Istria eslovena, el rincón del Adriático de las tres culturas

Pertenece a Eslovenia, pero no puede evitar la fuerte influencia de Croacia al sur y de Italia al norte. Estas son las maravillas de una pequeña franja de Istria

Vista aérea de Koper. Foto Turismo de Eslovenia

Istria, la mayor península del Adriático, son esas regiones de Europa que son un mosaico de lenguas y culturas. La mayor parte de su extensión es croata, pero también hay una franja costera de Italia donde se encuentra Trieste, mientras que la parte norte pertenece a Eslovaquia.

Quizás el viajero esté un poco confundido cuando cruza de un país al otro, porque verá que en varios sitios se habla uno u otro idioma, mientras que las tradiciones culturales o gastronómicas son una mezcla donde no se sabe bien qué pertenece a cada uno.

Claro que el esloveno es la lengua predominante, pero las influencias de Italia, y en menor medida de Croacia aviva este guiso lingüístico, sazonado por las presencias del alemán y el húngaro (recuerdos de cuando formaba parte del imperio austrohúngaro), además -lógicamente- del inglés.

La pequeña franja costera eslovena, de solo 47 kilómetros, es la única salida al mar de este pequeño país de ascendencia eslava pero con fuertes rasgos mediterráneos.

Hay un puñado de pequeñas ciudades con un rico patrimonio histórico rodeadas de montañas boscosas y el turquesa del Mediterráneo que son sus principales focos turísticos, que son Piran, Portoroz, Izola y Koper, además de Strunjan y Ankaran que también valen la pena.

Seguimos las sugerencias de la guía de Istria de la colección Petit Futé de la editorial Alhenamedia, para ver qué se puede conocer en cada una de ellas.

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Piran

Con poca originalidad a esta localidad de 4.000 habitantes se la llama ‘La perla del Adriático’. En verano suele estar saturada, por lo que ir fuera de temporada es la mejor opción para conocer esta villa de aires venecianos, histórica proveedora de sal de la república de los Dogos.

Los pueblos costero de la Istria eslovena tienen una fuerte influencia de Venecia por los siglos que perteneció a la república de la Serenísima

Piran vista desde el campanario. Foto Turismo de Eslovenia

Esta influencia se ve en el campanario de la catedral de San Jorge y en algunas de sus 20 iglesias, que elevan sus cúpulas entre las tejas rojas de las viviendas y comercios. Si puede subir a esta primera construcción, casi idéntica a la de la Plaza San Marcos, tendrá hermosas vistas del Adriático.

El centro neurálgico está en la plaza Tartini, renovada en 1990, donde las miradas convergen en el ayuntamiento y su estilo neoclásico; mientras que conviene dar una vuelta por el monasterio de los Frailes Menores y descubrir su acústica en los conciertos que allí se suelen organizar.

Portorož

A muy poca distancia está Portorož, más pequeña que Piran, que suele ser un destino buscado por los eslovenos por su relajada atmósfera mediterránea, y porque es uno de los pocos sitios de Istria que tiene una playa de arena.

Muchos hoteles suelen invadir el lugar con hamacas que alquilan a precios altos, por lo que la tendencia es ir a bañarse a la norteña Ankaran.

Evento gastronómico en Portorož. Foto Turismo de Eslovenia

Hay turistas que solo viene por sus casinos, vale, pero más interesante es conocer sus propuestas de baños termales, lo que la convierte en un destino concurrido fuera de temporada.

Portorož forma parte del circuito Forma viva, una alianza de localidades eslovenas que exponen obras de arte al aire libre. Aquí las esculturas son de piedra, mientras que en Kostanjevica na Krki son de madera, en Ravne na Koroskem de acero y en Máribor de hormigón.

En el lugar se puede visitar el Parque Natural de las Salinas de Sečovlje, un antiguo centro productor de este mineral que se abandonó en 1960, y que en parte se ha reconstruido para mostrar cómo las casas de sal, los molinos, las piscinas de secado y cómo era la dura vida de los trabajadores.

Izola

Izola es una antigua isla “que tiene todo el encanto que se puede esperar de una ciudad mediterránea”, precisa la guía.

Menos masificada en verano que Portorož y Piran, da gusto caminar por sus plazas, ver sus edificios de aires venecianos, contemplar el atardecer desde su paseo marítimo y conocer las pequeñas tiendas de su casco histórico.

Izola con montañas al fondo. Foto Turismo de Eslovenia

Muchos artistas eslovenos, italianos y de otras latitudes se han instalado en el centro histórico de la pequeña Izola

El lugar es un imán de artistas eslovenos, italianos y croatas, que han montado sus galerías y ateliers en las calles Koprska y Ljubljanska.

Antiguo puerto pesquero, la cultura de los hombres y mujeres del mar se puede conocer en la Casa del Mar, un museo que también exhibe los mapas del cartógrafo medieval Pietro Coppo.

El campanario de la iglesia de San Maur, con sus 99 escalones, ofrece la mejor vista de la villa, mientras que otros sitios de valor histórico son el Palacio Besenghi degli Ughi con su estilo barroco (atención a su valiosa biblioteca) y las residencias venecianas sobre la plaza Lugar Manzioli.

Koper

Este recorrido finaliza en la ciudad más poblada del mediterráneo esloveno, a muy poca distancia de la frontera con Italia.

Paseo por Koper. Foto Turismo de Eslovenia

Importante polo pesquero e industrial, es una ciudad con una presencia tan fuerte de la comunidad italiana que tienen un lugar asegurado en el parlamento local y la bandera roja, verde y blanca siempre flamea en el ayuntamiento.

A lo largo de la pequeña calle Titov Trg se concentra un gran número de edificios de estilo veneciano

Lo que vale la pena conocer es su centro, con la fabulosa concentración de edificios venecianos en la pequeña calle Titov Trg, donde está la catedral con los retablos de Carpaccio.

El Museo Regional de Koper, en el antiguo palacio de Belgramoni-Tacco, cuenta con numerosas obras de arte, y en sus salas se explica cómo Koper (Capodistria en la lengua de Dante) fue moneda de cambio entre Italia, el antiguo imperio astrohúngaro y la posterior Yugoslavia.

Volviendo al ayuntamiento, en el Palacio Pretoriano, es una interesante muestra de la arquitectura veneciana de aires renacentistas, situada frente a la Plaza Tito, posiblemente la más bonita de la ciudad.

Koper al atardecer. Foto Turismo de Eslovenia

Sus playas no son gran cosa, son pequeñas y las del puerto pueden tener bonitas vistas pero la calidad del agua es, cuanto menos, dudosa.

En todo caso, conviene poner rumbo a Ankaran, casi tocando con Italia, donde está la playa de Debeli Rtic; en una localidad pequeña de aires más tranquilos y de paisajes que recuerdan a cómo era el Mediterráneo décadas atrás.

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