La larga historia del Liceu al alcance de la mano

175 son muchos años de vida, y en una institución tan activa como el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, mucho más.

Por su escenario pasaron miles de cantantes y músicos, en su foso se han tocado innumerables obras de la lírica y la música clásica, pero también de otros ritmos desde la zarzuela y el flamenco hasta el rock. Detrás de las butacas y los decorados se despliega un mundo único donde trabajan técnicos, artesanos, sastres y escenógrafos.

Ese pequeño universo que es el Liceu se puede descubrir a través de la publicación en internet de sus anales, un viaje por su historia a través de miles de documentos.

Ahí se puede recorrer la historia artística de este templo de la lírica desde su inauguración en 1847 hasta las últimas funciones.

Miles y miles de documentos

Las cifras son apabullantes: hay 24.000 funciones registradas, los datos de 21.000 artistas, compositores y autores, y es posible ver 1.200 programas de mano publicados en estos 175 años.

En los anales están registradas 24.000 funciones y figuran los datos de 21.000 artistas, directores, técnicos y compositores

El responsable de este exhaustivo trabajo es Jaime Tribó, maestro apuntador de la casa desde 1975, quien estuvo reconstruyendo las temporadas liceísticas junto al Archivo de la Fundación del Gran Teatre del Liceu.

El trabajo comenzó en enero de 2020 y ahora se presenta la última etapa, que abarca los inicios del teatro desde su apertura hasta el primer incendio que arrasó el escenario y la Sala Gran.

Los inicios del Liceu

Así es posible ver que aquel 4 de abril de 1847 se abrían las puertas con una sinfonía de Joan Melcior Gomis, el drama Don Fernando el de Antequera de Ventura de la Vega, una danza titulada Rondeña de Josep Jurch e Il regio imene, una cantata de Joan Cortada con música de Marià Obiols.

En los primeros años los espectáculos rotaban entre obras teatrales, ballets, zarzuelas y conciertos con números de magia o funambulismo; e incluso con bailes de máscaras durante el Carnaval.

En el siglo XIX en el Liceu se organizaban bailes de máscaras en Carnaval, y era común que los abonados concurran a ver espectáculos con sus mascotas

La primera ópera llegó a las pocas semanas, la Anna Bolena de Donizetti, y este género solo ocupaba una cuarta parte de la cartelera; con un predominio de los compositores italianos que lentamente fueron dejando paso a los franceses.

Según precisó Ribó, en la investigación descubrió que en el teatro vivían perros y gatos, que cuando había funciones eran desalojados. Pero los abonados sí podían concurrir a ver obras con sus mascotas. Y más de una vez un chucho despistado por la oscuridad cayó desde los pisos superiores a las butacas inferiores.

Datos curiosos en los anales

Las búsquedas se pueden hacer por temporadas, y navegar entre los programas de mano, las fotografías, los videos y audios y la ficha técnica del espectáculo.

También se puede buscar una obra por título y comparar sus representaciones. Por ejemplo, al colocar Don Giovanni se revela que se presentó 22 veces en el Liceu; que a fines del siglo XIX casi todas las obras que se representaron de Wagner eran Lohengrin o Tannhäuser; o que Luciano Pavarotti actuó desde 1963 en tres óperas y un recital mientras que Plácido Domingo se presentó casi en 40 oportunidades.