Vídeo: Las empresas del Atlas de Andalucía dan un «salto importante» en compromiso social
La segunda edición del informe destaca que el tejido empresarial «ha progresado» en buen gobierno y formación, superando la «fotografía fija» para mostrar una evolución positiva en su gestión ética
La sostenibilidad en Andalucía ha dejado de ser una intención para convertirse en una gestión medida y auditada. Así se desprende de la segunda edición del Atlas de la Empresa Comprometida de Andalucía, presentado en el Espacio CaixaForum de Sevilla.
El proyecto, impulsado por Economía Digital y Mercados21, ha ampliado este año su radiografía a 52 compañías, un 25% más que en la entrega anterior, revelando que la empresa andaluza ha sabido reaccionar a las exigencias regulatorias y sociales con una mejora sustancial en su gobernanza y política de personas.
Durante la presentación de resultados, el director técnico del Atlas, Marcelino Fernández Mallo, subrayó que esta edición ya no es una «fotografía fija» como la del año pasado, sino una imagen en movimiento que permite ver «cómo ha evolucionado el tejido andaluz».
Y la conclusión principal es clara: la empresa andaluza «ha progresado» y presenta «mejores valoraciones» globales, alcanzando el notable en varias categorías.
El fin de la opacidad y el auge de la ética
El cambio más significativo respecto a la edición anterior se encuentra en la categoría de ‘buen gobierno’ Fernández Mallo recordó que el año pasado existía un «déficit clarísimo» en materia de transparencia.
Sin embargo, en 2024 esa carencia se ha corregido de forma contundente. «Ha habido un salto realmente muy importante», aseguró el director técnico, atribuyendo este avance tanto al impacto de la nueva legislación europea como a la asunción voluntaria de responsabilidades por parte de las firmas.
Este compromiso ético se refleja en datos concretos: la adhesión de las empresas andaluzas al Pacto Mundial de la ONU ha subido más de 10 puntos, pasando del 34% al 44%. Para los autores del informe, esto supone una «gran noticia».
Un vuelco en la gestión de personas
El otro gran titular que deja el Atlas es la transformación en la categoría de ‘personas’, donde los indicadores salían mal parados en el pasado. El cumplimiento del umbral de 20 horas de formación anual por empleado, que el año pasado solo alcanzaba el 39% de las empresas, lo cumple ahora casi el 60%.
De igual modo, la inclusión ha dejado de ser una asignatura pendiente para convertirse en una realidad creciente. Si en la primera edición ni siquiera el 40% de las compañías contaba con un 1% de personal con discapacidad, este año la cifra se ha disparado al 60%.
«Es un salto de un 50%», destacó Fernández Mallo, calificando estos resultados como «mejoras ostensibles».
El contexto: realidad frente a política
Aunque el foco de esta edición brilla en lo social y la gobernanza, el acto no eludió el contexto de emergencia climática. Fernández Mallo insistió en que el Atlas no habla de política, sino de «realidades constatadas» por la ciencia. Una realidad marcada, específicamente, por la caída del 52% en la producción de aceite de oliva en 2023 o las 62.000 muertes asociadas al calor en Europa.
En este escenario, y aunque el informe detecta un «estancamiento» en la reducción de emisiones y economía circular, sí valora positivamente que el 77% de las empresas ya cuente con objetivos anuales de reducción de gases de efecto invernadero.
En el evento se hizo además un llamamiento a la responsabilidad corporativa basada en la evidencia científica, recordando las palabras de António Guterres: «Ignorar a la ciencia pone en riesgo vidas, nuestras economías y el futuro de todo el planeta».