Las dulces sorpresas que Christian Escribà prepara para Navidad

El maestro pastelero Christian Escribà presenta una edición limitada de un panettone elaborado con manzanas, así como turrones con base en este fruto

Cuando llegan las Navidades uno come panettones como en ningún otro momento del año. Se justifica que este producto solo sea consumido en épocas de frío, pero cuando se prueba la nueva creación de Christian Escribà, uno desea que se pueda degustar hasta en los días más tórridos del verano.

Este talento de la gastronomía, señalado con toda justicia como uno de los mejores maestros pasteleros de España, presentó su panettone de edición limitada elaborado con manzanas Pink Lady y chocolate gold (chocolate blanco al que se le caramelizan los azúcares)

La pastelería es un festival para el gusto. Y la vista. Foto JP Chuet-Missé

Un producto exclusivo

Es un producto tan exclusivo como sus monas de Pascua, chocolates y pequeñas joyas dulces: solo se puede adquirir en sus tres locales de Barcelona (Gran Vía 546, Las Ramblas 83 y en el aeropuerto de El Prat) o por Internet.

El precio de la unidad de 750 gramos es de 32 euros, pero en verdad, lo vale con creces.

En estos panettones apenas hay frutas confitadas y ni rastros de almendras o avellanas. La idea es que se pueda apreciar mejor el sabor de la manzana

Escribà explicó a Tendenciashoy que elaborar un panettone con añadido de manzana caramelizada es un desafío en toda regla, ya que este fruto consume mucha agua en su elaboración.

Escribà preparando el turrón de manzana. Foto JP Chuet-Misse

Su textura es más suave que los panettones convencionales, con un aire a los pandoros italianos. Apenas hay frutas confitadas y ni rastros de almendras o avellanas en su interior. “Eso es para que resalte más el sabor de la manzana”, explicó.

Mientras que cualquiera de estos panificados tiene una caducidad de dos a tres meses, el elaborado por Escribà se limita a 15 días. “Pero seguro que no dura ni 24 horas”, apuntó. Y creo que se queda corto.

“Acortamos la caducidad pero ganamos en sabor”, dijo.

Christian Escribà con su hijo Pol y las manzanas con chocolate. Foto JP Chuet-Missé

Más demanda de panettones

Escribà recuerda que los panettones han tenido una demanda cada vez más grande en los últimos 10 años. Y su temporada de consumo se alarga cada vez más, a diferencia de otras preparaciones como la Coca de Sant Joan o el Roscón de Reyes que se consume en esas festividades y poco más.

“Nosotros empezamos a venderlos en el Día de Todos los Santos y hasta finales de enero”, indicó.

Homenaje a las manzanas caramelizadas

Hasta el 5 de diciembre los clientes que pasen por la tienda de Gran Vía de Escribà en búsqueda del panettone o de cualquiera de sus creaciones podrán probar las Pink Lady Pops, gajos de manzana cubiertos de distintos tipos de chocolate (negro, con leche o rubí) y con añadidos como frutos secos, frambuesas liofilizadas o pepitas de chocolate doradas.

El turrón elaborado con zumo natural de manzana es otra de las nuevas creaciones de Navidad de Christian Escribà

Son como aquellas manzanas caramelizadas que se probaban en las ferias de pueblos y ciudades pero en versión gourmet.

Turrón elaborado con zumo de manzana. Foto Carlos Allende.

Otra creación especial de la alianza entre Escribà y Pink Lady es el turrón navideño, elaborado con una pasta semitransparente elaborada con el zumo natural de la manzana, una capa de cremoso ganache de trufa cocida con chocolate y nata y cobertura de chocolate rubí.

El talento mayor de la pastelería

Estar un rato con Escribà es hacer un vertiginoso viaje por la cultura de la pastelería, de parte de un creador que heredó el talento de su padre Antonio (creador del primer cruasán de mantequilla de España), a cargo de un negocio que se remonta a 1906 y que continuará su hijo Pol.

Un día más de trabajo en la pastelería Escribà. Foto JP Chuet-Missé

Este maestro de los dulces puede explicar la historia de la mona de Pascua que fascinó a Picasso con la misma velocidad con la que piensa en nuevas creaciones, como los pasteles que explotan e incluso que vuelan hasta murales y esculturas comestibles.

Aunque sea para tomar un café y probar un pequeño dulce, cada tanto hay que pasar por sus locales y conocer capítulos de su fascinante carrera.

a.
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