neoflamenco de 1910 que dialoga con la antigua bolsa de valores del s.XVII.
El edificio, que refleja el mejor espíritu flamígero de aquel estilo, fue diseñado por Louis Marie Cordonnier, donde vale la pena visitar su planta baja.
Allí el visitante descubrirá un impactante bajorrelieve del dios Hermes, así como los frescos que lo acompañan: uno muestra a unos ciervos descansando entre las flores, y el otro representa la inauguración del Puerto de Lille.
Torre de Lille
Con 116 metros de alto este rascacielos inaugurado en 1995 es la quinta torre más alta de Francia fuera de los edificios de Île-de-France, donde se sitúa París.
La zona alrededor de la estación de trenes se transformó con rascacielos como la Torre de Lille, un centro comercial y un espacio de convenciones
Su estructura con forma de L le valió una multitud de apodos, como ‘la aleta’ o la ‘bota de esquí’.
Diseñada por Christian de Portzamparc para el banco Crédit Lyonnais, fue inaugurada en 1995 y desde las alturas vigila el activo movimiento de la estación de trenes Lille-Europe.
El inmueble forma parte del conjunto creado en torno a este nudo ferroviario, con el centro comercial Euralille y el espacio de convenciones Lille Grand Palais.
Catedral de Lille
Llamada Notre-Dame-de-la-Treille es una catedral católica neogótica, iniciada en 1856 y finalizada en 1999 en un estilo que respeta la estética original, aunque con los cambios que han impreso la evolución de un siglo y medio.
Uno de estos rasgos es su fachada de 100 delgadas losas de mármol, que parecen oscuras y lúgubres, pero basta que un pequeño rayo de sol las ilumine que de repente se convierten en radiantes.
Tri Postal
Era el antiguo centro de distribución del correo de Lille, un edificio de ladrillos de tres niveles de los años ’50 que tenía poco atractivos.
Cuando Lille fue nombrada Capital Europea de la Cultura en 2004 fue convertida en centro cultural, y actualmente es uno de los espacios de arte contemporáneo más importante de la ciudad.
Cuenta con 2.000 metros cuadrados con una llamativa “flexibilidad escenográfica”, como precisan en la oficina de turismo local, donde hay espacios para exposiciones, performances artísticas y espectáculos, además de presentar un sector gastronómicos.
Piscina de Roubaix
Lille cuenta con un importante patrimonio de edificios de estilos art-nouveau y art-déco, y uno de los mejores de este último es la Piscina de Roubaix, de 1927, que forma parte del Museo del Arte y la Industria André Diligent.
Se trata de una antigua fábrica a las afueras de Lille, reconvertida en un centro de arte y cultura, donde se pueden ver cómo las esculturas de Camille Claudel, Emile Bernard y Fantin-Latour dialogan con los garages y los vestuarios con detalles art-déco.
La Piscina de la villa de Roubaix es un excelente ejemplo del art-déco que impera en el norte de Francia
En las visitas la piscina es el momento cumbre, donde más esculturas miran el espejo de agua junto a porcelanas de Sèvres, con un vitral que recuerda al sol y que refleja su esplendor en el agua.
Villa Cavrois
Seguimos dando vueltas por la zona metropolitana de Lille, y esta vez para poner rumbo a la Villa Cavrois, que es uno excelente ejemplo de la línea de arquitectura moderna que fue impulsada por Le Corbusier.
Se trata de una residencia diseñada en 1932 por el arquitecto Robert Mallet-Stevens para el empresario Paul Cavrois, un inmueble de líneas rectas y ladrillos amarillos de 2.400 metros cuadrados, que cuando se refleja en la piscina tiene aires de buque.
En el interior se pueden ver los armarios empotrados entre perales y palmeras, los radiadores decorados con metal doblado y baños de tamaño generoso.
El inmueble estuvo abandonado durante décadas desde mediados de los ’80, hasta que a fines del siglo pasado comenzaron las tareas de rehabilitación que han devuelto su esplendor original.
Museo LaM
Otra localidad cercana a esta ciudad francesa es Villeneuve d’Ascq, donde cerca del lago de Herón se encuentra el Museo de Arte Moderno, Contemporáneo y Digital, el único de Europa que condensa estas tres variantes en una misma casa.
Se trata de una serie de edificios con forma de cubos de vidrio y ladrillo, diseñados por Roland Simounet en 1980 para albergar las colecciones de los mecenas Roger Dutilleul y Jean Masurel.
Hace 10 años un sector en hormigón blanco expandió su oferta cultural con la exhibición de obras de gran formato en el exterior.