España lidera el mercado mundial del porcino con el 38,9 % de sus exportaciones a Corea
El Puerto de Valencia se consolida como nodo logístico estratégico para la industria porcina española, gracias a su infraestructura adaptada a carga refrigerada y su conexión con mercados asiáticos

Porcino en España
La industria porcina española atraviesa un momento histórico: en 2024 alcanzó los 8.516 millones de euros en exportaciones, consolidando su liderazgo mundial y generando hasta 7.090 millones, según el último Barómetro Porcino. En este contexto, el Puerto de Valencia se posiciona como un nodo logístico clave, canalizando buena parte del tráfico marítimo hacia mercados estratégicos como China, donde las exportaciones crecieron un 9,8 %, o Corea del Sur, con un repunte del 38,9 %. Con un 23,5 % de la producción europea y más de 415.000 empleos vinculados al sector, el porcino se afianza como motor económico nacional, mientras Valencia refuerza su papel como plataforma de salida para una industria en plena expansión.
Según el último informe emitido por la Fundación ValenciaPort, España ha reforzado su posición como primer productor y exportador mundial de carne de porcino, con un crecimiento del 4% en el sacrificio de cerdos en el primer trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior.
Esta evolución ha sido acompañada por un incremento significativo de exportaciones a mercados clave como China (+9,8%) y Corea del Sur (+38,9%). No obstante, el sector se enfrenta a retos como la presión sobre los márgenes, la competencia internacional o las consecuencias de conflictos geopolíticos como la guerra arancelaria entre EE. UU. y China, que ha impactado en productos derivados como la panceta.
El porcino representa cerca del 44% de la producción final ganadera española, con una producción cercana a los 5 millones de toneladas en 2024 y una facturación que alcanzó los 25.000 millones de euros, según datos de Eurostat publicados en el informe de ValenciaPort.
Además, genera más de 415.000 empleos. Este liderazgo no solo se manifiesta en volumen, sino también en valor añadido, con unas exportaciones que generaron 8.516 millones de euros y un superávit comercial de 7.090 millones, afianzando a España como referente internacional.
El auge de la demanda en Asia, en especial desde China, ha convertido este mercado en el principal destino de las exportaciones españolas, superando incluso a países comunitarios como Francia o Italia. Esta dinámica se ha visto favorecida por acuerdos comerciales como el CETA, los tratados con Japón y Corea del Sur, y la reciente modernización del pacto con México.
Sin embargo, la internacionalización del sector requiere el cumplimiento de exigentes normas sobre trazabilidad, bienestar animal y protocolos sanitarios, que suponen costes operativos adicionales, pero también una ventaja competitiva por el prestigio del producto europeo.
En este contexto de internacionalización creciente, el Puerto de Valencia ha emergido como una infraestructura esencial para sostener el comercio exterior del porcino.
Aunque el transporte por carretera sigue dominando en volumen global, el tráfico marítimo ha ganado protagonismo, sobre todo en la conexión con mercados extracomunitarios. Valencia destaca por su alta capacidad contenedorizada, líneas marítimas regulares, operadores especializados en carga refrigerada y una infraestructura aduanera avanzada.
Según datos filtrados por códigos arancelarios, el tráfico gestionado por la Autoridad Portuaria de Valencia entre 2020 y abril de 2025 muestra una clara orientación exportadora.
En el siguiente gráfico se pueden ver los principales países exportadores del sector porcino expresados en miles de toneladas, Europa presenta un posicionamiento clave y dentro encontramos el mercado Español con gran protagonismo:
El pico se alcanzó entre 2020 y 2021, con volúmenes mensuales superiores a las 50.000 toneladas, y aunque luego se estabilizó, 2025 apunta a una nueva fase de crecimiento.
La instalación valenciana es además clave en la importación de insumos esenciales como cereales y harinas, necesarios para la elaboración de piensos, completando así el círculo logístico de la cadena porcina.
La resiliencia del Puerto de Valencia frente a la volatilidad internacional demuestra su capacidad para adaptarse a las dinámicas globales del comercio agroalimentario. Su papel como hub logístico especializado refuerza la competitividad del sector porcino español en un contexto de crecientes exigencias técnicas y sanitarias.
Así, España no solo lidera en producción y exportación, sino también en eficiencia y sofisticación logística, con Valencia como puerta de entrada y salida de uno de los sectores más dinámicos del país.
Principales exportadores en España
El transporte marítimo ofrece capacidad, versatilidad y un alcance global a un sector que cada vez se orienta más hacia el comercio internacional en el que España está obteniendo un papel cada vez más potente como hemos visto. En este escenario, el sistema portuario español juega un papel fundamental, el papel protagonista se lo lleva el Puerto de Valencia.
En cuanto a la exportación española de porcino durante 2024, estas son las principales CCAA:
De acuerdo con los datos de Puertos del Estado, las categorías más destacadas en este ámbito, como piensos, cereales y habas de soja, están estrechamente vinculadas a la producción y exportación de productos porcinos.
La evolución de estos tráficos en los últimos años evidencia la fortaleza del sector, destacando el protagonismo de los puertos mediterráneos, entre los que se encuentran Tarragona, Barcelona, Cartagena y Valencia. Este último ha reforzado su posición como una plataforma logística clave para el comercio agroalimentario, tanto en la importación de materias primas como en la exportación de productos transformados de alto valor.
Se estima que durante los próximos años el Puerto de Valencia siga afianzando su papel como nodo estratégico en el sector porcino y continúe siendo una pieza fundamental en las exportaciones de estos productos. A su vez, la industria porcina va a seguir creciendo y se prevé que se mantenga como un comercio clave en la economía española.