Así se recicla el avión más grande del mundo

Desarmar el avión más grande del mundo (el A380) es un complicado proceso del que se obtienen repuestos, pero también piezas que acaban convertidas en complementos y decoración

Partes del A380 tienen una segunda vida. Foto Emirates

Triste sueño el del A380, el avión de pasajeros más grande del mundo. Esta aeronave de dos pisos, que era la apuesta de Airbus por liderar la revolución de la aviación en el siglo XXI, duró poco más de una década.

Sus altos costes operativos y el elevado consumo de combustible por sus cuatro motores fueron los puntales del rechazo por parte de los directivos de numerosas aerolíneas así como de organizaciones ecologistas y organismos gubernamentales.

La gran mayoría de los 251 aviones que fabricó Airbus sigue en operaciones, de los que aproximadamente la mitad están en manos de Emirates.

El A380 pensaba revolucionar la aviación del siglo XXI. Pero fracasó. Foto Airbus

Pero aquellas aeronaves que varias compañías como Singapore Airlines, Air France o Thai Airways dejan de operar no cuentan un mercado de segunda mano para ser recolocadas, por lo que no queda otra opción que desarmarlos y reciclar sus partes; una práctica habitual en la industria aeronáutica.

El A380 no cuenta con un mercado de segunda mano para alargar la vida útil de las aeronaves

Aprovechar lo que sea útil

Por sus dimensiones y complejidad técnica hay pocas compañías habilitadas para reconvertir sus piezas.

Una de ellas es Tarmac Aerosave, compañía participada por Airbus, que tiene un historial de 300 aviones reciclados, entre ellos seis A380. Y actualmente está con las manos a la obra en un séptimo.

Un A380 en pleno proceso de desmantelamiento. Foto Tarmac Aerosave

Según describe el director de ventas de Tarmac Aerosave, Lionel Roques, en una entrevista con CNN, los elementos más valiosos y que primero se quitan son aquellos que pueden servir de repuestos, como los motores, el tren de aterrizaje y los componentes electrónicos para las tareas de comunicaciones o la navegación.

Otra salida de estos elementos es para las escuelas de aviación, para formar desde pilotos a mecánicos.

Los residuos

Un capítulo aparte es la gestión de los residuos, donde las partes se clasifican según los componentes (aluminio, titanio o cobre) para ser reciclados en plantas especializadas.

Con 120 toneladas de aluminio, desarmar un A380 es un trabajo titánico, tanto por sus medidas (73 metros de longitud y 24,1 de altura) como por la necesidad de contar con herramientas específicas.

Pero al estar construido en un marco de aluminio, su proceso de desmantelamiento es más sencillo que un A350 o un B787, explica Roques.

Decorar la casa con un A380

Y un tercer capítulo es la nueva vida de partes del A380 que nada tiene que ver con la aviación. O al menos, que no sirve para volar, porque son muy buscadas por los seguidores de este coloso de los aires.

Así sucedió el año pasado, en que Airbus subastó piezas de uno de sus primeros A380 para fines benéficos.

Del avión fabricado para Emirates que voló entre 2008 y 2020 se vendieron unas 500 piezas, como las lámparas de diseño de las suites de primera clase, los trolleys (carritos para el servicio de a bordo), asientos, cortinas, teteras y hasta las cuerdas de emergencia de la cabina de vuelo.

Pero la joya de la corona fue la venta de la barra de bar del primer piso, que se ofrecía íntegra por 50.000 dólares (46.124 euros).

La icónica barra de bar del A380. Foto Emirates

La barra de bar del A380, reservada para los pasajeros de primera clase, se vendió por 50.000 dólares

También se ofrecieron piezas como las aspas del motor decoradas por artistas urbanos, ideales para decorar viviendas que quieran presumir de un toque vanguardista.

Mesas y relojes con partes del A380

Otra compañía dedicada a desarmar y resucitar partes de los 380 es Falcon Aircraft Recycling, que se encargó de emprender esta tarea con el primero de estos aviones que llegó a la flota de Emirates.

Para ello se asoció con Wings Craft, empresa que se encargó de transformar piezas del avión en modernos muebles o elementos de decoración.

Mesa construida con la rueda de un A380. Foto Emirates

Así, se subastaron una mesa construida con una de las ruedas del A380, un reloj de pared fabricado con un fragmento del ala o un trozo de ventana como un marco para fotografías.

Y sin olvidar recuerdos más estrambóticos como la cola del avión aún pintada con los colores de los Emiratos Árabes Unidos.

Hasta en las maletas

Otra compañía, Aviationtag, es especializada en crear placas metálicas -como las etiquetas para las maletas- a partir de fragmentos del fuselaje.

Aviationtag creó 7.000 etiquetas para maletas con el fuselaje de un A380.

Esta empresa alemana creó 7.000 placas con partes de un A380 que voló bajo Singapore Airlines hasta 2017.

Cada una de estas placas, que se vende a 28 euros, está numerada, con un certificado de autenticidad, y los compradores valoran que tengan pequeñas marcas como rasguños en el metal, que recuerdan los años que estuvo en servicio.

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