He comido una pizza hecha con ChatGPT: este es el resultado
La inteligencia artificial también avanza sobre la gastronomía. Can Pizza realiza un ‘combate’ entre sus preparaciones y otras ideadas por ChatGPT

Algunas de las pizzas creadas por esta cadena de Barcelona. Foto Can Pizza
La inteligencia artificial conquista cada vez más campos. Su avance sobre el diseño gráfico, la edición de fotografías y videos y la redacción de textos también se extiende al desarrollo de herramientas que van desde la creación industrial al comercio de acciones, pasando por el control robótico y los diagnósticos médicos.
¿Y qué pasa con la gastronomía?
Cuando la gente de Can Pizza (Ronda Universitat 20, Barcelona) me avisó que en este restaurante de Barcelona se realizaría el primer ‘pizza kombat’ entre humanos y la inteligencia artificial, me imaginaba a un robot por un lado (no digamos Mazinger Z que era medio lerdo, sino a uno como C3PO de Star Wars) y a los maestros pizzeros del otro, que con las manos en la masa iban a buscar la mejor creación.
En realidad no era tan así. La idea de esta cadena de pizzerías nacida en 2014 en El Prat era que el especialista Matthias Schneider consultara al chat GPT -una de las herramientas más populares de esta tecnología- sobre cómo sería una pizza ideal para la ocasión, y los pizzaiolos del local, conducidos por Lolo Vuoturni, harían una creación propia.
En menos de un segundo el chat GPT sugiere toda clase de combinaciones para las pizzas, las cuales se pueden acotar por preferencias, edad, origen u otros factores
Las pizza de la inteligencia artificial vs la humana
La propuesta elaborada por la inteligencia artificial fue una pizza de sobrasada, shiitake (seta china) y mozarella, con el añadido de queso de cabra, piñones, cilantro y miel.
En tanto la creación de Can Pizza tenía una base de ragú a la boloñesa, con bechamel, zanahoria, apio y costras de queso grana padano.
Mientras se calentaban en el horno giratorio, Schneider y uno de los fundadores de Can Pizza, Isaac Aliaga, pasaban por las mesas para que en base a los ingredientes favoritos y algunos datos de consumo (si son veganos o si prefieren condimentos), de edad u origen el chat vaya creando otras pizzas.
“La pizza que gane este combate formará parte de nuestra carta durante un mes”, explicó Aliaga.
La asesoría de la IA
“Lo que hace la inteligencia artificial es asesorar en base a los ingredientes y gustos. A veces puede ofrecer combinaciones que asustan a los pizzaiolos, como una de lomo con queso de cabra y cebolla. Pero la probamos y gustó”, ríe.
Además de ofrecer combinaciones, la inteligencia artificial puede ayudar a gestiones logísticas del restaurante. “En pocos segundos elaboró los protocolos de apertura y cierre. Nos quedamos flipando. En verdad, no sabemos dónde nos llevará esta tecnología”, agregó.
Las sugerencias del chat GPT
Aliaga puso el chat GPT a nuestra disposición. Al preguntarle por “cinco pizzas creativas”, aportó creaciones que no sorprenderían como la de salmón ahumado o pesto y tomate seco, a otras más estrambóticas como la de higos y prosciutto (jamón curado italiano).
Incluso, al indicar que soy argentino, me propuso probar una pizza de chorizo, alcachofas y chimichurri. Pues…creo que no es buena idea, querido chat.
El chat pudo ofrecer cinco sugerencias de pizzas, con las proporciones y las recetas en menos de un segundo
Para acotar la búsqueda, el propietario de Can Pizza indicó al chat cuáles son los ingredientes disponibles en el restaurante, y en base a ellos en menos de un segundo sugirió más opciones, de la que nos decantamos por una base de mozarella con jamón serrano y rúcula.
En menos de un pestañeo también informó de las proporciones y el paso por paso para elaborarla.
Y para darle un toque más picante, Aliaga solicitó al chat GPT que componga una canción “como si fuera de Rafaella Carrá” inspirada en las pizza sugeridas.
“Pizza, pizza, deliciosa pizza / Con ajo y tomate seco, es la más rica / La ricota la hace cremosa / Y la albahaca fresca, ¡ay que cosa más hermosa!”, canta en el coro.
Y todo eso en un plis plas.
La elección final
No es por presumir, pero entre las tres pizzas, la que más nos gustó fue la creación propia, la de jamón, queso de cabra y rúcula.
Entre los invitados, los cocineros de Can Pizza triunfaron con comodidad con su propuesta, y solo un tercio eligió la idea sugerida por la inteligencia artificial.
Pero eso no significa la derrota de la tecnología ni mucho menos. Una de las ventajas de la inteligencia artificial es que puede ‘aprender’ en base a los errores, y si se le informa que tal pizza no tuvo éxito, pues buscará nuevas alternativas.
Esta prueba de ensayo y error, según hablamos con Aliaga, se puede multiplicar en multitud de campos. Por ejemplo ¿cuánto falta para que una coctelería ofrezca combinados propuestos por la inteligencia artificial?
Por lo pronto, quien quiera participar de una nueva edición de este combate entre el saber humano y el tecnológico puede acudir el 9 de marzo al Can Pizza de Madrid (Serrano 85). Y decidir si la inteligencia artificial también es capaz de poner las manos en la masa.