Josep Ivars: «Hacen falta políticas más ambiciosas desvinculen la actividad turística del crecimiento inmobiliario»
Josep Ivars, influyente del turismo 2025, asegura que "un destino sostenible ha de definir un modelo territorial-turístico equilibrado y ser eficiente en la gestión de recursos como el agua, el tratamiento de residuos o la reducción de emisiones contaminantes"
Josep Antoni Ivars
Josep Ivars es uno de los 25 influyentes del turismo en la Comunidad Valenciana. Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y Director del Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas (IUIT), desde septiembre de 2023. Doctor en Geografía (2001) con especialización en Turismo, cuenta asimismo con formación como Técnico en Empresas y Actividades Turísticas. Su investigación se centra en la planificación y gestión sostenible de destinos turísticos, con especial atención a la estrategia, la innovación y la sostenibilidad, y ha liderado numerosos proyectos competitivos tanto a nivel nacional como internacional.
Economía Digital realiza entrevistas a los 25 influyentes del turismo en la Comunidad Valenciana para conocer su visión del sector, los riesgos y oportunidades y tomar nota de las aportaciones que los empresarios y directivos más relevantes realizan sobre el turismo.
¿Cuáles son las principales fortalezas del turismo en la Comunidad Valenciana?
El desarrollo del turismo en la Comunidad Valenciana se asienta sobre recursos geoturísticos tradicionales, como el clima y el mar, además de factores no siempre suficientemente valorados como la seguridad, la conectividad aérea, la experiencia de empresas y profesionales del turismo, o la diversidad de nuestros destinos y prácticas turísticas. Todo ello hace de la Comunidad Valenciana un destino atractivo, asequible y con una relación calidad-precio competitiva.
En 2023, la Comunidad Valenciana superó los diez millones de turistas extranjeros y en 2024 se acerca a los doce millones en un contexto internacional difícil pero favorable al Mediterráneo español. Es una coyuntura positiva y buen punto de partida para acometer reformas estructurales necesarias en los destinos valencianos.
¿Qué debilidades tiene que corregir y qué retos tiene por delante?
La oferta turística valenciana ha avanzado de manera considerable en la mejora de la calidad y, progresivamente, en la desestacionalización de la demanda captando segmentos turísticos diferenciados (turismo deportivo, gastronómico, cultural, etc.). No obstante, el desarrollo masivo de la oferta en determinados espacios litorales ha generado un modelo turístico de bajo valor añadido por su carácter estacional, alto consumo de suelo y demanda de infraestructuras y reducido nivel de gasto. Estos destinos deben apostar por la recualificación de los espacios públicos, la mejora de las infraestructuras y la generación de ofertas diferenciadas basadas en recursos territoriales singulares, una premisa aplicable igualmente a los nuevos desarrollos turísticos, que no deberían centrarse exclusivamente en ampliar la capacidad de alojamiento.
Asimismo, la percepción social del turismo está cambiando por diversos motivos. Aunque los problemas de acceso a la vivienda o la gentrificación de barrios tradicionales no son imputables exclusivamente al turismo, tiende a identificarse de manera creciente esta actividad como principal responsable. Por otra parte, sobre todo tras la pandemia, el trabajo en el sector turístico está perdiendo atractivo, un factor que agrava la falta de cualificación de los recursos humanos y dificulta cubrir la demanda empresarial, sobre todo en el periodo estival.
Ante estas dinámicas, los retos están relacionados con un desarrollo turístico más equilibrado donde la planificación y gestión de los destinos marca la diferencia, tanto para garantizar la competitividad turística como para un desarrollo sostenible del turismo en sus tres dimensiones: económica, ambiental y sociocultural.
¿Cómo ve a la Comunidad Valenciana dentro de 25 años?
En un contexto de policrisis (climática, geopolítica, etc.) como el actual resulta complejo aventurar qué pasará dentro de 25 años. No obstante, parece indudable que la actividad turística seguirá siendo relevante para la economía valenciana. Los escenarios de futuro son diversos pero siempre jugará a favor de la Comunidad Valenciana el mantenimiento e, incluso, la mejora de la calidad de vida como región para vivir, trabajar y visitar. La Comunidad Valenciana debe prepararse para el progresivo envejecimiento poblacional, una diversificación económica compatible con la preservación de la naturaleza y una digitalización creciente que está transformando todos los sectores productivos, incluido el turístico.
¿Hacia dónde se deben dirigir las investigaciones universitarias en materia de turismo?
El turismo tiene una elevada presencia en las universidades valencianas, tanto en el plano de la formación como de la investigación. Los temas de investigación presentan gran diversidad porque el turismo se estudia desde diferentes disciplinas (Economía, Geografía, Marketing, Organización de Empresas, Tecnología, etc.). En el ámbito del turismo es fundamental fomentar la colaboración con profesionales y empresas del sector para impulsar la innovación y la co-creación de conocimiento.
Actualmente, destacan líneas como el impacto de la digitalización en el turismo en la competitividad turística, el marketing de los destinos o sus efectos en los perfiles y habilidades profesionales. El estudio sobre el turismo sostenible se amplía de manera creciente en su dimensión social y en relación con la necesidad de mitigar y adaptarse al cambio climático. Por último, como en cualquier ámbito socioeconómico, la inteligencia artificial está despertando un gran interés como herramienta (por ejemplo, para el análisis y la predicción a partir de grandes volúmenes de datos) y como objeto de investigación por su potencial carácter disruptivo.
¿Cuáles son las claves para que un destino sea sostenible?
Ante todo, es apremiante abandonar el uso retórico de la sostenibilidad y establecer un compromiso firme con acciones concretas que vayan más allá del greenwashing. La sostenibilidad requiere una planificación de carácter sistémico que va más allá de lo sectorial y que exige una adecuada coordinación de políticas: Ordenación del Territorio, Infraestructuras, Medio Ambiente, Urbanismo, etc. Un destino sostenible ha de definir un modelo territorial-turístico equilibrado y ser eficiente en la gestión de recursos como el agua, el tratamiento de residuos o la reducción de emisiones contaminantes. Benidorm, reconocido como pionero europeo en turismo inteligente verde (2025 European Green Pioneer of Smart Tourism), es un ejemplo de buenas prácticas de gestión compatibles con un volumen considerable de demanda.
La sostenibilidad no se consigue con la señalización de un sendero ambiental mientras aumenta considerablemente el consumo de suelo para la edificación y se incrementa la presión sobre los recursos naturales. Requiere políticas más ambiciosas que desvinculen la actividad turística del crecimiento inmobiliario, un reto mayúsculo si nos atenemos a planeamientos urbanísticos muchas veces obsoletos, déficit de financiación municipal y una mayor vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático. Se trata de gestionar el crecimiento previsible de la actividad turística con el propósito de contribuir a un mayor bienestar social, auténtica medida del éxito, más allá de los récords estivales de visitantes.