Las 7 mejores cervezas de trigo artesanas para refrescar el verano

Turbias, cítricas, de espuma cremosa y placentera acidez. Así son algunas de las tentadoras cervezas de trigo artesanas españolas que sugerimos para mitigar el calor estiva

Las cervezas de trigo son ideales para combatir el calor. Foto: Cervezas Califa.

Las cervezas de trigo, originadas en las abadías y monasterios de la Europa medieval, son bebidas de alta fermentación que se elaboran con una gran proporción de trigo en relación con la cantidad de cebada malteada.

Una cerveza de trigo se refiere realmente a cualquier cerveza en la que una parte sustancial del grano utilizado en la elaboración de la cerveza es trigo. En general, son cervezas de aspecto turbio, con un agradable toque cítrico y a pan, y poseen una sensación en boca más plena.

En una elaboración de este tipo, la combinación del trigo con la cebada crea una textura sedosa y cremosa y una espuma grande y duradera. Además, son ideales para disfrutarlas durante el verano pues, por regla general, no poseen un elevado contenido alcohólico.

Dos estilos diferenciados

Las dos formas de elaborar cervezas de trigo -aunque otras, pero mucho más minoritarias-, son la weizenbier, también conocida como weissbier, de origen alemán, y la witbier belga. La primera, con origen en Baviera, tiene una tonalidad amarillo pálido y en boca destaca por la poca presencia de lúpulo y por consiguiente, son de un amargor más bajo. En cuanto a sus aromas, son moderados y poseen toques a plátano y especias.

Una cerveza de trigo posee una textura cremosa y una espuma duradera. Foto: A Cova da Serpe.

En cuanto a la witbier, es una cerveza surgida en Bélgica, de color amarillo pálido, con espuma cremosa y espesa. Su aroma es dulce, con recuerdos a trigo y especias. Son elaboraciones con un poco de acidez y sumamente refrescantes.

En territorio español se producen fundamentalmente cervezas de trigo de estos dos tipos y las elaboran algunas pequeñas cerveceras artesanas. Hemos elegido 7 interesantes creaciones producidas en rincones de nuestro país tan dispares como Castilla y León, Andalucía, Islas Baleares, Galicia y La Comunidad Valenciana.

Milana Trigo (2,20€)

Desde la pequeña localidad de Montemayor de Pililla, en Valladolid, los hermanos Ismael y Marcos Gómez de Pablo constituyeron la empresa Cerveceros Artesanos de Castilla y León en 2011 e inauguraron la fábrica en 2012.

Diez años después sus propuestas han encontrado su hueco en el mercado, y actualmente exportan cervezas a países como China, Taiwan o Francia.

Entre sus elaboraciones cuentan con Milana Trigo, una cerveza witbier de color pajizo, con una leve turbidez y muy refrescante. En nariz nos ofrece un tenue aroma especiado con una leve complejidad cítrica. Se elabora con malta de cebada y de trigo, cilantro, lúpulo y levadura, cuidando la fermentación para que la levadura aporte un fondo sutil y agradable.

Es una cerveza de bajo cuerpo, rematado en una leve acidez cítrica propia del cilantro. Ofrece un trago largo y sedoso que deja paso a un final más cítrico que le aporta frescura, y acaba con un contrapunto amargo muy suave y herbal. Ideal para combinarla con ensaladas de pasta, pescados blancos y quesos suaves.

Califa Trigo Limpio (2,59€)

En Córdoba capital nació en el año 2013 la firma Cervezas Califa para dar a conocer al mundo una cerveza artesana de calidad, de fuerte impronta andaluza, y siempre elaborada con agua cordobesa.

Entre sus cervezas, de estilos tan variados como blonde ale, amber ale, ipa e imperial stout, destacamos su Califa Trigo Limpio, una weizenbier al más puro estilo bávaro, pero con menos cuerpo que las que se producen en Alemania, lo que junto a sus tan sólo 4,0% vol., la convierten en refrescante y bebible.

Presenta una tonalidad dorada pálida y textura turbia y translúcida a la vista. Su intensidad aromática es muy alta, con recuerdos a especias como el clavo, con toques de panadería y plátano, que provienen de sus levaduras y maltas.

En boca presenta un cuerpo medio, sabores a plátano, levadura, masa de pan y un toque cítrico que la hace muy refrescante. Idónea para maridarla con embutidos, salchichas, así como carnes blancas y pescados azules.

Cerveza Trigo Portolobo (2.02€)

Las tres elaboraciones de la empresa Cerveza Portolobo (brown ale, pilsen y trigo) surgen en el epicentro de la sierra de Huétor Santillán, en Granada. Son cervezas producidas de forma artesanal, con un respeto total por el medio ambiente y un uso de casi el 100% de energías renovables.

De hecho, las cervezas de Portolobo se maduran todas en tanques a temperatura constante mediante geotermia o, lo que es lo mismo, mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra. El agua utilizada para las elaboraciones procede del mismo manantial que riega al Sacromonte, La Alhambra y El Generalife.

El método de elaboración que se usa para la variedad de cerveza de trigo denominado Cerveza Trigo Portolobo no es estrictamente ni el alemán, ni el belga. Manuel Ocaña, propietario de la compañía, observó en su momento, que la cerveza de trigo no tenía una acogida tan amplia en Andalucía como en otras zonas de España, por lo que optó por crear una cerveza con menos cantidad de trigo y una selección de lúpulos y de ingredientes adjuntos que le proporcionaran frescura y toques típicos de las cervezas de trigo pero sin ser tan acentuados.

El resultado es una cerveza muy aromática, con recuerdos a fruta de hueso, mermelada y miel, con toques a panadería. En boca resulta dulce, con recuerdos a cereal, corteza de pan y especias. Su textura es sedosa y con una ensalada de ahumados o un buen queso azul, resulta inmejorable.

Destraperlo Trigo (2,65€)

Destraperlo Cerveza Artesana fue fundada en Jerez de la Frontera, en Cádiz, en el año 2015 por un grupo de jóvenes que decidieron formar una cooperativa a la que pusieron el nombre de Comando Cervecero SCA. El nombre de la firma hace mención al estraperlo, una complicada solución que se produjo en muchos puntos de nuestro país, y especialmente en Andalucía, en tiempos de dificultades económicas.

Sus cervezas, todas elaboradas con una fuerte impronta andaluza, se producen mediante métodos naturales de fermentación e ingredientes de calidad. Con estos parámetros fue concebida Destraperlo Trigo Eco, cerveza de malta witbier, que se elabora con dos tipos de malta (cebada y trigo), lúpulo, y cáscara de naranja amarga. Ingredientes todos ellos 100% ecológicos, que cumplen estrictamente la normativa europea de producción ecológica.

De color amarillo pálido, muestra la turbidez habitual de las cervezas típicamente belgas. Su espuma es muy blanca, de persistencia media y espesa. En cuanto a sus aromas, destacan los toques a plátano, hierba fresca y a grano crudo.

En boca muestra un leve dulzor al principio, y en su final es seco y levemente ácido debido a la cáscara de naranja. Una cerveza muy gustosa y equilibrada, que resulta muy sabrosa tomándola junto a ensaladas de todo tipo, quesos suaves y comida picante india.

Sullerica Blanca (2,00€)

Nos trasladamos ahora a las Islas Baleares, concretamente a la localidad mallorquina de Sóller, para descubrir una de las cervezas de trigo más interesantes del panorama español: Sullerica Blanca, una producción de autor de la empresa Cervezas Sullerica, dirigida por Guillem Coll.

Se trata de una elaboración del tipo belga (witbier), muy suave, refrescante y aromática, con el sabor característico del trigo de la variedad “xeixa” mallorquín.

Su tonalidad es pálida, con espuma blanca y cremosa, y agradables aromas de limón conseguidos en segunda fermentación. Sullerica Blanca está hecha con una pequeña parte de malta de cebada, malta de trigo y trigo crudo mallorquín, dos tipos de lúpulo, levadura especial, agua de Sóller y la piel de los mejores limones cultivados en el Valle de Sóller.

En 2021, Sullerica Blanca se llevó, en el Concurso Internacional de Cerveza Artesana (CICA), en el que se premian las mejores cervezas artesanas del mundo, una medalla de bronce. Junto a unos espagueti a la boloñesa o unos tacos mexicanos, el disfrute está asegurado.

A Cova da Serpe Trigo (2,00€)

A Cova da Serpe Craft Beer, fundada en 2014, es la pequeña firma artesanal con sede en Lugo, dedicada en cuerpo y alma a la fabricación de cervezas de calidad. Todas sus variedades se elaboran de forma tradicional, sin filtrar ni pasteurizar, lo que potencia su cuerpo, aroma y por supuesto, el sabor.

Por otra parte, tienen la política de trabajar con proveedores de proximidad siempre que sea posible, y producen sus cervezas usando materias primas de calidad y garantía, con procesos mayoritariamente manuales, tratando en todo momento de proteger lo máximo posible el medio ambiente, haciendo un uso responsable del agua.

A Cova da Serpe

Su cerveza A Cova da Serpe Trigo es una elaboración del tipo weizenbier, que lleva un 60% de malta de trigo y un 40% de cebada. En su confección utilizan lúpulos alemanes en pequeñas cantidades, para que no den demasiado sabor ni amargor, dejando que se perciba sutilmente el sabor ácido y a pan que produce sobre todo la malta de trigo y la levadura.

Los ésteres y fenoles que se forman en la fermentación, le proporcionan su característico aroma y sabor a plátano y a especias como el clavo. Es una cerveza turbia, con el sedimento típico en este tipo de elaboraciones, de buena espuma, gustosa, apetecible y muy agradable. Compartida con una pizza de salami picante o unos bucatini all’amatriciana, se garantiza una buena comida.

Flor de Trigo Pons (2.00€)

Con sede en la localidad valenciana de Godella, la empresa familiar Fernández Pons tiene un bagaje profesional en la elaboración de bebidas fermentadas de más de 20 años. Ellos fueron pioneros en la Comunidad Valenciana en la elaboración de cervezas artesanas. Sus diferentes producciones son de gran calidad, y son todas ellas ecológicas y veganas.

La fermentación de sus cervezas se produce de forma individual en cada botella, consiguiendo una carbonatación natural sin CO2 añadido.

Entre sus propuestas, destacamos su Flor de Trigo Pons, como cerveza en la que el trigo es su ingrediente principal y definitorio. Para su producción utilizan maltas pilsner y de trigo y lúpulos cascade y centennial.

El resultado es una elaboración que es una reinterpretación de las típicas cervezas de trigo centroeuropeas, pero aportando un distintivo toque mediterráneo.

Es una cerveza cremosa, con sabores panarios complementados con los sutiles aromas de sus lúpulos. Para degustarla lo ideal es refrescarla, pero teniendo cuidado de que no esté helada. Si la prueban junto con unos pitas griegos rellenos de cordero especiado y salsa szatziki de yogur, no duden de que se van a enamorar.

a.
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