Condado de Huelva: buenos vinos y mejores historias en un rincón único de Andalucía

Asomada al Atlántico, esta comarca obunense es productora de magníficos vinos que se pueden conocer mientras se descubre su rico pasado y exploran sus paisajes naturales

Ayuntamiento de Rociana del Condado. Foto Turismo de Andalucía

Estamos en pleno valle del Guadalquivir, en un territorio flanqueado por el río Tinto y que suavemente deriva hacia el Atlántico. Es una tierra productora de excelentes vinos que han sido el puente de la conquista vinícola de América, con un pasado rural que se extiende a elaboradas artesanías y con unos pueblos que conservan una pausada forma de vida. Este es el Condado de Huelva.

17 municipios integran esta división administrativa, aunque en la tradición de las vides y vinos se incluyen Almonte y Moguer. La DO Condado de Huelva ha aportado la mayoría de las cepas que existen en América, con rarezas como la uva zalema que es muy difícil de encontrar en la Península más allá de este rincón de Andalucía.

Su nombre, precisamente, deriva del saludo árabe assalám alik (que la paz sea contigo), una de las numerosas huellas que el pasado de Al-Ándalus ha dejado en estas tierras.

Calle de Rociana del Condado. Foto Turismo de Andalucía

Además de su importancia en el mundo de los vinos el Condado de Huelva tiene una valiosa tradición en la producción de vinagre de máxima calidad: su DO fue la primera de este producto en España y es una de las tres que existen en la UE.

Y otro detalle de este mundo agrícola: los toneles fabricados en esta comarca suelen ser buscados por las destilerías escocesas para guardar sus whiskies.

El pacífico encanto de La Palma del Condado. Foto Turismo de Andalucía

Mirando a América

Pero las uvas no fue lo único que aportaron estos pueblos onubenses al Nuevo Mundo: muchos de los cereales, olivos y frutos rojos como la fresa que luego se multiplicaron en América provenían de sus campos.

Varias de las variedades viníticolas que se multiplicaron en América provenían del Condado de Huelva

Y también las personas, porque muchos trabajadores rurales del Condado abandonaron los campos y cruzaron el océano acompañando conquistadores, levantando ciudades y emprendiendo una nueva vida en sitios desconocidos.

Iglesia del Sagrado Corazón en Palma del Condado. Foto Turismo de Andalucía

La consolidación española en América y el apogeo de la industria del vino fueron motores del crecimiento del Condado, como se refleja en la riqueza de los templos y casas señoriales de sus pueblos.

El esplendor de las iglesias

Son los casos de las iglesias de Santa María de la Granada de Niebla (de estilo gótico-mudéjar, construida sobre una mezquita del s.IX), la de Santiago Apóstol en Hinojos, la de San Bartolomé en Villalba del Alcor o la ermita del Valle de la Palma del Condado, todas ellas de estilo mudéjar.

Nuestra Señora de la Granada de Moguer presenta un interesante ejemplo del barroco, pero para conocer cómo se desarrolló la variante onubense hay que visitar la iglesia de San Pedro de Huelva o la de Nuestra Señora de la Granada, donde se ve cómo este estilo se caracteriza por la presencia de “una torre esbelta, con cuerpo de campanas muy ornamentado y rematado por un chapitel piramidal decorado con azulejos”, describen en Turismo de Huelva.

No hay que dejar de lado detalles de la ingeniería civil como los molinos de agua que están a la vera del río Odiel o las torres de los antiguos molinos de aceite de la región.

El Museo del Vino en Bolullos del Condado. Foto Turismo de Andalucía

La riqueza de las marismas y humedales

Uno de los grandes valores del Condado es el de natural: en su territorio se encuentra parte del Parque Nacional de Doñana, con la valiosa biodiversidad de sus humedales.

Los áridos y surrelistas paisajes del río Tinto son aprovechados para investigar las posibles condiciones de vida en Marte

También están los elegantes acebuches que son famosos en la aldea de El Rocío, las zonas anegadas del Paraje Natural Marismas de Odiel, el Paraje Natural de las Lagunas de Palos y Las Madres o el curioso Paisaje Protegido del río Tinto, cuya aridez y alta concentración de minerales fue elegido por científicos -entre ellos los de la NASA- para estudiar las condiciones de Marte.

Las curiosas formaciones del río Tinto. Foto Turismo de Andalucía

Tierra de vinos y bodegas

En esta comarca hay 2.400 viticultores, donde 36 bodegas se encuentran acogidas en la DO de unos vinos que se exportan a numerosos países, en unas tierras donde se cultivan las variedades zalema, listán de Huelva, palomino fino, garrido fino, moscatel de Alejandría y Pedro Ximénez.

Así que por supuesto también hay que visitar las bodegas, algunas de ellas instaladas en sitios históricos como las Bodegas Iglesias, en un convento del s.XVIII en Bolullos Par de Condado (donde está el recomendado Centro del Vino Condado de Huelva), o las Rubio, cuna del brandy Luis Felipe en La Palma del Condado.

Otras empresas que abren las puertas a los visitantes y organizan catas de sus productos son Sauci, Juncales, Vinícola del Condado, Andrade, Oliveros, Infante, Diezmo Nuevo y Contreras Ruiz.

Bodega Juncales. Foto Turismo de Andalucía

Estas ofrecen sus blancos Condado Joven, Condado Blanco y Condado Tradicional, los generosos Condado Pálido y Condado Viejo, y los generosos de licor; además de mostos, tintos, espumosos, licores y coñacs.

Al momento de probarlos hay que acompañarlos por sus exquisitos platos, donde el cerdo ibérico es el rey, pero que se expande a platos como la caldereta de cordero, el revoltillo con tomate, las habas con poleo o enzapatás, las tagarninas esparragás, el potaje de garbanzos o el tostón con sardinas; y entre los postres, los pestiños, los roscos de azúcar, las espoleás o las perrunillas.

Una forma sabrosa de recordar los paisajes de uno de los confines más singulares de Huelva.

a.
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