El pueblo de Valencia baja el precio del alquiler: plan de choque contra los okupas
La localidad valenciana evita cerca de una decena de allanamientos este verano gracias a la colaboración vecinal y a la rápida respuesta policial

Agente de la Policía Local de Bétera. Vicent Bes Pia / Ayuntamiento de Bétera
Bétera, municipio de Valencia, se ha convertido en un caso particular dentro del mercado inmobiliario de la Comunidad Valenciana: mientras el debate público se centra en el encarecimiento del alquiler y el auge de las ocupaciones, el pueblo ha logrado contener los intentos de usurpación de viviendas y abaratar el precio del arrendamiento. Según fuentes municipales este verano se han evitado alrededor de diez ocupaciones, un balance que la corporación atribuye a un plan de choque que combina vigilancia, colaboración ciudadana y actuación policial inmediata.
El Ayuntamiento de Bétera, encabezado por la alcaldesa Elia Verdevío (PP), ha reforzado la coordinación entre vecindario y Policía Local, con protocolos de aviso temprano y despliegue rápido sobre alertas sospechosas. El consistorio resume la filosofía del plan en una idea: “La colaboración ciudadana es clave”.
Al inicio de verano, apresaron a cuatro personas que intentaban okupar una vivienda con todo el arsenal ya preparado, semanas después detuvieron a un varón que ya había cambiado las cerraduras de una vivienda que acababa de okupar.
El resultado, subraya el Ayuntamiento, es un entorno “hostil” para las mafias de la ocupación, que a su vez mejora la percepción de seguridad entre los propietarios y vecinos.
La mayor caída del alquiler en la provincia
El indicador de precio medio de alquiler que publica Idealista confirma el giro de tendencia en Bétera: –7,2% en el último trimestre, la mayor bajada entre los municipios de la provincia de Valencia.
De 12,2 €/m² (pico en marzo) a 11 €/m² en junio, coincidiendo con el refuerzo de la colaboración vecinal y policial.
Aunque la relación causal entre seguridad y precios del alquiler siempre exige prudencia analítica, en Bétera ambos fenómenos han ido de la mano en el tiempo: la disuasión de intentos de ocupación ha reducido la tensión entre oferta y demanda y ha devuelto confianza a los propietarios reticentes a sacar vivienda al mercado por miedo al inquiokupa.
Bétera acoge dos grandes desarrollos residenciales que explican parte del atractivo del municipio: Mas Camarena, urbanización consolidada con zona comercial, hospital y colegio privado, tradicionalmente vinculada a residencias de alto nivel.
Y Torre en Conill, expansión más reciente entre el casco urbano y Mas Camarena, junto al campo de golf Escorpión, donde brota la oferta más nueva de chalés de alto standing y parcelas para unifamiliares. Agentes del sector la describen como “la nueva joya del lujo en Valencia”.
La mejora de la seguridad residencial y la rápida respuesta policial resultan determinantes en enclaves de este perfil, donde la calidad percibida del entorno es un factor crítico en la decisión de alquiler o compra.
Señal de confianza al reaparecer la oferta que estaba “en pausa” por miedo a la okupación, el mercado gana profundidad y se modera el precio.
Bétera proyecta una imagen de municipio seguro, capaz de contener allanamientos y proteger el parque residencial.
El binomio alerta vecinal–respuesta policial, unido a la coordinación institucional y aprendizaje de otras ciudades, ofrece un protocolo operativo que podría escalarse a otras localidades con problemáticas similares.
Próximos pasos
El Ayuntamiento planea mantener el pulso del plan con vigilancia continuada, canales ágiles de aviso ciudadano y seguimiento de indicadores (incidencias, tiempos de respuesta, evolución del precio y oferta publicada), con el objetivo de consolidar el descenso de la presión okupa y estabilizar el mercado del alquiler.
Bétera ha logrado romper la dinámica más habitual del mercado, okupaciones al alza y alquileres tensionados, con un plan de choque operativo que desactiva intentos, mejora la seguridad y provoca una caída del 7,2% en el precio del alquiler trimestral. Un caso a observar en la provincia de Valencia por su combinación de medidas concretas y resultados medibles.