Mazón se dispara en las encuestas hasta forzar un empate técnico con la izquierda

El PP se convertiría en la fuerza más votada de la Comunidad Valenciana (30-31 escaños) y tendría opciones de gobernar con el apoyo de Vox y Ciudadanos

El presidente del PPCV, Carlos Mazón, en el congreso del partido Foto: PPCV.

El presidente del PPCV, Carlos Mazón. Foto: PPCV.

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El Partido Popular ha protagonizado un subidón en las encuestas que ya le permite soñar con recuperar la Generalitat de la Comunidad Valenciana. La entrada en escena de Carlos Mazón ha disparado a la formación hasta la primera posición en los sondeos, lo que le serviría para gobernar con el apoyo del resto de la bancada de la derecha, en el mejor de los casos.

Una encuesta de NC Report para La Razón ha situado el tablero de la política valenciana en un empate técnico. La diferencia es tan reducida entre los dos bloques, que el margen de error que ofrece el sondeo permitiría gobernar tanto a una coalición de derechas, integrada por PP, Vox y Ciudadanos, como revalidar el pacto del Botànic (PSOE, Compromís y Unidas Podemos).

En todo caso, los datos sonríen a la derecha que por primera vez cuenta con posibilidades de derrocar a Ximo Puig de la presidencia, a la que accedió en 2012. El sondeo ha ubicado al PP como la primera fuerza política con una intención de voto del 29,3%. Estos apoyos le valdrían para hacerse con un botín de entre 30 y 31 escaños en Les Corts. Son 12 más que en las elecciones de 2019.

En el mejor de los escenarios, el Partido Popular podría conseguir batir la marca de la mayoría absoluta con un apoyo en bloque de la derecha. Para eso, necesitaría cerrar un acuerdo con Vox, que también ha crecido en los sondeos hasta situarse en tercera posición. La formación lograría el 15,9% de las papeletas a favor, lo que supondría una horquilla de entre 15 y 16 diputados.

Para batir a la izquierda, ambas formaciones necesitarían también el apoyo de Ciudadanos. La formación liberal perdería tres cuartas partes de su peso electoral en el parlamento autonómico, pero se convertiría en una llave fundamental con sus 4 diputados. Una posición de poder que ha ido perdiendo en la mayor parte de territorios en los que tenía presencia.

El Gobierno del Botànic, contra las cuerdas en las encuestas

El sondeo ha mostrado también una caída en las expectativas de voto de todos los socios que actualmente integran el Gobierno del Botànic. El tripartito ha sufrido el desgaste después de los dos primeros años de la legislatura, marcados por la crisis económica de la pandemia y los conflictos internos en momentos clave, como la negociación presupuestaria.

El Partido Socialista caería hasta la segunda posición de la tabla. Ximo Puig conseguiría en unas hipotéticas elecciones el 24,1% de los apoyos, lo que representa una décima menos que el resultado que le valió para auparse por segunda vez consecutiva como presidente. La horquilla sería de entre 26 y 27 diputados, uno por debajo de su representación actual.

También perdería fuerza Compromís. La formación de Mónica Oltra cedería 1,7 puntos hasta situarse en una estimación de voto del 15%. El resultado sería un balance de entre 15 y 16 escaños, frente a los 17 que consiguió en las autonómicas de 2019. La caída le mantiene como la cuarta fuerza política.

El desgaste también afectaría al socio minoritario del Gobierno. Unidas Podemos perdería nueve décimas si se convocasen unas nuevas elecciones hasta obtener un resultado de 7,2% de apoyos. Estas papeletas le servirían para hacerse con 7 diputados. Es uno menos que su peso parlamentario actual, aunque le sigue convirtiendo en un actor decisivo en la aritmética de la izquierda.

A pesar de la caída de los tres partidos, el sondeo muestra que en el mejor de los escenarios también conseguirían alcanzar la mayoría absoluta de 50 escaños para revalidar por tercera legislatura su acuerdo a tres bandas. Eso sí, la mayoría sería en este caso mucho menor que en 2019 cuando llegaron a sumar 52 diputados.

En todo caso, los resultados también estarán condicionados por la formación de las alianzas electorales. La cumbre de izquierdas de Valencia ya abrió la puerta a la creación de una nueva alianza que integre a fuerzas como Compromís, Más País, los comunes e incluso Podemos en un «frente común» que podría materializarse ya para las autonómicas y municipales.

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