Rusia destruye el avión más grande del mundo: adiós al AN-225, el ‘sueño’ ucraniano

El mítico Antonov An-225 Mriya, el actual avión más grande del mundo, ha sido destruido por los ataques rusos a Kiev. Su restauración costará 3.000 millones de dólares y 5 años de trabajos

Habrá que esperar al menos 5 años para volver a ver volar al avión más grande del mundo.

Es (o quizás, era) una aeronave singular. En todos los sentidos. El legendario Antonov An-255 se ha mantenido desde su primer vuelo en 1988 como el avión más grande del mundo. Con seis motores, 84 metros de largo, 88,4 metros de envergadura y diseñado originalmente para transportar cohetes soviéticos, el colapso de la URSS paralizó la construcción de un segundo avión, lo que convirtió para siempre al AN-255, bautizado como Mriya (sueño, en ucraniano), en una suerte de dinosaurio único en su especie.

Según informaron ayer fuentes del gobierno ucraniano, el emblemático avión fue destruido en un ataque aéreo ruso sobre el aeropuerto de Hostomel, cerca de Kiev.

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba fue el encargado de comunicarlo en su cuenta de Twitter, a la vez que lo convertía en un símbolo de la resistencia del país a la invasión ordenada por Vladímir Putin.

“Puede que Rusia haya destruido nuestro ‘Mriya’ (‘Sueño’ en ucraniano), pero jamás podrán destruir nuestro ‘sueño’ de un Estado fuerte, libre y democrático europeo. ¡Venceremos!”, afirmaba Kuleba confirmando las primeras informaciones de la compañía de armas estatal Ukroboronprom.

Costará 5 años recuperar el Antonov An-255

De momento, la restauración del avión tardará más de cinco años, afirmaron este domingo fuentes oficiales ucranianas.

“Según estimaciones preliminares, (la restauración de la aeronave) costará unos 3.000 millones de dólares y tardará más de cinco años”, escribió en Facebook el consorcio estatal de infraestructuras y transportes, responsable también del arsenal militar.

La restauración del avión, un aparato único, costará unos 3.000 millones de dólares y cinco años de trabajos

Ukroboronprom adelantó también que aplicará todos los esfuerzos para que los gastos de restauración corran a cargo del “país agresor”.

El avión, que ha quedado calcinado, llegó a Ucrania procedente de Dinamarca el pasado 5 de febrero y desde entonces no había abandonado el aeródromo. Tenía previsto despegar el 24 de febrero, pero los vuelos estaban bloqueados por los enfrentamientos. El lugar ha sido en los últimos días escenario de fuertes enfrentamientos entre fuerzas rusas y ucranianas.

Hacen falta 6 motores para mover el gigantesco An-255.

Un avión único

La aeronave destruida contaba con seis motores capaces de alcanzar los 850 kilómetros por hora, ascender hasta 12.000 metros y volar sin escala distancias de hasta 15.400 kilómetros.

Comenzó a ser diseñado en 1980 y emprendió su primer vuelo en 1988, destinado a transportar el transbordador espacial soviético Burán.

Antes de que la perestroika llevase al colapso de la URSS y sus países satélites, los gobernantes del país creían que iban a necesitar una segunda aeronave y ordenaron la construcción de un avión gemelo.

Incluso tras la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la URSS, el proyecto siguió adelante, fruto de la alianza entre Rusia y Ucrania, cuando ambos países gozaban de buenas relaciones.

En 1994, con el segundo avión An-255 completado al 70%, los dos gobiernos tiraron la toalla por razones financieras y falta de interés. Hubo un intento de retomar los trabajos en 2009, e incluso se informó en 2016 que la Corporación de Industria Aeroespacial de China estaba interesada en la resurrección del segundo avión, pero ninguna de las iniciativas llegó a buen puerto.

El An-255 solo podía operar en un 35% de los aeropuertos del mundo.

Ya en junio de 2020, responsables de la empresa fabricante Antonov confirmaron que el segundo An-225 no se terminará nunca porque “tendría que ser rediseñado completamente”.

Cómo es el An-255

Aunque el A380 es conocido como el avión más grande del mundo, lo es solo si hablamos de transporte de pasajeros.

Si incluimos los aviones de carga, el AN-255 es, de lejos, el mayor, con 84 metros de largo frente a los 72,7 del Airbus y 88,4 metros de envergadura (79,8 metros el A380).

El An-255 era tan grande que solo el 35% de los aeropuertos del mundo podían recibirlo. Cada vuelo cuesta en torno a un millón de euros

El ucraniano es un avión tan grande, de hecho, que solo un 35% de los aeropuertos del mundo pueden recibirlo, ya que para garantizar su aterrizaje y despegue requiere pistas que tengan, al menos, 3.500 metros.

Este avión es tan grande con sus 88,4 metros de envergadura y su largo de 84 metros que un 35% de los aeropuertos no pueden recibirlo. Y es que su despegue y aterrizaje solo es posible en pistas que tengan más de 3.500 metros de extensión.

Un segundo avión An-255 fue desechado tras completarse al 70%.

Su historial es una colección de récords: el libro Guinness le otorgó nada menos que 240 marcas. Gracias a sus 1.300 metros cúbicos, su capacidad de carga máxima es de 250 toneladas. Su peso máximo, contando su estructura, es de 640 toneladas. Otro detalle: su tren de aterrizaje cuenta con 32 ruedas.

Aunque en los últimos dos años se lo ha visto con más frecuencia, debido a operaciones especiales de transporte de material y equipamiento médico para dar respuesta a la crisis de la covid-19, lo cierto es que es un avión muy caro: cada viaje cuesta en torno a un millón de dólares y no suele realizar más de 20 vuelos al año, según la compañía Antonov.

Sin embargo, este era un mercado limitado para un avión diseñado para transportar fases de cohetes, no mascarillas o respiradores.

Queda por ver si el gigantesco An-255 volverá a alzar el vuelo.

a.
Ahora en portada