5 finos de Jerez para disfrutar (a lo grande) de la hora del aperitivo

Los finos generosos nacidos en Jerez de la Frontera que son, por su aromaticidad, sabor y exquisitez, ideales para gozar del aperitivo

Un buen fino, la mejor compañía del aperitivo. Foto: González-Byass.

Aunque, tal y como se suele decir, hay un jerez para todos los gustos y para todas las ocasiones, el fino es quizá el vino blanco de aperitivo por antonomasia dentro y fuera de Andalucía.

Probablemente sea porque tiene una magnífica capacidad para estimular las papilas gustativas, lo que prepara el paladar y lo estimula para disfrutar de la comida. Además, por su carácter, tiene la capacidad de intensificar el sabor de todos los platos.

Elaborado con uva de variedad palomino, los finos son vinos generosos; es decir, a los que se añade alcohol durante el proceso de fermentación (es lo que se llama encabezado o fortificación), hasta llegar a un 15% de volumen con el objetivo de desarrollar el velo de flor o, lo que es lo mismo, la protección natural de las levaduras que evitará la oxidación del vino durante su crianza y que, además, le conferirá sus característica especiales.

Botas de vino en Jerez
El sistema de criaderas y soleras es típico del sur de España. Foto: Fernando de Castilla.

Estas uvas palomino, que encuentran su lugar de cultivo privilegiado en el Marco de Jerez, al noroeste de la provincia de Cádiz, son las que haen de este lugar el hogar de los finos más suculentos y prestigiosos de España.

Se trata de vinos de graduación media y color amarillo pálido, en los que se advierten los aromas primarios provenientes de la uva y de la madera (fruta, almendras, hierbas del campo, especias, así como una sutil y elegante mineralidad) con ajustada acidez.

Además, cuando un vino fino que se ha criado bajo velo de flor se embotella directamente de la bota (barrica) sin que sea ni clarificado ni filtrado, se le considera que es un fino en rama.

Asimismo, los vinos finos deben tener un envejecimiento mínimo de dos años que se realiza en botas de roble americano por el habitual sistema de criaderas y soleras, único en el sur de España.

Botella y copa de vino fino de Jerez.
El fino y el aperitivo son como uña y carne. Foto: González-Byass.

Los cinco finos que les descubrimos son la muestra palpable de cómo cientos de años de sabiduría enológica han logrado que en Jerez se elaboren unos vinos que sorprenden y agradan a todos aquellos que buscan el mejor de los acompañamientos para el aperitivo.

Fino Classic

Se me ocurre empezar con un vino que considero estupendo por sus virtudes (y también por su buen precio) para comenzar a adentrarse en el seductor mundo de los finos. Fino Classic, elaboración de la bodega Fernando de Castilla, fundada en 1837 y situada en el centro histórico de Jerez de la Frontera, cuenta con 5 años de envejecimiento en barrica y un encabezado (adicción alcohólica), que le permite llegar al 15% vol.

Su crianza biológica bajo levaduras de flor en barricas de roble le aporta un delicado tono pajizo y aromas con un punto punzante, seco y agradablemente suave, así como un paladar sutil que nos recuerda a las almendras y a las avellanas junto a un ligero sabor herbáceo, a masa fresca de pan y una ligera salinidad.

Es un fino muy ligero, ideal para degustarlo convenientemente enfriado con gambas cocidas, con un buen jamón de Jabugo o lomo ibérico o, si nos ponemos más serios, con un arroz meloso con bogavante, salmonetes a la parrilla o con una lubina salvaje a la espalda. Para disfrutar sin cortapisas. Precio: 12,25€

Botella Fino Classic Fernando de Castilla.
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Don Zoilo Fino en Rama

La conocida bodega Williams & Humbert, fundada en 1877 por Sir Alexander Williams, gran conocedor y admirador de los productos jerezanos, y Arthur Humbert, especialista en relaciones internacionales, lleva más de 140 años elaborando vinos y licores, y hoy por hoy es una de las firmas productoras de vinos de Jerez más reconocidas.

En su interesantísimo portfolio, y también con una excelente relación calidad/precio descubrimos un fino elegante de carácter clásico bautizado como Don Zoilo Fino en Rama.

Lo producen con mucho mimo y dedicación, utilizando tan sólo los mostos de primera yema de uvas palomino que cultivan en los pagos de Añina y de Carrascal y se fortifica utilizando los mejores destilados de vino.

Con un mínimo de 9 años bajo el velo de flor y envejecido con el habitual método jerezano de criaderas y soleras, es un fino hondamente equilibrado y refinado que se embotella sin filtrar.

Botella vino Jerez Don Zoilo Fino en Rama
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Al catarlo, sorprende primeramente por su tonalidad ámbar y por una nariz fragante, con un punto punzante e intensos aromas a hierbas secas, a piel de manzana deshidratada, frutos secos y un toque salino, que nos lleva a pensar más en un vino amontillado típico de Jerez.

En conjunto, es un vino muy expresivo, de los que permanece en el paladar mucho tiempo después de haberlo tomado y que resulta el mejor acompañamiento para ser combinado con unos boquerones en vinagre, colas de cigala rebozadas, con flamenquines o con unos pescaitos fritos. Precio: 11,90€

Fino Tradición

Con una producción limitada y numerada de 3.900 botellas por saca, el Fino Tradición producido por Bodegas Tradición, es una de sus elaboraciones más aplaudidas.

La firma, considerada como una de las bodegas más antiguas de Jerez, pues su trayectoria en la elaboración de vinos de la máxima calidad se remonta a 1650, está actualmente dirigida por Helena Rivero, gran mujer del mundo del vino que ha querido recuperar el estilo y los procedimientos tradicionales bodegueros que antaño dieron todo su esplendor a Jerez.

Fino Tradición es uno de sus máximos exponentes, pues es un vino en plena madurez que envejece bajo velo de flor en botas de roble americano durante al menos 10 años.

Botella Fino Tradición
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Con un subido y atractivo color brillante con ciertas notas verdosas, exhibe una nariz tan extremadamente compleja que impacta al exhalarlo por primera vez. Encontramos por supuesto, penetrantes y marcadas notas de su larga crianza, pero también sutiles recuerdos a botánicos, a hierba seca, a almendras y avellanas amargas con un fondo a salitre.

En boca es pura pasión, pues anuncia una elegancia y un saber estar inmejorable. Resulta poderoso ya en el primer sorbo, con una complejidad fuera de duda y redondez. Un fino largo que permanecerá en el paladar mucho tiempo pues su postgusto es dilatado.

Con un queso curado de leche cruda de oveja, encurtidos, mojama o con todo tipo de mariscos cocidos le van a sacar todo su partido, que no crean que sea poco. Precio: 34,90€

La Honda Fino en Rama

Tan sólo 10.600 botellas de 50 cl salen a la venta al año de un primoroso fino en rama, elaborado por la histórica Bodegas Osborne, fundada en Jerez en 1772. Nos referimos a La Honda Fino en Rama.

Es un vino con una edad media de 12 años en sistema de solera y criaderas elaborado con uvas palomino vendimiadas a mano y con una fortificación del vino base al 15,5% vol.

Pero lo que lo convierte en un fino tan distintivo es que en sus últimos años, en algunas de sus áreas el velo decae de forma natural, por lo que el vino entra en contacto con el oxígeno y le confiere una interesante evolución oxidativa que potencia sus aromas y sabores.

Botella La Honda Fino en Rama
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La Honda es un fino que deslumbra esencialmente por su concentración, por su intenso color oro con brillos ámbar y por su nariz compleja con notas caramelizadas, tostados profundos, toques salinos, con recuerdos a mazapán, almendras y nueces garrapiñadas, con un volumen en boca poderoso, notas de madera, cítricos y frutos secos que permanecen en el paladar.

Un gran fino para los que buscan la diferencia y que yo tomaría como aperitivo con unas anchoas de Santoña, unas aceitunas verdes amargas aliñadas, para posteriormente pasar a compartirlo con un buen centollo, un bacalao al pil-pil o incluso con una empanada gallega de zamburiñas. Exquisitez en nuestra copa. Precio: 26,50€

Fino Tío Pepe en Rama

Para acabar, no podría dejar de lado a uno de los más reconocidos y clásicos finos de Jerez como el Fino Tío Pepe en Rama, elaborado por la mítica Bodegas Tío Pepe, propiedad de González-Byass.

Y no lo hago porque sea muy conocido a nivel mundial o porque forme parte de nuestro imaginario cultural, sino porque es sin duda alguna, un gran Fino que ha encandilado a varias generaciones de españoles y que hoy, ya bien avanzado el siglo XXI, ha sabido modernizarse y se presenta con una bella etiqueta con un aire evocadoramente vintage.

82 botas fueron elegidas para darle vida a la 12ª edición de un Fino que ni se filtra ni se clarifica y que se extrae en primavera, directamente del centro de la bota, cuando la ‘flor’ alcanza su máxima expresión.

Su crianza de al menos 5 años en el silencio y la quietud de las bodegas, lo convierten en un vino deseado año tras año, y ya van la 178 desde que comenzó a elaborarse.

Botella Fino Tío Pepe en Rama
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Posee un característico color oro pálido, un tanto turbio por la flor en suspensión (no olvidemos que es un fino en rama). Pero lo que más llama la atención al realizar la cata son sus profundos aromas de gran intensidad, armonía y definida fragancia que van desde los recuerdos a frutos secos y manzanilla, hasta los limones, brioches y levadura fresca.

Al probarlo se siente su frescura, la percepción de que es un blanco seco, ese punto salino que tan claramente define a muchos buenos finos y un punto amargo muy sabroso.

Soy muy fan del Fino Tío Pepe en Rama y cuando voy a Andalucía, sobre todo a Sevilla, me gusta ir a los bares más antiguos de Triana o a los de la Alameda de Hércules y tomarlo con cazón en adobo recién frito, con unas alcachofas rehogadas con ajitos y buen jamón, con perdiz escabechada y por supuesto, con un sabroso ajoblanco. Precio: 17,95€

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