8 playas de Valencia para exprimir el verano

De la Malvarrosa a la Patacona y de El Saler a la Garrofera, estas son las mejores playas de 'la terreta’

Playa del Saler, Valencia

Playa del Saler en Valencia. Foto: VisitValencia.

Valencia está que arde. Y no nos referimos en este caso al calor, que estos días un poco también, sino a la eclosión que experimenta la ciudad. Mejor ciudad del mundo para vivir según expatriados de más de cien nacionalidades, la Capital Capital Verde Europea 2024 combina un pasado patrimonial y edificios históricos con exposiciones, como las organizadas este año en torno al Centenario Sorolla, pero también nuevos museos y espacios junto al mar, una agenda incesante de actividades, 160 km de carril bici o 300 días de sol al año que permiten disfrutar (casi) en cualquier momento del Mediterráneo.

Precisamente para ello, la ciudad del Turia cuenta con un puñado de playas que suman más de 20 km de arena dorada. Urbanas, a pocos minutos del centro de la ciudad como las del Cabanyal, la Malvarrosa o la playa de moda, la Patacona, o más salvajes, como las de El Saler, la Devesa y la Garrofera, familiares o para aventureros, tranquilas o repletas de chiringuitos, servicios y propuestas deportivas, estas son las mejores playas de Valencia ciudad.

La Patacona

Sin duda la playa en la que hay que dejarse ver, la Patacona pertenece realmente a Alboraya (donde, por cierto, se prepara la mejor horchata de la Comunidad Valenciana). Sin embargo, ser la extensión natural de La Malvarrosa la convierte casi en una playa urbana más de la capital valenciana.

La Patacona, Valencia
Chiringuito en La Patacona. Foto: VisitValencia.

Y no una cualquiera. La ausencia de grandes complejos hoteleros hace de ella una playa tranquila, ajena a cualquier masificación, con más de un kilómetro de extensión y arena dorada.

Un amplio paseo marítimo flanqueado de palmeras separa la playa de antiguas construcciones modernistas edificadas como casas de veraneo de la burguesía valenciana, casas de pescadores cubiertas de coloridos azulejos y muros cubiertos de buganvillas.

Directamente sobre el paseo podemos reservar clases de surf o stand up paddle en la escuela Mediterranean Surf School o bien arrancar con un buen desayuno en La Más Bonita (Paseo Marítimo de La Patacona, 11) degustando sus licuados, zumos naturales y exquisitas tartas con los pies en la arena.

La Playa de Moda. Foto: VisitValencia.

Un merendero como los de antes, La Playa de Moda, convive con buenos restaurantes como La Chipirona Playa (Paseo Marítimo de la Patacona, 15), Casa Navarro (Av. Mare Nostrum, 32) o Casa Patacona (Paseo Marítimo de la Patacona, 14). También aquí encontramos una de las mejores paellas de Valencia, la que sirven en Casa Carmela (Isabel de Villena, 155) cocinada con leña de naranjo.

La Malvarrosa

La Malvarrosa es la más famosa de todas las playas de Valencia que, pese a encontrarse siempre concurrida, no deja de ser un poderoso imán.

Este lugar, que ha servido de inspiración a artistas, escritores como Blasco Ibáñez y Manuel Vicent y músicos (aquí se escuchó por primera vez La chica de ayer, de Antonio Vega) era hasta mediados del siglo XIX un área pantanosa que se sustituyó por una plantación de malvarrosas (geranium odoratissimun), a lo que debe su nombre.

Paseo de la Malvarrosa. Foto: VisitValencia.

Al norte del puerto, tiene una longitud aproximada de un kilómetro de arena fina y dorada y todos los servicios que se pueden necesitar en un día de playa, desde alquiler de sombrillas y tumbonas a kioskos y actividades que van de clases de fitness y crossfit a surf, paddle surf, windsurf, piragüismo, pistas de voley playa y un arrecife perfecto para bucear.

En el paseo marítimo abundan los restaurantes, como el mítico La Pepica (Paseo de Neptuno, 6) visitado por Heminway y que sirve desde 1898 paellas y mariscos.

El Cabanyal-Las Arenas

La tercera de las grandes playas urbanas en Valencia es la correspondiente al antiguo barrio de pescadores de la ciudad y hoy polo de atracción turística, el Cabanyal, si bien muchos valencianos la conocen como de Las Arenas por el antiguo balneario del mismo nombre que se alzaba en esta zona, hoy reconvertido en un hotel de lujo.

Playa del Cabanyal. Foto: VisitValencia.

Sus aguas, sus barcas, los niños jugando y, sobre su luz, fueron inmortalizados por el pintor Joaquín Sorolla y aún hoy se puede apreciar por qué el valenciano se enamoró de esta franja costera que cuenta con una anchura máxima de casi 200 metros.

Ajetreada, divertida y con multitud de servicios, está a pocos pasos de la Marina de Valencia y de puntos de encuentro en el ocio como el Marina Beach Club (Marina Real Juan Carlos I, s/n) donde sí o sí hay que dejarse ver.

Playa de Pinedo

A apenas 10 km al suroeste del centro de Valencia (10 minutos en coche o bus y apenas 15 en bicicleta) se encuentra el pueblo de Pinedo, con un coqueto arenal que además es el único en la zona con un tramo habilitado para perros (PlatjaCan), próximo al Club Náutico de Valencia y a la desembocadura del Turia.

Playa de Pinedo. Foto: VisitValencia.

En el extremo opuesto, en el tramo entre la denominada ‘casa negra’ y la antigua fábrica de Plexi, existe un área libre nudista. Reconocida con la Bandera Azul, en los últimos años se han mejorado las infraestructuras, especialmente para personas de movilidad reducida y el canal habilitado para deportes náuticos.

En su paseo marítimo también hay restaurantes y merenderos completando una oferta de diez para un perfecto día playero.

El Saler

Una de las playas más bellas de Valencia, de arena blanquísima y dunas rodeadas de pinos, es la de El Saler. Al oeste del Parque Nacional de la Albufera y, aunque bien conectado con la ciudad, se trata de un lugar donde se respira más tranquilidad que en los arenales urbanos.

Playa del Saler
Playa del Saler. Foto: VisitValencia.

Muy próximo a este rincón casi virgen y donde hay también una zona nudista (la más próxima a la playa de l’Arbre del Gos, la que queda a la izquierda del antiguo hotel Sidi) encontramos un buen número de restaurantes y merenderos para rematar una jornada ideal con la sabrosa gastronomía local.

La Devesa

También en la zona de la Albufera encontramos una playa agreste y salvaje, rodeada de vegetación y alejada del bullicio de una gran ciudad. Se trata de La Devesa, un arenal enmarcado entre dos inmensos espacios acuáticos, el del mar Mediterráneo y el de L’Albufera, el mayor lago de agua dulce de España.

Con una extensión de 5 kilómetros, no hay peligro de masificación en esta playa, que además se ubica en la zona de mayor protección del Parque Natural, de gran riqueza paisajística y con una fauna autóctona que sorprende. No dejes de coger la bici y desplazarte hasta el cercano Centro de interpretación del Racó de L’Olla, donde podrás observar todo tipo de aves en su medio natural.

Playa de la Devesa. Fot: VisitValencia.

Ser la única playa salvaje de Valencia no está reñido con tener un nivel de servicios muy completo ni un buen número de restaurantes.

La Garrofera

Un verdadero sueño de dunas y pinares que se extiende a lo largo de más de 2,5 km de arena fina y dorada es lo que ofrece la playa de La Garrofera.

Matorrales bajos, típicos del litoral, proporcionan una sensación de aislamiento y tranquilidad en pleno Parque Natural de L’Albufera donde compatibilizar el relax al sol con la exploración del humedal y sus preciosos parajes.

Playa de La Garrofera. Foto: VisitValencia.

Accesible en la red metropolitana de autobuses, en coche o en bicicleta, esta playa, aunque agreste, cuenta con quioscos, alquiler de sombrillas y hamacas y restaurantes en los alrededores.

Playa de L’Arbre del Gos

Entre las playas de Pinedo y El Saler, la de L’Arbre del Gros (literalmente, árbol del perro) es un arenal rústico y salvaje que precede las dunas del Parque Natural de L’Albufera.

Cuenta con más de 2,5 km de arena dorada desde el Paseo Marítimo hasta Creu del Saler, con paseo y carril bici que discurren entre plantas aromáticas.

Playa de L’Arbre del Gos. Foto: VisitValencia.

De agua cristalina, cuenta además con servicios como alquiler de sombrillas y tumbonas, duchas y baños públicos, así como accesibilidad para personas con movilidad reducida.

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