Descubriendo las raíces del periodismo (y sus ‘fake news’)

Antes de la llegada de los periódicos en los s.XVI y XVII las noticias llegaban en las 'relaciones de sucesos', publicaciones ocasionales que combinaban sucesos reales con la propaganda más descarada

Acceso a la exposición sobre las ‘relaciones de sucesos’. Foto Diego Fernandez – EFE

¿Cómo llegaban las noticias en los tiempos en que no había periódicos? ¿De qué forma las personas y gobiernos se enteraban de batallas, reyes muertos, catástrofes naturales y epidemias sin la deformación de la transmisión oral?

Entre los siglos XVI y XVII proliferaron las ‘relaciones de sucesos’, publicaciones impresas que en España y el resto de países de Europa se extendieron conforme crecía el uso de la imprenta y aumentaba la necesidad de contar con noticias actualizadas.

O sea, eran las raíces del periodismo escrito.

Un boletín de relación de sucesos de 1644. Foto Diego Fernández | EFE

Comunicar noticias en el Siglo de Oro

Gran parte de estas publicaciones, impresas en papel de mala calidad, se han destruido; pero la Biblioteca Nacional de España cuenta con un valioso fondo de estas relaciones, unas 4.000 ediciones, de las que un centenar protagonizan la exposición Noticias verdaderas, maravillosos prodigios.

Entre las noticias verdaderas se colaban mentiras y propaganda pura y dura, como las supuestas victorias de los tercios españoles en Flandes que en realidad eran derrotas

Esta muestra se podrá ver desde este viernes 1 hasta el 12 de junio, y permite conocer cómo en el caso de España su aparición en el Siglo de Oro significó el arranque de la prensa; que se comunicaba de pueblo en pueblo con el establecimiento de correos en paralelo con las mejoras en las comunicaciones; y que finaliza con la evolución a las publicaciones seriadas de fines del s.XVII.

En sus páginas se publicaba de todo: acontecimientos bélicos y diplomáticos, fiestas y celebraciones asociadas a la realeza, eventos de carácter religioso como canonizaciones o  beatificaciones, catástrofes (terremotos, erupciones volcánicas, eclipses), epidemias y casos que hoy serían policiales, como crímenes o violencia de género.

Derrotero del Mediterráneo y la Costa Atlántica. Foto BNE

Y por supuesto, también mentiras o propaganda de la más descarada, lo que hoy se da en llamar fake news.

Las mentiras en la prensa vienen de lejos

“Ya teníamos fake news en los siglos XVI y XVII”, dijo Nieves Pena Sueiro, una de las comisarias de la exposición.

Así es posible ver victorias de los tercios españoles en Flandes “que nunca fueron victorias”, y que en Amberes se publicó como derrotas; además de bulos presentados como ‘casos increíbles’ como el del hombre que vivió 300 años o la monja que se convirtió en hombre “haciendo un esfuerzo”.

“Ya teníamos fake news en los siglos XVI y XVII”.

Nieves Pena Sueiro

Y sin olvidar la periódica aparición de monstruos, fogoneados por la imaginación popular.

La Biblioteca invita a conocer cómo era el periodismo antes de la llegada de los periódicos. Foto Diego Fernández | EFE

Entre los paneles se encuentran noticias como la de la llegada de Colón a América, copiadas por fray Bartolomé de las Casas a partir de las cartas del genovés; informaciones de la batalla de Lepanto, la expectación que despertó la llegada imprevista del príncipe de Gales a Madrid en 1623 o la descripción de los destrozos que causó el terremoto de 1755 en diversos lugares de la Península.

La mayoría de estas historias eran anónimas, pero grandes plumas de la literatura española han sido redactores de las relaciones de sucesos, como Lope de Vega y Quevedo, y humanistas como López de Hoyos y Álvar Gómez de Castro.

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