Siete rutas para descubrir Córdoba. Y volver enamorado de ella
Desconfiemos quien afirme que conoce Córdoba en profundidad. Siempre hay rincones para descubrir en esta espectacular ciudad andaluza, como los que presentan estas rutas
Centro histórico de Córdoba. Foto Turismo de Andalucía
Más de 2.000 años son atrapados bajo el aguerrido espíritu andaluz en sus calles de laberinto, con pasajes estrechos, patios espléndidos en cualquier época del año, paredes blancas y geranios de colores vivos. Esta es Córdoba, la ciudad famosa por su Mezquita-Catedral que esconde un arcón de recuerdos a la espera de ser abierto.
Las propuestas de Paseando Córdoba invitan a recorrer la ciudad a pie, porque como dicen en su dirección de Turismo, “si pasear es caminar por placer, esta ciudad está hecha para el paseo”.
Vuela con Iberia a Córdoba y otros destinos pinchando aquí
Las dos Córdoba
Además de la Córdoba monumental hay otra ciudad humilde y popular, que ha sobrevivido como pudo a la decadencia que llegó tras la expulsión y conversión forzosa de árabes y judíos.
Leer más: Las diez calles más bonitas de Córdoba
De estas crisis han surgido los patios, que ahora son un imán turístico pero que nacieron como una solución de emergencia ante la falta de viviendas.
Este paseo que comienza en la Puerta de Sevilla permite conocer ambas caras, como el barrio del Alcázar Viejo y edificios monumentales como las Caballerizas Reales, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Palacio de Congresos y el antiguo Hospital de San Sebastián; hasta culminar con una panorámica del Puente Romano y el Castillo de Calahorra.
Paseo Bulevar
En 25 minutos este paseo propone ver cómo Córdoba creció en el siglo XIX enlazando modernidad e historia; pasando por la colegiata de San Hipólito, la iglesia de San Nicolás de la Villa, el barrio de la Trinidad, la puerta de Almodóvar, la Judería con la sinagoga más antigua de España, el Museo Taurino y el Zoco Artesano.
Los patios de Córdoba, ahora un reclamo turístico, fueron la solución improvisada a la decadencia que llegó tras la expulsión de árabes y judíos
A no perder de vista el pulso comercial de la calle Cruz Conde y probar las tapas del Mercado de la Victoria.
Paseo Colón
En esta caminata de media hora del norte al sur de la antigua ciudad alta, con punto de partida en los Jardines de Colón (antiguo cementerio romano y árabe) se ve cómo la Córdoba cristiana absorbió la medina musulmana, donde los edificios castellanos sde abren paso en el laberinto de sus antecesores.
El viajero irá por los barrios de Capuchinos y San Miguel hasta la Plaza de las Tendillas (nervio de la vida social cordobesa) y luego encarar a la Mezquita-Catedral; mirando con calma conventos, casas de nobles, iglesias y hospitales de beneficencia que surgieron tras la conquista de Fernando III.
La Córdoba menos conocida
La Puerta del Colodro recuerda al militar que en 1236 escaló la muralla y permitió el paso de las tropas cristianas a la ciudadela árabe.
La Axerquía es la puerta para conocer el espíritu más auténtico de Córdoba
Este paseo de 40 minutos invita a ver la zona menos conocida de la ciudad, por los barrios de la Axerquía, Santa Marina, San Agustín y San Andrés, con paseos por las iglesias de Santa Marina, San Andrés y San Pablo, palacios como el de Viana o el de Orive, el templo Romano y el Museo Arqueológico.
La Axerquía
Se necesita poco más de media hora para explorar el corazón de la Axerquía, con esos barrios que conserva el espíritu más auténtico de Córdoba, con sus patios y sus templos como los de San Lorenzo, la Magdalena, San Francisco y la basílica de San Pedro así como plazas como la Corredera.
Tómese su tiempo para conocer la vida del mercado Sánchez Peña y sus barecillos y ver casas y palacios como el de los Muñices, el Trillo Figueroa o el del Marqués de Campo Alegre.
Flanqueando el Guadalquivir
Este paseo que se inicia en la Puerta de Baeza propone ir por la parte sur de la Axerquía paralelo al Guadalquivir, pero caminando por los callejones de la margen izquierda.
Conozcan sin prisas los pasajes, las plazas y rincones que apenas han cambiado desde los tiempos medievales, con una toponimia que recuerda a los gremios que trabajaban desde hace siglos.
Así en torno a la Plaza del Potro, corazón comercial de la ciudad cristiana, se despliegan las calles de las almonas, los lineros, de las armas o de los caldereros.
Desde la Plaza del Potro se puede pasear por las callejuelas que con sus nombres recuerdan a los gremios medievales
Es un paisaje castellano construido sobre las ruinas árabes, una unión de cultura que no fue del todo feliz pero que dio como resultado a la actual ciudad.
Paseo Calahorra
Este trayecto, de apenas 10 minutos, va desde el Museo Vivo de Al-Ándalus hasta el Triunfo de San Rafael, con hitos como la Torre de Calahorra, el Puente Romano, la Puerta del Puente o el Palacio de los Congresos.
El Castillo de Calahorra era lo primero que uno se encuentra, tal como los visitantes siglos atrás, con la mole de la Mezquita-Catedral a lo lejos y la ciudad que se extiende por las faldas de la sierra bajo la sombra de sus campanarios.
Hasta el siglo XX este barrio estaba desconectado del resto de Córdoba, lo que le da un aire diferente que se puede descubrir como parte de los atractivos de esta ciudad andaluza.
Reserva con Booking tu hotel en Córdoba y otros destinos pinchando aquí
Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
