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El premio Princesa de Asturias es para dos grandes damas del flamenco

La cantaora Carmen Linares y la bailarina María Pagés se llevan el Premio Princesa de Asturias de las Artes, un reconocimiento a la promoción del flamenco en las últimas décadas

Carmen Linares y María Pagés, ganadoras del Princesa de Asturias. Foto FPA.

El flamenco es pasado y futuro, es la seña de identidad de regiones como Andalucía y que bajo las palmas y guitarras de los inmigrantes se ha expandido con orgullo por otras regiones de España.

Era hora que los premios Princesa de Asturias de las Artes le dieron un reconocimiento a su historia y evolución, al recaer en la bailaora Carmen Linares y la cantante María Pagés, “dos de las figuras más importantes del flamenco de las últimas décadas”, dictaminó el jurado.

La modernización del flamenco

El último premio a este género había sido el otorgado en 2004 a Paco de Lucía, y ahora se distingue a estas dos artistas, en quienes “converge el espíritu de varias generaciones” del flamenco, quienes “desde el respeto por la tradición y la hondura de las raíces han sabido modernizar y adaptar su esencia al mundo contemporáneo”, apunta el fallo.

El premio se otorga a María Pagés y Carmen Linares por haber llevado el flamenco a categoría de arte universal, dice el fallo de los Princesas de Asturias

El jurado de los premios Princesa de Asturias. Foto J.l.Cereijido – EFE

Las carreras de Linares y Pagés han llevado esta música y baile a una categoría de arte universal, y sus trabajos han abierto caminos artísticos pero también de repercusión social, que sirven como ejemplos de talento y dedicación de las futuras generaciones, indicaron.

El duende y el baile en María Pagés

María Pagés, sevillana nacida en 1963 y madrileña por vocación, se inició en la compañía de Antonio Gades y fue primera bailarina en la compañía de Mario Maya, en el Ballet Español Rafael Aguilar y en el Ballet Español de María Rosa.

En 1990 creó su propia compañía, en la que ha producido numerosos espectáculos y con los que ha renovado, según los críticos, las formas del baile flamenco a través de la mezcla de tradición y modernidad.

Actuó en grandes escenarios de París, Nueva York, Alemania y Roma, así como en los principales eventos de danza contemporánea del mundo, además de bailar o colaborar con figuras como Tamara Rojo, Carlos SauraoMijaíl Barýshnikov.

El premio distingue la técnica y pasión de María Pagés. Foto Mariscal – EFE

“Que en María Pagés habita el genio del baile, todos los sabemos y proclamamos. Pero hay algo más en esta mujer: ella baila, y bailando mueve todo lo que la rodea. Ni el aire ni la tierra son iguales después de que María Pagés haya bailado”, decía el Premio Nobel de Literatura José Saramago.

“Ni el aire ni la tierra son iguales después de que María Pagés haya bailado”. José Saramago

«El baile cultiva sentimientos y emociones y, además, contribuye a que el ser humano sea mejor persona», decía hace apenas unas semanas en su última entrevista a Efe la bailaora, que considera que “hay que impulsar la danza, todavía está vetada”.

Adicta al trabajo, considera que bailar es mucho más que una técnica, porque lo considera como una forma de transmitir emociones y de contar historias al mundo. Sin embargo, cree que al flamenco “no se le valora como el gran arte que es”, dijo en esa entrevista.

Carmen Linares, la gran dama del flamenco

Carmen Linares nació como Carmen Pacheco Rodríguez en 1951, pero tomó el nombre de su ciudad natal para su apellido artístico.

Considerada como la gran dama de flamenco, es la única cantaora que se ha llevado el Premio Nacional de Música (entre muchos galardones más), con una presencia y artística equivalente a la de Camarón, Enrique Morente o La Niña de los Peines.

Carmen Linares, la gran dama del flamenco. Foto Julián Pérez – EFE

Esta jienense que inició su carrera en tablaos madrileños fue la primera cantante flamenca en actuar en el Lincoln Center de Nueva York, uno de los hitos que ha logrado en una larga carrera que la ha llevado desde el Palau de la Música en Barcelona al Real de Madrid, y desde el Colón de Buenos Aires a la Ópera de Sídney.

En su discografía destacan los álbumes Cantaora (1988), las Canciones populares antiguas (1993) –con textos de Federico García Lorca–, Antología de la mujer en el cante (1996), Que no he muerto (2003) –con textos de Juan Ramón Jiménez–, Oasis Abierto (2011) y Verso a verso (2017), y actualmente está de gira en celebración de los 40 años sobre los escenarios.

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