Airbus alcanza una «relativa tranquilidad» en su modelo deficitario A400M tras diversificar los usos
La compañía, que ensambla ese modelo en Sevilla, prevé que empiece a ser rentable a partir de 2026 y ha asegurado la carga de trabajo hasta 2030 con los últimos encargos

Avión alemán del modelo A400M durante el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París-Le Bourget. Imagen: Airbus
Airbus ha logrado estabilizar el programa del A400M, su avión de transporte militar ensamblado en Sevilla, gracias a una estrategia de diversificación de usos que ha reactivado el interés de varios países europeos.
Así lo ha puesto de relieve el consejero de Industria de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, al presentar el balance anual del clúster Andalucía Aerospace: «Hemos pasado de una preocupación constante hace año y medio, a una preocupación relativa hace seis meses, y a una tranquilidad relativa actualmente».
El viraje ha sido posible por el encargo de nuevos pedidos, liderados por España y otros países lanzadores, y por la ampliación de capacidades del aparato. «Airbus ha hecho algo muy inteligente: dotar al avión de mayor versatilidad», ha remarcado Paradela.
Entre esas nuevas funciones destacan una versión contra incendios, ensayada en Francia con descargas a baja altitud y alta precisión; la adaptación como nave nodriza para el lanzamiento de enjambres de drones; la modernización del modelo con tecnología antimisiles; o su empleo en misiones espaciales, como plataforma para desplegar satélites.
Estas modificaciones se producen en un contexto geopolítico marcado por el rearme europeo y el aumento de la inversión en defensa. El consejero ha subrayado, en esta línea, que estas circunstancias son «el espaldarazo definitivo» para la continuidad del programa.
«Ahora sí que tiene ya carga de trabajo asegurada por un número adicional de años, y, por tanto, podemos respirar», ha sentenciado.
Necesidad de Airbus en Andalucía
El A400M ha acumulado 130 unidades operativas, de las 178 encargadas desde su entrada en servicio en 2014. Su cartera de 48 aviones aún por entregar, junto con los contratos recientes con la OCCAR (la agencia multinacional que gestiona el programa), garantiza su continuidad industrial.
Según explicaba Airbus en la presentación de resultados de 2024 y recogía este periódico, el modelo será financieramente neutral en 2025 y comenzará a generar beneficios en 2026, tras años de sobrecostes y ajustes.
El avión, ensamblado en la planta sevillana de San Pablo, es clave para el ecosistema aeronáutico andaluz. Así lo ha admitido Antonio Gómez-Guillamón, presidente del clúster Andalucía Aerospace, al afirmar que «hay que luchar para que el A400M siga siendo un éxito comercial y que sigan saliendo aviones de Sevilla durante muchos años».
Impulso espacial
Durante la presentación del informe anual del clúster, celebrada en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Gómez-Guillamón ha revelado que el sector aeroespacial andaluz ha alcanzado en 2024 una facturación récord de 2.914 millones de euros, con un crecimiento del 6,84% respecto al año anterior.
Airbus concentra el 95% de la facturación total cuando se suman todos sus programas, tanto civiles como militares, proviniendo el 66% del área de defensa. Gómez-Guillamón ha defendido que esta dependencia no es problemática: «La diversidad de programas y clientes dentro de Airbus protege a la industria andaluza».
El resto del tejido empresarial ha ganado peso en áreas emergentes. En espacial, la facturación ha crecido un 25%, impulsada por la implantación de la sede de la Agencia Espacial Española en Sevilla. «No hay un efecto directo, pero sí un efecto arrastre: el sector está creciendo y han llegado nuevas empresas», ha explicado el dirigente del clúster y también presidente de la malagueña Aertec.
Destaca además el incremento de la actividad en drones y movilidad aérea avanzada, que ha crecido un 59%. En este ámbito, el centro CEUS de Huelva ha sido un actor esencial. Allí se realizarán los primeros vuelos del nuevo sistema aéreo no tripulado SIRTAP, donde Airbus estrenará las instalaciones a la vuelta del verano.
Llegada de Pilatus Aircraft
La diversificación de programas también se refleja en la llegada de nuevos fabricantes. Pilatus ha comenzado a producir componentes para su jet PC-24 en Sevilla y prevé instalarse en Carmona, donde el Gobierno andaluz ha solucionado recientemente un cuello de botella energético.
El clúster Andalucía Aerospace ha alcanzado este año las 100 empresas asociadas, en un ecosistema que reúne a 148 firmas con actividad significativa. El 30% son grandes empresas, el 46% pymes y el 24% microempresas.
Gómez-Guillamón ha insistido, paralelalmente, en la necesidad de estar preparados para la transformación del sector hacia una aviación más sostenible. La colaboración con iniciativas como Clean Aviation, el desarrollo de combustibles SAF o el futuro uso de hidrógeno verde figuran entre las prioridades.