Mazón iguala en votos a Juan Roig para la elección del presidente de la CEV
El presidente de la Generalitat controla los votos de los puertos de Valencia y Alicante y el del aeropuerto de Castellón al permitir Salvador Navarro que se asocien empresas públicas a la CEV

Las elecciones a la presidencia de la CEV arrancan esta semana con la calculadora en la mano. El actual presidente, Salvador Navarro, ya ha realizado alguna visita a patronales sectoriales para medir los respaldos pero será a partir de ahora cuando se empezarán a sacar conclusiones. Conocido el censo, tal y como está desmenuzando Economía Digital, emerge un decisor que no es baladí. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tiene tres votos. Esto es, por ejemplo, el mismo peso que tiene Juan Roig, presidente de Mercadona en la CEV.
El motivo de que Carlos Mazón tenga voto en las elecciones de la patronal autonómica no tiene una razón política sino meramente económica. La CEV recauda cuotas (el importe varía, según algunas fuentes) a lo que se denomina EDAS (Empresas Directamente Asociadas). Éstas tienen derecho a voto (que está limitado estatutariamente al 30% aunque ahora son el 35% de los vocales).
La incorporación de estas cuotas, a priori, proporciona a la patronal una mayor independencia política en la medida de que sus fondos provienen de dinero privado y no de subvenciones. En este camino, Salvador Navarro ha permitido que empresas públicas pasen a ser EDAS, lo que ha supuesto ingresos a la patronal pero no independencia en la medida de que el voto se emitirá desde sus responsables políticos.
Diversas fuentes apuntaron que una de las mayores incongruencias sería que Feria Valencia y Feria Alicante, ahora 100% públicas, tuvieran capacidad de decisión en la CEV. Según el listado de vocales al que ha tenido acceso Economía Digital, ninguna de las dos empresas tiene derecho de voto.
Sin embargo, sí que aparece la Autoridad Portuaria de Valencia y la Autoridad Portuaria de Alicante, cuyas presidencias están elegidas a dedo por el presidente de la Generalitat. Lo mismo ocurre con el Aeropuerto de Castellón, empresa de la Generalitat Valenciana.
Los tentáculos políticos en la CEV por la posibilidad de incorporar empresas públicas han sido también usados tanto por el Ayuntamiento de Valencia de Maria José Catalá y por el Ayuntamiento de Alicante de Luis Barcala, ya que tanto Mercavalencia como Mercalicante aparecen como miembros con derecho a voto en la CEV.
De este modo, el sector público de la CEV es parte del TOP10 de decisores ya que sólo hay nueve asociaciones que tienen más de cinco votos. Este peso ya de por sí justificaría una reunión entre el ‘candidato’ Navarro y el ‘socio de la CEV’ Mazón. Y el clima entre ambos pasa por su peor momento.
La entrevista publicada ayer domingo por el Levante-EMV tiene la virtud de exponer lo que a Salvador Navarro le interesaba decir el martes 16 de septiembre (que es cuando se realizó) y, por tanto, antes de arrancar el proceso electoral y acto seguido plantar a 1.000 empresarios en la Noche de la Economía Valenciana de Cámara de Valencia, lo que propició el reproche de Mazón en abierto y el de decenas de empresarios en el coctel posterior durante su ausencia. Después llegó lo ocurrido el viernes, cuando exponiendo una «indisposición», Navarro evitó verse con Mazón en el marco del diálogo social, que es la foto más propia de un presidente de patronal.
Antes de la concatenación de errores de Navarro hasta la noche del 18 de septiembre, la creencia del actual presidente de la CEV es que sólo había «diferentes opiniones» en el seno de la patronal pero no un rechazo vigoroso capaz de apartarle de la patronal mientras mantenía posicionamientos contrarios a los defendidos por la Generalitat en cuestión de deuda. Cristóbal Aguado, presidente de AVA, ya había advertido que existían discrepancias «en Castellón, en Alicante y también en Valencia»
Con este clima y estos precedentes, y el hecho de que no esté prevista ya en agenda, complica que se vaya a producir una reunión de Navarro para pedirle los votos a Mazón o, de manera alternativa, con las empresas públicas a las cuales les ha cobrado la cuota y ahora podrían querer conocer su proyecto si se mantiene en la CEV.
En sólo una semana, el sentimiento de oposición hacia Salvador Navarro va creciendo entre un grupo nutrido de vocales de las tres provincias y de dispares sectores económicos y Navarro necesita mostrar respaldos nítidos que contrarresten el torrente de voces todavía calladas que aseguran que pueden salir a dar el respaldo a Vicente Lafuente. También es factible un golpe de timón del propio Navarro que facilitara retomar entendimientos.
De momento, aunque se da por hecho el respaldo de Hosbec (con un aumento notable en el censo), la asociación que de forma más clara ha mostrado el apoyo al actual presidente es ATA. Al margen de insinuaciones, el grupo mayoritario en CEV sigue siendo, sin duda, el de todos los votos que están de perfil a la espera de cómo evolucionan los acontecimientos.
El calenadario todavía es largo. Quedan dos semanas para que todas las asociaciones digan qué persona física será titular de cada uno de los votos. Después, aún se abrirán otras dos semanas para que esas personas puedan dar su aval a un candidato.
Es decir, tienen que pasar aún dos semanas para que se pueda hacer oficial realmente a algún candidato y hasta cuatro semanas para que se confirme que algún candidato que se iba a presentar no lo hace si es que se diera cuenta de que no tiene respaldos suficientes.