Vicente Boluda advierte de ataques con drones, minas lapa y ataques en enjambre en el estrecho de Ormuz

Vicente Boluda junto a la presidenta de la APV, Mar Chao
La asociación de navieros españoles (Anave), presidida por Vicente Boluda, ha lanzado una advertencia a los buques mercantes que circulan por el estrecho de Ormuz, una ruta que es utilizada todavía por un importante número de buques con mercancia con destino u origen en España. Los peligros que se detallan van desde los ataques con drones, minas lapa y minas flotantes hasta los ataques en ejambre que realiza la guardia revolucionaria iraní con lanchas rápidas en el estrecho de Ormuz.
El aviso es preventivo y pone de manifiesto el riesgo que tienen las mercancías en una de las rutas tradicionales del comercio marítimo. La advertencia llega después de que el Joint Maritime Information Center (JMIC) y UK Maritime Trade Operations (UKMTO) han elevado el nivel de amenaza para la navegación comercial a “significativo” en las aguas del golfo Pérsico, el golfo de Omán y el estrecho de Ormuz.
El motivo, tal y como remarcan desde Anave, es la «posibilidad de ataques iraníes o de cualquiera de los grupos apoyados por el gobierno de la República». También advierte a los buques frente al uso de tácticas de guerra electrónica, como el bloqueo de GPS y la suplantación de sistemas AIS, especialmente en las proximidades de Bandar Abbas (Irán).
La asociación de navieros españoles recuerda que el estrecho de Ormuz permanece operativo, pese a la resolución del Parlamento iraní el 22 de junio apoyando su cierre. «Aun así, el tráfico de buques mercantes ha descendido notablemente pasando de 147 buques registrados el 9 de junio, a 111 registrados el 15 de junio, lo que evidencia una mayor cautela de los armadores ante el aumento del riesgo geopolítico».
De hecho, tal y como ha informado Economía Digital, CMA CGM y Hapag-Lloyd siguen navegando por Ormuz tras la amenaza de Irán y Cosco, MSC y Maersk guardan silencio. La naviera alemana sí ha reducido sus servicios hacia el puerto de Haifa, en Israel, mientras el resto del top 5 mundial marítimo sigue mudo ante la nueva situación que afecta a la geopolítica mundial.
La situación se asemeja a cuando los navieras empezaron a desviar los buques por el cabo de Buena Esperanza aunque el detonante de aquella decisión fueron los ataques recibidos.
La asociación que preside Vicente Boluda asegura que «hasta el momento no se han registrado ataques directos a buques mercantes». Lejos de transmitir tranquilidad advierte que entre las distintas amenazas que se contemplan están: «ataques con drones y misiles, minas lapa y minas flotantes, ataques en enjambre de lanchas rápidas de la Guardia Revolucionaria iraní, e incautaciones oportunistas de buques».
Mayor riesgo si hay vínculos con Estados Unidos
La amenaza sobre los buques es mayor según la bandera que ondéen. «Los buques con vínculos, reales o supuestos, con EE.UU., Reino Unido, Francia o Israel se consideran especialmente vulnerables», explica desde Anave.
La asociación matiza que existe «un riesgo elevado de errores de identificación», especialmente en zonas de alta densidad de tráfico y visibilidad AIS reducida, como las aguas al norte de Dubái y Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos. El uso intensivo de interferencias electrónicas afecta la capacidad de los buques para transmitir su posición y complica la navegación segura.
Por todo ello, las autoridades recomiendan a los armadores y operadores no desactivar el AIS para reducir el riesgo de colisiones y errores de identificación así como utilizar métodos tradicionales de navegación ante posibles bloqueos de GPS y seguir rutas supervisadas por coaliciones navales.
También se recomienda realizar evaluaciones de riesgo previas al viaje, especialmente respecto a la titularidad y gestión del buque, mantener comunicación constante con los centros de operaciones marítimas internacionales y participar en esquemas de reporte voluntario y preparar planes de contingencia para el bienestar de la tripulación y la respuesta ante emergencias.