Regades: el tesoro escondido de Cantabria para los amantes de la naturaleza

Si quieres conocer nuevos lugares y estar cerca de la naturaleza, este pueblo cántabro es el lugar ideal para desconectar de la rutina

El Parque Natural de los Collados del Asón

El Parque Natural de los Collados del Asón. Foto: Ayuntamiento de Ampuero

A orillas del sereno río Gándara, en el rincón más oriental de Cantabria, se encuentra el pueblo de Regules, un encantador pueblo que parece sacado de un cuento de hadas. Perteneciente al municipio de Soba, en el espectacular valle que lleva su nombre, Regules no solo ofrece una belleza natural que rivaliza con la de destinos turísticos más conocidos como Santorini o Mykonos, sino que también presenta un rico tapiz de historia, cultura y gastronomía que lo convierte en un lugar verdaderamente único.

Un paraíso natural de impresionante belleza

El mayor atractivo de Regules reside en su entorno natural. Esta pequeña joya cántabra está rodeada por vastos bosques de hayas, robles y encinas, que ofrecen un paisaje de gran diversidad ecológica y esplendor. Los visitantes pueden sumergirse en la majestuosidad del Parque Natural de los Collados del Asón, que se encuentra a un corto trayecto en coche desde el pueblo. Este parque es famoso por sus impresionantes rutas de senderismo, sus cascadas y sus vistas panorámicas que permiten contemplar la grandeza del paisaje montañoso cántabro.

Además, los nacimientos de los ríos Gándara y Asón, situados en las cercanías, son puntos perfectos para aquellos que buscan conectar con la naturaleza. Estos cursos de agua no solo ofrecen un espléndido entorno para caminar y explorar, sino que también brindan oportunidades excepcionales para el avistamiento de fauna y la práctica de deportes acuáticos en un entorno apacible y virgen.

Un viaje a través de la historia y la arquitectura

Regules también es un destino que cautiva a los amantes de la historia y la arquitectura. El pueblo alberga la Iglesia de Santa Eulalia, una joya arquitectónica del siglo XII que ejemplifica la elegancia de la arquitectura religiosa de la región. Sus muros de piedra y su historia ancestral narran siglos de vida y devoción en esta pintoresca localidad.

En los alrededores del pueblo, las tradicionales casonas montañesas con sus imponentes galerías acristaladas destacan por su belleza y su valor histórico. Una de las más destacadas es la Casona de los Martínez del Valle, una majestuosa edificación de piedra adornada con un espléndido escudo de armas en su fachada, que refleja la grandeza de tiempos pasados.

El municipio de Soba, al que pertenece Regules, es también hogar de una notable cantidad de cuevas prehistóricas, como las de Covalanas, Mortillano y Gándara. Estas formaciones naturales, que constituyen el 25% de las grandes cuevas cántabras, ofrecen fascinantes oportunidades para la espeleología y el estudio de la arqueología, atrayendo a expertos y aficionados por igual.

La cultura local y sus tradiciones

Para aquellos interesados en la cultura local, el Centro de Interpretación de la Etnografía de Soba, situado en la cercana localidad de Veguilla, es una parada obligatoria. Este centro ofrece una visión profunda de las tradiciones locales, incluyendo las cantas y marzas, que forman una parte integral del patrimonio musical de Cantabria. La rica herencia cultural de la región se manifiesta en sus festividades y en el estilo de vida de sus habitantes, proporcionando a los visitantes una inmersión auténtica en la vida tradicional cántabra.

El Museo Etnográfico de Soba en el pueblo de Veguilla
El Museo Etnográfico de Soba. Foto: Turismo de Cantabria

Una gastronomía que encanta al paladar

La oferta gastronómica del pueblo de Regules es otra razón para visitar este encantador pueblo. La cocina local es una deliciosa fusión de productos del mar y de la montaña. Las carnes de ganado local, que pastan en los verdes prados de la región, se combinan con pescados frescos de los ríos cercanos, como truchas y salmones, así como con los pescados del mar Cantábrico. Los visitantes podrán disfrutar de platos típicos como asados de carne, cocidos montañeses y embutidos locales.

Para el final de la comida, las torrijas del Valle de Soba son un dulce imprescindible. Este manjar, hecho de pan remojado en leche y huevo, frito y rebozado en miel o azúcar, ofrece una experiencia culinaria dulce que culmina perfectamente cualquier comida en esta región.

Alojamientos con encanto

Para aquellos que deseen alojarse en Regules, el Hotel La Casa del Puente es una opción destacada. Este encantador hotel, ubicado en una casa construida en 1850, ofrece habitaciones con vistas al río Gándara y a las montañas circundantes. Los huéspedes pueden disfrutar de un spa completo con sauna y bañera de hidromasaje, lo que proporciona una estancia relajante y rejuvenecedora en un entorno pintoresco.

El Hotel La Casa del Puente en Regules
El Hotel La Casa del Puente en Regules. Foto: El Valle de Soba

Descubriendo el Encanto del Valle de Soba

Visitar Regules es una inmersión en un mundo donde la naturaleza, la historia y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia realmente única. Desde explorar los monumentos históricos y aventurarse en las cuevas, hasta disfrutar de la rica gastronomía local y relajarse en un entorno natural de ensueño, el Valle de Soba invita a los visitantes a descubrir sus encantadores pueblos y a disfrutar de una experiencia inolvidable en el corazón de Cantabria. Sin duda, Regules es un tesoro escondido que ofrece una belleza y un encanto que rivalizan con los destinos más famosos del mundo.

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