Bar Alegría, 125 años de un superviviente en la Barcelona del diseño

El célebre bar del Eixample cumple un siglo y cuarto de vida, y lo celebra con un libro que recorre su largo pasado y mira a su prometedor futuro

Un libro recorre los 125 años del Bar Alegría

Un libro recorre los 125 años del Bar Alegría. Foto: Bar Alegría

¿Qué locales gastronómicos pueden presumir que han superado el siglo de vida en Barcelona? Están el London, el 7 Portes, el Marsella, el Can Culleretes, Los Caracoles, el 4 Gats y poco más. Y entre estos supervivientes hay que destacar al Bar Alegría, que llegó a los 125 años en excelente forma gracias al renovado impulso que en los últimos cinco años le ha dado Tomás Abellán.

Este empresario de la gastronomía, hijo del mítico Carles Abellán, homenajea al valioso legado que tiene a sus espaldas con un libro que en una cuidada edición recorre la historia del local de Comte Borrel 133, con su famoso toldo rojo y su fachada de detalles modernistas en madera.

Recordando el pasado del Alegría

Publicado por la editorial Debate, como esos platos que requieren una elaboración compleja el libro fue escrito a cuatro manos entre Tomás Abellán y el periodista Toni García Ramón (más las fotografías de Beatriz Janer), quienes más que hacer una reseña histórica al uso, dejaron que sea María Cortes Macià quien hable.

Entre las voces del libro se encuentra María Cortes Macià, nieta del fundador del Bar Alegría

¿Quién es? Pues la nieta del fundador del Bar Alegría en 1899, quien literalmente nació en el local (bueno, en su altillo), y que durante décadas lo regenteó manteniendo el espíritu de bar de trabajadores. “Hacíamos comida antigua, como fricandó, zarzuela de langostinos y la ópera con langostas, pero sobre todo, tortillas”, recuerda.

El famoso toldo rojo sigue más de un siglo después
El famoso toldo rojo sigue más de un siglo después. Foto: Beatriz Janer

Pero también hay espacio para describir la importancia del bar en la evolución histórica de Barcelona, sorteando dificultades como dictaduras y la Guerra Civil, largos períodos de crisis y de especulaciones, de franquicias que parecen arrasarlo todo y de modas que cambian más que el viento. “Pero el Alegría se mantiene firme en una filosofía que mezcla lo mejor del pasado, del presente y del futuro, voluntariamente ajeno a las batallas que ha traído el progreso y que han afectado al mundo de la gastronomía”, puntualizan los autores.

“Especie en vías de extinción”

Entre fotos de archivo la historia va transcurriendo con los sutiles cambios de decoración y de platos adaptados a los tiempos, pero sin que pierda el espíritu canalla que magnetiza a sus clientes.

El libro presenta 25 recetas de los platos más emblemáticos
El libro presenta 25 recetas de los platos más emblemáticos. Foto: Bar Alegría

Ya lo dice Ferran Adrià en el prólogo, cuando puntualiza que el “Alegría ha sido una referencia desde sus inicios”, y afirma que el primer bar “tiene mucho que ver con el espíritu del actual”.

Aquí entra en juego la apuesta de la familia Abellán: Carles, una de las primeras espadas de la gastronomía de Barcelona (de España, vamos) compró el bar en 2019 y llamó a su hijo para que formen una sociedad para rescatarlo. “El Bar Alegría es una especie en vías de extinción”, con un horizonte amenazado por “los bares modernos, de disseny”.

A pesar que Carles se bajó del barco tras la apertura meses después, su hijo Tomás siguió adelante con un giro a la propuesta inicial: no ser un bar “de bocatas y vino peleón” sino un local inspirado en los bistrós, pero manteniendo la centenaria esencia del local. “buscamos evolucionar un poco, pero sin exagerar”, precisa, hasta lograr su objetivo final: “ser un bar que gusta”.

Tomás Abellán, dueño del Alegría
Tomás Abellán, dueño del Alegría. Foto: Beatriz Janer

Y vaya si gusta, que a veces para conseguir mesa hay que armarse de una santa paciencia. Pero la recompensa vale la pena, con su carta de platillos y tapeo con un toque modernillo.

Las recetas del Alegría

Quien se haya ido con una sonrisa de sus mesas de madera podrá tener la oportunidad de saber cómo se elabora su carta, porque dos tercios del libro se centran en 25 recetas de sus platos más emblemáticos.

Tostas de anchoas
Tostas de anchoas. Foto: Beatriz Janer

Así, si alguien se anima, puede preparar la tosta de anchoa y mantequilla ahumada, el paté de campaña con encurtidos, el tomate de temporada en escabeche de albahaca, la brandada de bacalao con ajo negro y capuchina, la caballa en escabeche, los bikinis ‘de mi infancia’, la famosa tortilla trufada del Alegría, el steak tartar con aguacate, las albóndigas al nero di sepia, la molleja de ternera y puré de calabaza, el flan casero de vainilla o los higos con mascarpone y pistacho, entre otros.

El local mantiene su espíritu canalla
El local mantiene su espíritu canalla. Foto: Beatriz Janer

¿Cuál será el futuro del Bar Alegría en el próximo siglo? Difícil predecirlo. Los autores aventuran que si logran alcanzar esa marca, seguramente la inteligencia artificial, los robots, la personalización de los platos y hasta la virtualidad será el día a día. Pero eso a Abellán y compañía le tiene sin cuidado: “nos gusta mucho más la idea que en 125 años estaremos exactamente igual que ahora”.

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