Candela Bravo: así es la nueva coctelería que debes conocer en Madrid
Madrid potencia su propuesta de coctelerías con la llegada de Candela Bravo, en una de las barras más castizas de la ciudad

Candela Bravo, o como los cócteles apuestan por la nostalgia
A la llegada de Glass by Sips a Madrid, anunciada hace pocas semanas, ahora se suma una nueva propuesta que permite a la capital recuperar terreno en el ámbito de la coctelería.
En el Barrio de las Letras abrió sus puertas Candela Bravo (calle Jesús, 6), un local que busca reflejar el espíritu de los bares de tapas, cañas y vinos vecinos, pero con un toque de glamour que recuerda la edad dorada de la coctelería en los años ‘20.
Quiénes están detrás de Candela Bravo
El responsable es el grupo Familia Brown, una sociedad compuesta por los dueños de Ciriaco Brown (Abades, 13) y uno de los socios de Confitería, creador de coctelerías como Paradiso de Barcelona (recientemente nombrada como la mejor del mundo en los World’s 50 Best Bars) o Dr. Stravinsky; también de la capital condal.
Los cócteles de Candela Brown buscan educar al cliente en diferenciar sabores de las preparaciones clásicas
Detrás de la barra está el talento de Bareto, o lo que es lo mismo, el grupo de cocteleros conformado por los expertos Adal Márquez, Edir Malpartida y Antonio Naranjo; siempre impecables con sus batas blancas y sus corbatas moradas como si hubieran viajado en la máquina del tiempo un siglo atrás.
La relectura de cócteles clásicos
Los cócteles de este trío evitan la sofisticación de vasos de diseño y preparaciones estrambóticas.
Su idea es ayudar a educar al cliente, como aquellos bares de siempre donde uno se acodaba en la barra y pedía sugerencias a quien tenga en sus manos la coctelera.
Los suyos son combinados sin florituras, digamos que un toque nostálgicos, pero que se centran en la experiencia del sabor.
O como dicen sus responsables, «queremos ser un bar como los de antes, en los que la gente se lo pasaba bien”. Así de simple.
Cócteles recomendados
En la carta se pueden encontrar los Clásicos de Bareto como el Marianito preparado, la Pomada Collins –con ginebra de Menorca, limón y refresco de limón– o el Sol Sin Sombra –con brandy, Ratafia, absenta y melón–.
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También hay sitio para las sangrías flamencas y las jarras de rebujito o kalimotxo y los chupitos de siempre como La Cucaracha, El Coscorrón o el Chupa Chups. Atención a las Locuras del Candela, como el cóctel Sara Montiel –con verdejo, Aperol, Chartreause, limón y soda– o el Violeta La Burra –con violeta, limón, licor de violeta, vodka, ginebra y refresco de jengibre–.
La decoración del local, a cargo de Alfonso de la Fuente del estudio Pichiglás, recuerda a los bares tradicionales con la barra de zinc, las mesas altas y las fotos que invocan a la nostalgia en sus paredes, como las publicidades de licores antiguos. Todo un viaje en el tiempo junto a un cóctel.