¿Qué pasa con la vuelta a las aulas?

La incertidumbre se cierne sobre los centros educativos, los alumnos y las familias, pese al plan de contingencia de la Conselleria de Educación de Marzà

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Justo hoy queda un mes para el 7 de septiembre, fecha en que colegios, institutos y universidades reabrirán sus puertas tras medio año cerrados. La Conselleria de Educación dirigida por Vicent Marzà emitió la semana pasada un plan de contingencia que no ha servido para que la incertidumbre deje de cernirse sobre centros educativos, alumnos y familias.

Será una «vuelta al cole» atípica en la que niños, niñas y adolescentes se encontrarán realidades totalmente opuestas a las que dejaron y en la que más allá del gusto por aprender, primará el miedo por contagiarse. Para que esto no ocurra, el decálogo de Marzà es el siguiente:

1. Como norma general, mantener la distancia de 1,5 metros.

2. No acudir al centro educativo en caso de tener síntomas relacionados con la COVID19.

3. No obligatoriedad de la mascarilla en todos los niveles. Infantil “se libra” y Primaria en algunos casos.

4. Sí que será obligatoria para niveles superiores si se da el caso de que no se puede respetar la distancia de seguridad.

5. No habrá patio. Los centros deberán organizar los descansos.

6. Grupos de máximo 20 personas, con excepciones hasta 25, en Primaria.

7. Limitación de la movilidad de los alumnos. Se moverán de forma escalonada y guiada por los docentes.

8. Extremar la higiene.

9. En el transporte de autobús, asientos fijos durante todo el curso.

10. Restricción de visitas de personal ajeno al centro.

Separación de las mesas en un colegio. EFE.“Afrontamos el próximo curso con cierta resignación porque las circunstancias son las que son y no podemos cambiarlas. Por otra parte, con la intención de hacer el mejor uso posible de los recursos públicos para garantizar la escolarización presencial de la mayoría del alumnado. Intentaremos que las condiciones sean las mejores solo para dar seguridad a las familias”, asegura el director del IES Tirant Lo Blanc de Elche, Darío Martínez.

Los centros educativos se encuentran en el ojo del huracán de esta vuelta a las aulas y Martínez no duda que la opción de la Conselleria de apostar por la educación presencial ha sido la mejor. Eso sí, advierte que “desde el momento en el que se abre el centro, el riesgo cero no existe”.

La responsabilidad recae sobre los hombros de docentes y equipos directivos. De hecho, cataloga como un “verdadero reto” el hecho de mantener escolarizadas a 960 personas. Por ello, hace hincapié en que “el profesorado ha hecho un esfuerzo muy grande y las familias lo han valorado mucho. Esto ha unido mucho a profesores y familias. Eso es muy importante en estos momentos”.

Por su parte, la Conselleria de Educación publicará a partir de las 18 horas de hoy el resultado del proceso telemático de adjudicaciones de plazas vacantes de profesorado para el curso 2020-2021. En total 15.660 vacantes, de las que un total de 6.251 corresponden a maestros de Infantil y Primaria y 9.409 a Secundaria y otros cuerpos.

“EL PLAN SE NEGOCIÓ DE UN DÍA A OTRO”

“Nosotros somos de los que hemos sido críticos con Marzà. Han tardado mucho en hacer el plan de contingencia. Cuando nosotros preguntábamos en el mes de junio que cuándo lo negociaríamos, la respuesta era que estaban trabajando con Sanidad para ultimar algunas cuestiones. Al final, lo negociamos la última semana de julio, cuando los centros ya estaban casi todos cerrados. Se negoció de un día para un otro”, denuncia el coordinador de Acción Sindical de STEPV, Marc Candela.

Entre las exigencias que el sindicato hace a Conselleria, cabe destacar que se le equipe al profesorado con los mejores equipos de protección, “que no sea la mascarilla que caduca en tres o cuatro horas”; que la entrada en septiembre sea escalonada; que se realicen test al profesorado; y que haya toma de temperatura en la entrada a los centros.

Ximo Puig y Vicent Marzà. EFE.Además, STEPV reclama que haya «un protocolo muy claro en el caso de que se detecte algún caso y se actúe rápidamente”. Al respecto, Candela asevera que “si pasa, que esperamos que no, el compromiso de Conselleria es el de reunirse para ver qué se hace”.

En relación, cataloga como “importante” que “a partir del 1 de septiembre la comunidad educativa nos podamos seguir reuniendo para poder seguir dando una respuesta lo más unificada y consensuada posible”.

“HAY UNAS GARANTÍAS SANITARIAS”

El secretario de enseñanza de UGT en la Comunitat Valenciana, Pepe Gil, expresa que “la seguridad al 100% nadie la puede garantizar. Lo que sí que tenemos claro es que hay unas garantías sanitarias con unos planes de contingencia que incluyen lo que se está diciendo desde los profesionales de todo el mundo”.

Lo que Gil no tiene tan claro es si va a haber suficientes recursos económicos para cubrirlo todo. Aún así, si de él dependiera, “si tenemos que poner en la balanza la salud y los medios materiales, yo me inclino por la primera».

Para ello, el sindicato ha pedido a Marzà que los centros tengan jornada continua, puesto que “una reducción de horas supondría menos tiempo de contacto y con ello menos riesgo de contagio”. Asimismo, creen necesario un protocolo especial para los primeros 15 o 20 días de clase que sea muy riguroso con los alumnos.

“SUFICIENTE NO VA A SER NADA”

Así se refiere un representante del sector de la enseñanza privada de CCOO, Javier García, a lo que añade que “nunca hay una garantía del 100%”. Al respecto, señala que a los ámbitos educativos privados los planes de contingencia de Marzà les sirven como modelo para que las empresas de contención de riesgos laborables establezcan sus propias medidas.

Vicent Marzà e Isabel Celaá. EFE.Sobre este, explica que “lo valoramos positivamente, aunque siempre se puede mejorar. Hay una hoja de ruta siempre mejorable, pero lo cierto es que la valoración general de todas las organizaciones es positiva”.

Por otra parte, destaca “la dotación extraordinaria de recursos económicos y de personal tanto para los públicos como para los concertados” que se ha realizado desde la Conselleria de Educación, aunque confiesa que “cuanto más se aporte, mejor”.

ANTE EL FRACASO DE SANIDAD

El presidente de Sanidad de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en la provincia de València, Fernando García, lanza la pelota sobre el tejado de la Conselleria de Sanidad y le exige que asuma una mayor responsabilidad en la vuelta a las aulas.

Al respecto, remarca que “en términos de seguridad, aún falta mucho camino por recorrer. Todo lo que no sea coger la responsabilidad desde Sanidad e incidir en marcar itinerarios seguros, hacer informes técnicos por escrito y dejarlo todo claro sería un fracaso. Si no se da, faltarían medidas de control y estaríamos ante una situación de rebrotes”.

Por ello, cataloga como “fundamentales» dos aspectos. El primero, las pruebas PCR al profesorado, debido a que “desde el punto de vista económico, atajar un posible rebrote aún sería más caro”. El segundo, la presencia de un enfermero o enfermera en cada centro educativo, ya que “tiene que haber alguien que esté pendiente”.

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