Cuatro fabricantes de chips sondean Valencia para “inversiones de cientos de millones de euros cada una”

Broadcom, que anunció hace un año con Pedro Sánchez una inversión de 1.000 millones de dólares en España, es el principal objetivo del sector valenciano de chips

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Cuatro fabricantes de chips han visitado Valencia con el objetivo realizar inversiones de cientos de millones de euros. Parte de estas reuniones se han celebrado en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ya que la capacidad de generar personal especializado en este campo es el factor crítico para la toma de decisiones como ya lo fue en la decisión de PowerCo de localizar la gigafactoría de baterías en Sagunto.

Durante el primer Valencia Silicon Forum, que reunió el pasado viernes a los principales actores del ecosistema de chips valenciano, se desveló la hoja de ruta que tiene el sector. El primer hito, que fue el que se comunicó, fue la adjudicación de 13 millones de euros en tres cátedras, dos con la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y otra con la Univesitat de Valencia (UV), con el objetivo de formar ingenieros.

Actualmente, el sector cuenta con 600 expertos en el diseño de chips y el objetivo durante los cuatro próximos años es generar otros 400. Esto supone el 40% del plan nacional, que contempla la creación de 1.000 ingenieros en toda España.

El siguiente paso es la creación de un campus donde desarrollar el conocimiento creado al respecto de los chips. Para ello, hacen faltan «decenas de millones de euros», un cifra que podría ser de 50 millones, tal y como explicó Mayte Bacete, presidenta de Valencia Silicon Cluster.

Jaime Martorell, comisionado del Perte Chip, asintió cuando se hizo este planteamiento. El Perte Chip, dotado con más de 12.000 millones de euros, tiene que facilitar una convocatoria en la que encajen los planes valencianos. Las conversaciones son constantes y la voluntad de alcanzar el acuerdo por parte del Gobierno de España es patente.

El campus para el que se piden decenas de millones de euros es el marco en el que se puede instalar los nuevos actores que se esperan. «No puede venir todavía una gran fábrica pero sí inversiones muy importantes de parte del proceso de fabricación de los chips«, explican los que están inmersos en las negociaciones.

La secretaria de Estado de Telecomunicaciones, que depende del Ministerio de Transformación Digital, nombró durante su discurso grabado a la compañía Broadcom como uno de los objetivos que tiene actualmente el sector.

En julio del año pasado, el presidente de la compañía estadounidense Broadcom anunció una inversión de 1.000 millones de dólares en España tras una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La empresa californiana Broadcom, -diseñador, desarrollador y proveedor mundial de una amplia gama de productos de software de infraestructuras y semiconductores- decidió invertir en España e “invertir en el ecosistema de semiconductores en España”.

En un contexto de absoluto secretismo en las negociaciones, fuentes conocedoras del proceso explican a Economía Digital: “Va a costar mucho que, después de actos como la presentación de las cátedras en Valencia, la inversión se pudiera ir para el País Vasco o para Cataluña porque en Valencia es donde tenemos las mejores condiciones para conseguir esta inversión”.

«“El campus no surge a medida de un fabricante pero es una base muy adecuada para que un fabricante pueda venir”, explican los que están trabajando en el proyecto y que han estado en contacto con las empresas que quieren invertir en Valencia dentro del sector de chips.

«Cuatro empresas con intención de invertir cada una de ellas cientos de millones de euros han estado en Valencia para conocer las opciones que hay aquí», aseguran desde dentro de la negociación.

Tal y como apuntó Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, que sutílmente apuntó que cuando llegó al cargo ya se habían iniciado los contactos, el interés de las compañías depende de que se den todos los pasos que permitan el desarrollo empresarial de la industria de chips, que tiene un uso muy elevado de conocimiento. De ahí, que Mazón incidiera en la necesidad de abordar la llegada de inversiones de chips desde el concepto de política de estado, es decir, «desmilitirizado de la pugna política».

La petición caló más en Madrid que en Valencia. Esta vocación es inequívoca en el comisionado del Perte Chip y se destila esta postura desde el Ministerio de Transformación Digital. La voluntad de acuerdo también es visible en la postura de Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en Valencia, aunque mientras con una mano tiende al diálogo, con la otra presiona a Mazón para actuar en líneas de financiación para que el campus de chips se lleve a cabo.

En clave valenciana, sólo hay crítica. El sindic del PSPV-PSOE, Jose Muñoz, afirmó que Mazón “no ha dado ni un euro al clúster del microchip”, mientras que el Gobierno de España “está impulsando un sector estratégico para la Comunitat Valenciana con una inversión de más de 23 millones de euros” entre las línea de cátedras chip y las misiones chip que lidera la ministra Diana Morant.

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