ASAJA Alicante exige al Gobierno la eliminación del espigón de Guardamar del Segura para proteger la Vega Baja

ASAJA Alicante pide al Gobierno una intervención inmediata para evitar inundaciones y proteger la agricultura de la Vega Baja

Desembocadura del rio Segura en Guardamar

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Alicante ha lanzado un reclamo urgente al Gobierno de España para que intervenga en el espigón construido en Guardamar del Segura, cuya orientación y diseño, según denuncian, genera un efecto “tapón” que compromete la salida natural del río al mar. La organización advierte que esta situación incrementa de manera significativa el riesgo de inundaciones en la comarca de la Vega Baja, con potenciales consecuencias graves para la población, el patrimonio y la agricultura local.

Según ASAJA Alicante, la ubicación y la forma del espigón provocan que los sedimentos transportados por el río se acumulen en la desembocadura, disminuyendo la capacidad de evacuación del Segura ante lluvias torrenciales. Este efecto “tapón” se convierte en un peligro, especialmente en episodios meteorológicos extremos como las DANAs de 2019 y 2024, que dejaron cifras devastadoras de pérdidas en toda la región. La asociación señala que la infraestructura actual podría agravar futuros desbordamientos, afectando a municipios como San Fulgencio, Dolores, Almoradí, Rojales y Guardamar del Segura.

A pesar de que se prevé comenzar en octubre el dragado del tramo final del cauce viejo, lo que permitirá retirar toneladas de lodos acumulados, ASAJA advierte que esta medida no resolverá el problema estructural del espigón, pues su orientación sigue impidiendo el flujo natural del río, aumentando las posibilidades de inundaciones en todo el cauce.

Informes previos ignorados

La organización agraria critica que, a pesar de existir informes técnicos previos, como uno del CEDEX de 1987, que alertaba sobre la barrera que los diques y espigones suponen al tránsito de sedimentos, nadie detuvo la construcción. Según este informe, los diques de encauzamiento en la desembocadura representaban ya una barrera significativa para la corriente sólida longitudinal. Sin embargo, entre 1990 y 1994 se construyó un espigón de casi 500 metros de longitud con una orientación contraria a la del resto de estructuras del litoral mediterráneo español, ignorando los riesgos señalados por los expertos.

José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante, subraya que esta decisión técnica ha tenido efectos directos sobre la seguridad de los agricultores y sus explotaciones. La acumulación de lodos y cañas invasoras en el cauce viejo no solo reduce la capacidad de evacuación de las aguas, sino que también dificulta el riego agrícola, generando pérdidas económicas y afectando la productividad de miles de hectáreas.

Situación crítica del cauce viejo

El cauce viejo del río Segura se encuentra actualmente en un estado preocupante de deterioro, con sedimentos, cañas y residuos que bloquean el flujo natural del agua. Durante la DANA de 2019, el nivel del cauce creció más de un metro debido a la falta de dragado y limpieza, lo que generó inundaciones que afectaron gravemente a la comarca. La acumulación de residuos provenientes de la red de riego, que también actúa como canal de evacuación de riadas, ha empeorado la situación, según advierten desde ASAJA Alicante.

“La inacción política es alarmante”, apunta Andreu, recordando que los episodios recientes en Valencia muestran cómo la falta de intervención en infraestructuras hidráulicas puede causar daños severos y poner en riesgo vidas y cultivos. Para ASAJA, resulta imprescindible una solución definitiva y estructural, que no solo incluya el dragado, sino también la corrección de la curvatura del espigón sur, de manera que facilite la salida natural del río al mar y evite la acumulación de sedimentos en episodios de fuertes lluvias.

La Vega Baja es una de las zonas agrícolas más productivas de España, y los riesgos asociados al espigón afectan directamente a la economía local. Los agricultores viven en un estado constante de incertidumbre, conscientes de que cualquier episodio de lluvias torrenciales puede destruir cultivos, instalaciones y estructuras de riego. ASAJA alerta que, si no se corrige la orientación del espigón, la comarca seguirá expuesta a riesgos innecesarios que podrían haberse evitado con medidas preventivas y planificación adecuada.

Reclamo a las autoridades

ASAJA Alicante insta al Gobierno a que intervenga de inmediato y corrija la orientación del espigón, garantizando así la seguridad de los municipios y de las explotaciones agrícolas. La asociación reclama que se tenga en cuenta no solo la retirada de sedimentos, sino también la adopción de un enfoque integral que considere la morfología del río, los flujos de sedimentos y la protección de los cultivos y la población ante posibles episodios extremos.

Según el presidente de ASAJA, la intervención estructural es la única vía para minimizar riesgos, recuperar la confianza de los agricultores y asegurar la continuidad de la actividad agrícola en la Vega Baja. La organización recuerda que la comarca ha sufrido pérdidas millonarias en anteriores episodios de inundaciones y que la prevención y la planificación son fundamentales para evitar tragedias futuras.

En conclusión, ASAJA Alicante subraya que el espigón de Guardamar del Segura representa un riesgo estructural que requiere acción inmediata. La combinación de acumulación de sedimentos, orientación inadecuada y estado deficiente del cauce viejo convierte a la infraestructura en un factor crítico de peligro para la Vega Baja, cuya corrección se presenta como una prioridad urgente para proteger vidas, bienes y la economía agrícola de la región.

Comenta el artículo
Avatar

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta

Ahora en portada