Rosquillas de San Isidro: así es la comida tradicional de Madrid

El día de San Isidro se acerca y con ello su comida más típica: las famosas rosquillas de San Isidro. El 15 de mayo se celebran las fiestas patronales de Madrid en origen a este santo y la gastronomía cobra un gran protagonismo. Las rosquillas son una de las recetas más características de la Comunidad de Madrid para esta época y una de las preferidas para los madrileños. Existe una gran variedad de sabores, desde los más tradicionales hasta los más innovadores.

El mito de la Tía Javiera

La historia popular cuenta que el origen de las rosquillas lo protagoniza la Tía Javiera en el siglo XIX. Este personaje, que se desconoce si fue real o ficticio, dio a conocer sus rosquillas paseándose por la fiesta de San Isidro. Endulzadas con anís y aguardiente y empapadas en una especie de jarabe dulzón, fueron todo un éxito. La mujer se hizo de oro: ganó fama y mucho dinero.

Todo el mundo decía conocer a la Tía Javiera, quien no tenía descendientes. Sin embargo, mucha gente empezó a hacerse pasar por familiar directo. Poco a poco, las rosquillas se volvieron cada vez más famosas hasta convertirse en una tradición de esta festividad.

Los tipos de rosquillas más clásicos

Los diferentes tipos de rosquillas tienen la misma base. Harina, huevo, aceite, azúcar y un toque de anís son los ingredientes que no pueden faltar, aunque existen otras versiones y hay quien le añade otros toques particulares. Las más tradicionales son las tontas, las listas, las de Santa Clara y las Francesas.

Las rosquillas denominadas tontas son las más antiguas y clásicas. No van bañadas y están únicamente compuestas por los ingredientes principales. Las listas, sin embargo, van bañadas con azúcar, huevo y zumo de limón. Las rosquillas de Santa Clara llevan un glaseado de merengue blanco y las francesas una cobertura de almendras y azúcar glas.

Las rosquillas más innovadoras

Con el paso de los años, han aparecido nuevas opciones. Algunas de las pastelerías más tradicionales de Madrid han elaborado nuevas versiones de las rosquillas de San Isidro. Nunca pasarán de moda las más tradicionales, pero no está de más probar nuevas combinaciones.

La Mallorquina ofrece un nuevo sabor: frambuesa. La Duquesita ha querido darle un toque especial a la base tradicional añadiendo un toque de pistacho y Casa Mira prepara rosquillas con cobertura de turrón. La pastelería más antigua de Madrid también ofrece una opción única: las rosquillas de violeta. Una versión más clásica es la creada por El Riojano, unas rosquillas con la base tradicional y licor de madroño.