La vendimia en el Marco de Jerez (Cádiz) en riesgo por la última ola de calor: un 40% menos de producción
Las ayudas extraordinarias avanzadas por la Consejería de Agricultura tras los daños de primavera han resultado insuficientes, y el reto de mantener la viabilidad de muchas explotaciones es ya urgente

Vista del suelo reseco y cuarteado en el embalse de Guadalteba debido a la falta de lluvias. EFE/ Daniel Pérez
La vendimia del Marco de Jerez (Cádiz) afronta en 2025 una de las campañas más complicadas de su historia reciente marcada por la última ola de calor y el efecto devastador del mildiu.
Las temperaturas extremas han alcanzado picos de hasta 45,8 grados en la zona de Jerez, una cifra insólita que, junto al viento de levante y la ausencia de humedad, ha acelerado la pasificación de la uva y reducido drásticamente la producción.
El sector venía ya arrastrando las consecuencias de un invierno y primavera lluviosos que provocaron la aparición masiva del mildiu, un hongo que afecta la viña en años de alta pluviosidad.
Los viticultores se vieron obligados a implementar hasta ocho tratamientos fitosanitarios, muy por encima de lo habitual (uno o dos en un año normal), lo que incrementó significativamente los costes y, pese a ello, no pudo evitar pérdidas estimadas hasta en un 50% de la cosecha.
El Consejo Regulador del Vino y el Brandy de Jerez estima que la merma total alcanzará entre el 40 y el 50%, cifras que superan los peores presagios previos al inicio de la campaña.
Vendimia: cifras y riesgos para el sector
La disminución de la producción se percibe desde los primeros datos de los lagares, donde el volumen recolectado confirma el consenso sectorial sobre la gravedad de la situación: la vendimia de 2025 será la de menor volumen en la década, por debajo de los 44 millones de kilos de uva producidos, frente a más de 60 millones en años normales.
El sector alerta del potencial efecto sobre el precio de la uva, que, según los primeros acuerdos entre bodegueros y viticultores, ronda el euro por kilo, estabilizando el mercado y evitando un desplome, aunque la preocupación por la sostenibilidad económica persiste.
Paradójicamente, la caída en producción puede evitar el problema de excedentes y mantener el equilibrio entre oferta y demanda. En años anteriores, la superproducción generaba dificultades en la comercialización y presión a la baja sobre los precios.
Sin embargo, la secuencia de primaveras lluviosas, mildiu y olas de calor no solo complica la recolección, sino que también desafía la viabilidad a medio plazo del viñedo jerezano, que durante años ha sido ejemplo de resiliencia frente a las adversidades climáticas.
ASAJA-Cádiz ha solicitado a la Junta de Andalucía y al Ministerio de Agricultura la habilitación de ayudas específicas para recuperar un sector que mira con incertidumbre los próximos años.
Las ayudas extraordinarias avanzadas por la Consejería de Agricultura tras los daños de primavera han resultado insuficientes, y el reto de mantener la viabilidad de muchas explotaciones es ya urgente.