Descartes para suceder a Mar Chao en el Puerto: Pedro Coca, Salva Navarro y Juan Carlos Moragues
Los problemas de Chao con la selección de personal, con el Tribunal de Cuentas o con decisiones como ofrecer la terminal de Ford, entre otras, han abierto quinielas para optar a su puesto en el que cobra más de 120.000 euros de sueldo más dietas
Salvador Navarro, presidente de la CEV
Los problemas que arrastra Mar Chao han puesto en duda su continuidad como presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) y se han abierto quinielas para saber quién puede ser sucederle. Hay propuestas que se recuperan de cuando se hizo la elección de Mar Chao, empresarios nerviosos y con miedo a caer en el ostracismo y encajes políticos llenos de conexiones. Ahora mismo los nombres que suenan están descartados por diversos motivos.
A la suspensión de procesos de selección de jefaturas de departamentos, la investigación en el Tribunal de Cuentas y los problemas con adjudicaciones se suman decisiones polémicas de Mar Chao como que quiera anular la concesión a Ford o que como técnico aprobara una terminal para Baleària que como presidenta ha revocado.
Esta es una parte de los problemas, los que han trascendido al «otro lado de la valla». Además, dentro de la Autoridad Portuaria de Valencia, Mar Chao sufre una clamorosa falta de ‘autoritas’, cuestión palpable por la cantidad de críticos que le torpedean con acción o inacción.
Y con este caldo de cultivo, el primer nombre que sale a la mesa es el de Pedro Coca. Ser doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) es una buena carta de presentación para el presidente de la Fundación Étnor. Su aparición en las quinielas se debe a que el Propeller puso su nombre encima de la mesa cuando Carlos Mazón desembarcó en el Palau de la Generalitat.
El hecho de haber trabajado en la Fundación Valenciaport le hacía un buen candidato pero, según explican fuentes empresariales próximas a Pedro Coca, él mismo ya da por hecho que no llegará a la elección final. «Sabemos que no va a ser pero cuando se empieza la conversación todos empezamos con su nombre porque es el que estaba», explica un portuario.
Hay otro que está en la quiniela porque va dando «codazos», desvela otra fuente en referencia a Salvador Navarro. «Sólo hay que ver cómo lo trató Propeller en la cena de Navidad (sentado en la mesa presidencial junto a Mar Chao) para darse cuenta de que es su candidato», comentan uno de los actores del Puerto de Valencia.
La candidatura de Salvador Navarro parte de que es un empresario del sector logístico (presidente de Ade Logística, empresa del sector logístico especializada en almacenaje y distribución del sector fitosanitario) pero, sobre todo, se postula porque es vicepresidente de la Autoridad Portuaria de Valencia. Esto le da la opción de que su nombramiento sea un ascenso a la presidencia desde el escalón inferior. Para este proceso habría que aplicar la misma lógica que cuando un presidente de la CEV quería dar el salto a la presidencia de CEOE siendo el vicepresidente de la patronal nacional. Se dió buen resbalón este otoño tras haberse hecho esa cábala.
El principal problema que tiene Salvador Navarro es que mientras mira hacia arriba se le está abriendo la puerta de atrás para salir. Actualmente, forma parte del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia por un nombramiento de la Generalitat Valenciana y Vicente Lafuente, presidente de la CEV, no tiene ningún sillón en el consejo (ya sea ocupado por él o por quien considere) ya que el puesto de organizaciones empresariales se lo cedió Salvador Navarro a Vicente Boluda.
Esta anomalía pactada por el que fuera presidente de la CEV que se convirtió en crítico de Mazón ha perdido el encaje. Aunque Salvador Navarro considere que él tiene que seguir como vicepresidente de la Autoridad Portuaria, su situación ahora es la de un barco sin amarre. Y la logística no está, precisamente, dispuesta a darle la mano si le puede perder en el oleaje.
Economía Digital preguntó este viernes en la rueda de prensa del Consell por este tema y el vicepresidente Martinez Mus contestó que «no se ha planteado todavía». También dejó en manos Lafuente que decida su parte en el consejo de administración.
Aquí es donde el encaje de bolillos es político y el equilibrio se tiene que recalibrar. Por parte de la Generalitat Valenciana hay cuatro huecos posibles de los que sólo hay tres ocupados. Además de Salvador Navarro, está Pepe Díez y Ester Olivas. A priori, Ester Olivas sería lógico que continuara ya que accedió al puesto como director general de internacionalización y ahora es directora general de proyectos estratégicos, que es el puesto que tenía Pepe Díez cuando fue nomobrado consejero de la APV.
Ahora Díez es vicepresidente segundo y conseller de Presidencia y de momento se desconoce si seguirá en el Puerto. No estuvo el viernes en el Puerto de Valencia en el acto de Baleària. De hecho, la persona que sustituyó en ese acto al presidente de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, fue la vicepresidenta primera, Susana Camarero.
En el consejo del Puerto de Valencia también está Maria José Catalá y su conexión con Juan Carlos Moragues, ex delegado del Gobierno, hace que el que fuera en las últimas elecciones candidato a la alcaldía de Gandía por el PP sea comentado dentro del edificio de oficinas donde está el despacho de Mar Chao con una opción factible.
Preguntada esta posibilidad fuera del puerto se circuscribe esta opción a pura especulación y se da como descartado al mismo nivel que Pedro Coca, que ha asumido que no será, o que Salvador Navarro, que tiene otra forma de analizar su posición actual en el Puerto de Valencia.
¿Y Morata?
Jose Vicente Morata es el presidente de Cámara Valencia aunque el nombre completo de la institución es Cámara de Comercio, Industrias, Servicios y Navegación de Valencia. Además de consejero de la Autoridad Portuaria de Valencia, su posición es similar a la de Pedro Coca: aparece siempre en las primeras quinielas portuarias.
El único factor adicional que tiene en este momento José Vicente Morata es que se abre una ventana de posibles cambios ya que las Cámaras de Comercio tienen elecciones el año que viene. El argumento tiene como laguna que no se conoce nadie que quiera optar a sucederle ni hay ni dentro ni fuera malestar alguno con su gestión de Morata como presidente de Cámara Valencia.
Otro aspecto distinto que entra en debate cuando se hacen estas quinielas es el tema salarial. El portal de transparencia dice: «En 2025 la retribución total de la Presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia es de 121.679,14 € brutos anuales que está conformada por los siguientes conceptos: Retribución Básica anual de 91.789,32 € Retribución variable de 26.111,64 € y Antigüedad 3.778,18 €». Estos datos son antes de cobrar dietas, que es otro tema polémico en Mar Chao.
El sueldo es un dato a tener en cuenta, especialmente cuando los políticos que deciden y/o influyen en la decisión de mantener o no a la presidenta tienen retribuciones inferiores. Desde el punto de vista político, donde están los que puede cesar a Mar Chao, chirría que a un cargo público como la presidenta del Puerto no le pasen factura sus escándalos mediáticos y judiciales y, encima, tenga un sueldo mayor que los que la nombran y sufren.