La gestora británica Covalis Capital irrumpe en Acerinox con un 4,2% del accionariado
El movimiento se ha producido en dos fases a través de instrumentos financieros y coincide con la entrada del equipo directivo en el accionariado

Fachada de la sede de Acerinox en Madrid. Eduardo Parra / Europa Press
La gestora británica Covalis Capital ha irrumpido en el capital de Acerinox al alcanzar una participación del 4,2%, según las notificaciones remitidas en los últimos días a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La operación se ha ejecutado en dos fases diferenciadas, a través de instrumentos financieros derivados.
La primera comunicación se registró el pasado 10 de septiembre, cuando Covalis Capital Partners Master Fund Ltd, domiciliado en las Islas Caimán, notificó un 1,01% del capital mediante un ‘equity swap’, un contrato financiero donde una parte se compromete a pagar los rendimientos de un paquete de acciones y la otra paga a cambio un interés.
Apenas 5 días después, este 15 de septiembre, la sociedad matriz londinense Covalis Capital LLP ha elevado su posición hasta el 3,19%, también a través de derivados, lo que ha situado el peso conjunto en el 4,2% del accionariado de la acerera con su principal factoría ubicada en Los Barrios (Cádiz).
Este desembarco coloca a Covalis entre los principales inversores institucionales de Acerinox, donde conviven accionistas estables de largo plazo con fondos internacionales de perfil más dinámico.
El capital de Acerinox continúa liderado por Corporación Financiera Alba, que posee en torno al 19% y actúa como socio de referencia. Le sigue la Fundació Privada Daniel Bravo Andreu, con un 5,7%, y la sudafricana Industrial Development Corporation, con un 3%.
Cúpula directiva y accionista
La irrupción de la gestora británica coincide con un momento de cambios en el propio accionariado de la compañía, ya que todo el equipo directivo ha pasado a formar parte del capital. A comienzos de septiembre, Acerinox culminó la entrega de 39.533 acciones a 17 altos cargos dentro de su plan de retribución a largo plazo.
Entre los principales receptores destacan el consejero delegado, Bernardo Velázquez, con 9.184 títulos, y Niclas Müller, CEO de VDM Metals, con 7.205. También han recibido paquetes significativos otros directivos como Luis Gimeno, secretario del consejo (3.388 acciones), o Miguel Ferrandis, director general corporativo (3.163).
También en la cúpula ejecutiva, Fernando Gutiérrez, consejero delegado de Acerinox Europa, ha incorporado 2.623 acciones, mientras que Johan Strydom, al frente de Columbus Stainless en Sudáfrica, ha sumado 2.428.
La medida busca alinear los intereses de la cúpula con los de los accionistas, reforzando la implicación de la dirección en una etapa de especialización hacia productos con mayor valor añadido.
Estrategia marcada por las aleaciones
En paralelo a estos movimientos accionariales, Acerinox ha intensificado su apuesta por las aleaciones de alto rendimiento, segmento en el que centra su estrategia de crecimiento. La compañía ha culminado la integración de Haynes International y ha comprometido más de 400 millones de dólares en inversiones en sus plantas americanas, con el objetivo de ampliar capacidad y diversificar la producción.
El grupo ha explicado en las últimas comunicaciones que esta orientación responde a las nuevas exigencias regulatorias en sostenibilidad y a la necesidad de competir con la presión asiática en un contexto internacional marcado por medidas arancelarias.
La entrada de Covalis y del equipo directivo se produce en un contexto financiero en el que Acerinox ha cerrado el primer semestre de 2025 con pérdidas de 18 millones de euros. Esto contrasta con a los 114 millones de beneficio de un año antes, pese a haber incrementado un 10% su facturación, hasta 3.058 millones de euros.
La compañía ha atribuido el resultado negativo al deterioro de créditos fiscales en Europa y a la depreciación del dólar, que han impactado en las cuentas. No obstante, su filial estadounidense North American Stainless (NAS) ha mantenido un desempeño sólido, actuando como motor de compensación en un entorno europeo debilitado.