Los mejores restaurantes a pie de pista de Suiza

Quien esquía lo sabe: casi tan placentero como deslizarse por las pistas es deshacerse de los esquís, aflojarse las botas y sentarse al sol mientras se disfruta de una reconfortante comida. Incluso en paraísos de nieve como Suiza. Por eso hemos seleccionado los mejores restaurantes de las montañas helvéticas para que solo tengas que preocuparte por elegir estación.

El japonés más alto de Suiza, Andermatt

En la zona central de Suiza, Andermatt es un auténtico paraíso para esquiar, con 125 km de pistas, nieve garantizada y altitudes que alcanzan los 3.000 metros. Ahora, además, cuenta con una joya gastronómica que es, además, el restaurante japonés con estrella Michelin más alto del mundo: The Japanese by The Chedi Andermatt

The Japanese, cuya ubicación original se encuentra en el hotel de cinco estrellas The Chedi Andermatt, cuenta con una sucursal a pie de pistas en el Gütsch.

Muy cerca de la estación de montaña del Gütsch-Express, la preciosa cabaña de estilo tradicional suizo que aloja el restaurante se encuentra a 2.300 metros, con excelentes vistas a las pistas desde su terraza y una exquisita cocina japonesa.

Berghaus Bort, Grindelwald

A 1.600 metros, junto a la estación intermedia de Grindelwald-First, con magníficas vistas del Eiger y de los ‘cuatromiles’ de alrededor, en el Oberland bernés, encontramos otra cabaña que es Suiza en estado puro, Berghaus Bort.

En la cosmopolita Grindelwald, Bruno Brawand regenta su restaurante en un histórico edificio de madera que incluye varios comedores y una gran terraza exterior donde es un placer dejar pasar el tiempo mientras se disfruta de un sencilla cocina regional exquisitamente elaborada, conplatos como la mozzarella de búfala sobre pesto de albahaca, lentejas con salchicha crujiente, rösti y tablas de curados, tartar de ternera o ravioli caseros.

Mottahütte, Lenzerheide

Desde hace muchos años, la familia Andreatta regenta en el Tesino el legendario Ristorante da Enzo de Ponte Brolla. Sergio y Bianca, hijos de Enzo y Josy Andreatta, dirigen durante los meses de invierno un segundo establecimiento, en este caso en la estación de esquí de Lenzerheide: el Mottahütte.

A 2.325 metros, en la zona de Rothorn y con cimas nevadas hasta donde alcanza la vista, el Mottahütte ofrece una gran terraza, un interior rústico muy acogedor y una deliciosa cocina alpina.

Entre sus platos se cuentan la sopa de champiñones con cubierta de hojaldre, gnocchi de patata con queso Taleggio, terrina de hígado de pato, risotto de setas, salmón marinado, carpaccios y, por supuesto, fondue. Aconsejamos reservar porque es uno de los lugares más demandados.

Restaurant Chez Vrony, Zermatt

La ubicación de Zermatt, a los pies del Matterhorn y con nada menos que 360 km de pistas, lo han convertido en uno de los pueblos más atractivos para visitar en invierno.

En la zona de Findeln encontramos además una joya gastronómica que tiene nombre propio: Chez Vrony, uno de los pocos restaurantes que todavía ofrecen productos ecológicos provenientes de ganado alimentado únicamente de pastos alpinos.

La carne seca, el salchichón casero y el queso alpino se elaboran según recetas que, al igual que el restaurante, se han transmitido de generación en generación y que tienen como resultado una cocina honesta y natural, con platos tradicionales y una correcta selección de vinos.

Refugio L’Espace, Les Diablerets

En el glaciar Les Diablerets, a los pies de la Quille du Diable sobre la que parece estar suspendida, encontramos el refugio L’Espace, una encantadora cabaña de montaña con una terraza que garantiza espectaculares vistas.

A 2.900 metros de altura sirve especialidades culinarias como el queso Tomme Fleurette de Rougemont caliente al aceite de trufa y patatas risoladas, salchichas Schüblig con mostaza de Bénichon y patatas risoladas, sopa casera y postres caseros como la tarta Tatin y un increíble pastel de chocolate.

Cabane des Violettes, Crans-Montana

En la región del Valais, los dos pueblos de Crans y Montana conforman a una altura de 1500 metros un importante centro invernal con espectaculares panorámicas a los Alpes que incluyen un desfile de picos que van desde el Monte Cervino hasta el Mont Blanc.

Con 160 km de pistas (entre ellas la Piste Nationale, de 12 km y la más larga de la región) y modernísimos remontes, además de circuitos de esquí de fondo y pistas de carving, encontramos el contrapunto a la elegante Crans-Montana en la Cabane des Violettes, de antiguos muros de piedra y contraventanas blancas y rojas.

Con conexión directa a las pistas y a 2.208 metros de altura, cuenta con un cálido comedor de 60 plazas y una magnífica y soleada terraza para más de 100 con un grandioso panorama de montañas con el Dom, el Weisshorn y el Dent Blanche.

En su cocinca encontramos platos sencillos y tradicionales como rösti con huevo frito, gratinado de queso, gnocchi, ensalada con queso de cabra, tablas típicas o fondue de queso elaborados con maestría. El premiado chef Franck Reynaud es durante el invierno responsable de la cocina de la Cabane des Violettes.

Bergrestaurant El paradiso, St Moritz

Mucho más que un destino turístico, St. Moritz fue la cuna de las vacaciones invernales alpinas y ha alojado ya dos ediciones de los Juegos Olímpicos de Invierno (y todo a pesar de que debe su fama originalmente a las aguas medicinales, descubiertas hace 3.000 años).

Hoy es un moderno complejo invernal con 350 kilómetros de pistas e hitos como la pendiente de salida más inclinada del país, del 100% en la pared Piz nair, en Corviglia o la pista de hielo natural más antigua del mundo, el Bob Run.

En un destino muy apreciado por los viajeros gourmet, destacamos El paradiso, en el monte Suvretta, retirado de las pistas de esquí pero con varias terrazas escalonadas y muy soleadas donde disfrutar de los platos tradicionales de la Engadina combinados con toques vanguardistas e influencias de todo el mundo.