ElBulli vuelve a abrir sus puertas (pero no servirá ni un solo plato)

El primer restaurante del mundo reconvertido en museo, elBulli1846, abre las puertas el próximo 15 de junio como espacio destinado a “comer conocimiento”. Solo servirá agua y café

ElBulli renace como museo. Foto: ElBulliFoundation.

Es un nuevo proyecto y, a la vez, el final de la etapa: elBulli renace pero no como restaurante, sino como un museo donde salvaguardar su legado, un lugar que permita entender qué pasó aquí, cómo se hizo para que elBulli fuese elBulli o, lo que es lo mismo, el restaurante más influyente del mundo.

La menestra de verdura en texturas, que para Ferran Adrià supuso el “inicio de una revolución”, es uno de los 1846 platos que vuelven a la cocina de elBulli, aunque ahora solo para contemplarse (para “comer conocimiento”, según su eslogan), a través de un viaje que propone, a solo 200 visitantes al día, adentrarse en las entrañas de lo que fue el restaurante.

Con la inauguración de elBulli1846, Adrià, el lavaplatos que quería ser futbolista y acabó revolucionando la cocina mundial, da por cerrado el círculo.

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Elbulli1846

Ya se pueden comprar las entradas (tarifa general, 27,50 euros) de esta primera temporada, que se extenderá hasta el 16 de septiembre, tan solo tres meses.

La cocina del mitico restaurante elBulli. Foto: ElBulliFoundation.

Que nadie piense que podrá degustar alguno de los platos con los que Ferran Adrià y Albert Adrià revolucionaron la cocina a nivel internacional; tan solo se podrá tomar agua y café en este museo, que hace honor con su nombre no solo al número de platos que salieron de las cocinas de elBulli en su casi medio siglo de vida sino también al año en que nació August Escoffier, considerado el padre de la cocina moderna.

Porque a nadie se le ocurriría que por asistir a una exposición de Norman Foster el arquitecto está en la obligación de diseñarnos una casa, Adrià y su equipo ofrecen en lugar de elaboraciones y sabores un compendio de su conocimiento en un espacio de casi 4.000 metros cuadrados en Cala Montjoi, en pleno parque natural del Cap de Creus (Roses), que incluye lo que fuera el restaurante.

Ya se pueden comprar las entradas del museo, que abrirá este año del 15 de junio al 16 de septiembre

Aquí se distribuyen hasta 69 instalaciones artísticas, conceptuales y audiovisuales para entender cómo desde este rincón de Girona se logró cambiar “el paradigma de la gastronomía mundial”.

Ferrán Adrià en elBulli1846. Foto: ElBulliFoundation.

Cocinar del Paleolítico a nuestros días

La visita arranca en el exterior del edificio donde, a través de diferentes instalaciones al aire libre, se comparten reflexiones en torno a la cocina y a la innovación, se rinde homenaje escultórico a los ‘Bullinianos’ (hechos en impresión 3D) que trabajaron aquí e hicieron posible la historia de elBulli y se presenta la llamada ‘Metodología Sapiens’, un método propio que conecta el conocimiento con una visión holística y que se plasma en la la Bullipedia, la primera enciclopedia de la restauración gastronómica en Occidente, que suma ya más de 20 tomos.

El itinerario avanza entre productos, técnicas y herramientas empleadas para cocinar hasta llegar a una panorámica del proceso creativo y de innovación de elBulli.

Ya en el interior del que fuera el restaurante entre 1962 y 2011, se pone el foco en caso de elBulli como empresa a través de su historia, su evolución y su legado para explicar el impacto que ha tenido a nivel mundial por cómo logró aplicar la sistematización de la innovación a través del lenguaje de la cocina y de la exploración de los límites de la experiencia gastronómica.

El museo ocupa el espacio del que fuera mejor restaurante del mundo durante 4 años. Foto: ElBulliFoundation.

De hecho, gracias a ese conocimiento pero también a su manera de compartirselo a través de ponencias, libros, conferencias o entrevistas, hoy las esferificaciones se hacen en casi cualquier cocina y utensilios como biberones, sifones, pipetas o pinzas de emplatado están entre nuestros útiles domésticos.

Una cocina que rompió moldes

Estas y otras aportaciones de elBulli se descubren en sucesivos espacios, que incluyen las cocinas y el comedor, y que dejan ver desde el primer contrato escrito a mano del fallecido Juli Soler, coartífice de elBulli y quien embarcó a un poco convencido y jovencísimo Ferran Adrià a los 22 años, vídeos de frenéticos servicios o reproducciones de platos icónicos como la sopa de letras, la espuma de judías blancas con erizos, el tuétano con caviar o el granizado salado de tomate con orégano fresco y manjar blanco.

Con ellos crearon tendencias y rompieron moldes. ElBulli fue el primer restaurante con tres estrellas Michelin que quitó la carta e impuso el menú degustación, abogó por los ‘snacks’ y comer con las manos, deconstruyó recetas tradicionales, incorporó a un artista en su equipo para diseñar el menaje, dialogó con otras disciplinas, creó el primer taller de investigación e instaló el ‘código abierto’ para compartir conocimientos.

Homenaje escultórico a los bullinianos. Foto: ElBulliFoundation.

También se pueden ver vajillas, manteles, cristalerías y otros utensilios originales, portadas de medios de comunicación que protagonizó el restaurante, recetas, esbozos de platos, evolución de los menús, e hitos como la primera participación de un cocinero en una feria de arte en un recorrido de unas dos horas y media con audioguía en varios idiomas.

El propio Adrià adelanta que habrá dos tipos de visitas: “la del que estuvo en el comedor de elBulli y se va a emocionar porque le vendrán recuerdos, y la de la gente que no estuvo nunca, que lo vivirá de otra manera”.

Cómo ir a elBulli1846

Las entradas para el museo, que se abre tras una inversión de 11 millones de euros y varios años de desarrollo del proyecto, ya están disponibles en elbullifoundation.com. Se podrá visitar del 15 de junio al 16 de septiembre de 9.30 a 20.00 horas (domingos cerrado).

Foto: ElBulliFoundation.

Con aparcamiento propio, se cobra un precio disuasorio que anima a utilizar el servicio de autobús propio desde Roses, para reducir el impacto de la movilidad dentro del parque natural, pero también en un intento de “dar vida” al pueblo.

Los meses en los que el museo esté cerrado, el espacio se volcará en elBulliDNA, la vertiente concebida para la investigación que se lleva a cabo desde elBullifoundation, la fundación constituida en 2013 con el objetivo de proteger el legado y espíritu de elBulli.

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