El sol como nunca lo habías visto

Una muestra en el CosmoCaixa de Barcelona repasa nuestra relación con el sol desde la veneración de las civilizaciones antiguas a su capacidad para general la energía del futuro

Una muestra en CosmoCaixa Barcelona bucea en nuestra relacion con el sol. Foto: Andreu Dalmau | EFE.

Antigua deidad de las civilizaciones antiguas, el sol ha cumplido siempre un papel determinante para la vida del hombre, ya fuera para fijar el paso del tiempo y organizar la actividad humana, como fuente de salud o como energía, por cierto en la que aún se investiga. Una exposición en CosmoCaixa Barcelona invita ahora a redescubrir el astro a través de instrumentos científicos, realidad aumentada y experiencias inmersivas.

Hasta el 16 de octubre, el museo barcelonés exhibe la muestra El Sol. Viviendo con nuestra estrella, con piezas mayoritariamente procedentes del Science Museum of London que sirven para relatar la relación cambiante de la humanidad con el sol a lo largo de los siglos, pero también para descubrir sus secretos desde un punto de vista físico o preguntarnos por su influencia en nuestro día a día.

De Stonehenge a la fusión nuclear

Un colorido acceso nos hace atravesar impactantes imágenes retroiluminadas del Sol en diferentes longitudes de onda obtenidas por el satélite Solar Dynamics de la NASA.

La muestra revela el conocimiento que las antiguas civilizaciones tenían del sol. Foto: CosmoCaixa.

A partir de aquí, la exposición indaga en la fascinación que ha existido en torno al sol desde el principio de los tiempos, una veneración que se rastrea en la antigüedad a través de objetos históricos como una máscara funeraria que representa el sol de la época precolombina, hallada en Ecuador.

Una maqueta de Stonehenge (Reino Unido) con una recreación de la trayectoria del sol también demuestra el gran conocimiento que tenían las civilizaciones antiguas del astro rey y cómo proyectaban sus construcciones a partir de la luz que desprende.

Aunque la tecnología ha acabado con algunas de las funciones otorgadas históricamente al sol, como su uso para la medida del tiempo, entender su energía puede ser clave para nuestro futuro

Hallar sentido al movimiento del sol fue una obsesión durante siglos, y muestra de ello son objetos como una esfera armilar del siglo XVI que ayudaba a determinar la posición de los cuerpos celestes, un astrolabio islámico de 1650, usado para calcular el horario de oración y localizar la dirección de La Meca, ejemplares de relojes de sol, uno de ellos datado en 1400, y un reloj planetario de 1830.

La muestra esta producida por el Sciense Museum de Londres. Foto: Andreu Dalmau | EFE.

Fuente de salud… o no

El sol es fuente de salud y en el siglo XIX se empiezan a explorar efectos curativos; la muestra exhibe en esta sección 35 objetos históricos que muestran cómo las propiedades bactericidas de la luz solar fueron utilizadas para tratar enfermedades como la tuberculosis o el raquitismo en clínicas y sanatorios.

Entre ellas, una camilla con ruedas para someter a los niños con tuberculosis a ‘baños de sol’, un aparato inventado en 1891 por el médico estadounidense y magnate de los cereales John Harvey Kellogg para recibir sus efectos beneficioso o carteles promocionales para tratar enfermedades en retiros ubicados en los Alpes suizos, a 1.500 metros de altitud.

De antiguos instrumentos usados para la observación del sol a un prototipo de un reactor de fusión nuclear, la exposición indaga nuestra relación con la estrella del Sistema Solar

Estas terapias obviaban entonces el riesgo de desarrollar cáncer de piel, de lo que se tuvo consciencia más tarde y para lo que se desarrollaran cremas solares, también presentes en la muestra.

Una instalación de realidad aumentada permite ver el sol como nunca antes. Foto: CosmoCaixa.

La energía del futuro

Otra sala de la exposición aborda el poder energético del sol, desde las primeras experiencias para aprovechar esta fuente inagotable de energía hasta un prototipo de un reactor de fusión nuclear.

Destaca una de las primeras placas solares que el presidente norteamericano Jimmy Carter instaló en el tejado de la Casa Blanca durante su mandato (1977-1981). Carter fue un firme defensor del desarrollo de la energía solar y quiso dar ejemplo a la sociedad empleando placas solares para contar con agua caliente en algunas dependencias de la mansión presidencial.

Desgraciadamente, su sucesor, Ronald Reagan, retiró las placas del tejado y no fue hasta la llegada de Barack Obama que volvieron a su lugar original, en 2013.

Modelos de gafas que el hombre ha usado para protegerse del sol. Foto: Andreu Dalmau | EFE.

Convencida de que lograr aprovechar toda la potencia del Sol pondría fin a nuestros problemas energéticos, la humanidad sigue intentando comprenderlo. Una de las vías de investigación pasa por imitar el origen de su poder, la fusión nuclear, que generaría una fuente casi inagotable de energía limpia. Un prototipo de uno de los primeros reactores de fusión, el ZETA (Zero Energy Thermonuclear Assembly), construido en 1958, puede verse en CosmoCaixa.

El sol, como nunca lo habías visto

La exposición también exhibe las imágenes reales más espectaculares del sol, entre ellas las de mayor resolución obtenidas hasta el presente gracias al telescopio Inouye en Hawái, en diciembre de 2019, y que muestran una superficie granulada.

Entre otras piezas y procesos científicos claves para el estudio del sol destaca el espectroscopio con el que Norman Lockyer, en 1868, descubrió un nuevo elemento al que nombró helio, en honor al dios del Sol de la Antigua Grecia.

En cualquier caso, los retos del cambio climático y la transición energética hacen que la civilización tome de nuevo consciencia del sol, justo el mensaje de esta exposición, impulsada por el Sciense Museum de Londres y que viaja fuera del Reino Unido por primera vez.

La muestra reúne un centenar de piezas científicas junto a imágenes y experiencias inmersivas. Foto: Andreu Dalmau | EFE.

Para terminar, una experiencia inmersiva nos recuerda cómo el hombre se ha rendido siempre ante el embrujo del Sol a través de un encuentro personal con vistas privilegiadas de nuestra estrella obtenidas en diferentes misiones espaciales en formato time lapse y que pone de manifiesto el poder, la majestuosidad y la belleza del Sol.

Visitas para escolares, talleres para familias, una fiesta del solsticio de verano y un concierto con temas que hacen referencia al astro rey, entre otras actividades, completarán esta muestra.

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