Emirates y Delta Air Lines dominan los pedidos de Airbus en Cádiz: 21 aviones hasta octubre
Las dos aerolíneas concentran los encargos de los modelos A350 y A330 fabricados en la planta gaditana, mientras Airbus reorganiza su producción y encara retrasos en las entregas
Operario de Airbus trabajando en la línea de producción en El Puerto de Santa María (Cádiz). Javier Sánchez / Europa Press
Emirates y Delta Air Lines han protagonizado la cartera de pedidos de Airbus hasta el mes de octubre. Entre ambas han cerrado 21 encargos de las familias A350 y A330, los modelos de fuselaje ancho cuya producción se concentra en la planta de El Puerto de Santa María (Cádiz).
En concreto, Emirates ha formalizado 11 pedidos del modelo A350, con lo que refuerza su posición como uno de los principales clientes del avión estrella de Airbus. Delta Air Lines, por su parte, ha sumado 3 unidades del A350 y 7 del A330, consolidando una apuesta diversificada por ambas familias.
En conjunto, ambas compañías han acaparado la mayoría de los encargos de los aviones de fuselaje ancho producidos en lo que va de año, muy por delante de otros operadores como Etihad, Japan Airlines o Turkish Airlines.
El ritmo de pedidos de 2025 ha devuelto protagonismo a los programas de largo recorrido, tras varios ejercicios dominados por los modelos de pasillo único. En la lista de encargos del A350, que acumula una treintena de unidades hasta octubre, destacan también los contratos de Air France, Lufthansa y Qatar Airways, pero ninguno se acerca al volumen alcanzado por Emirates.
Para Airbus, la concentración de pedidos en estos dos clientes supone un espaldarazo a la producción que se realiza en Cádiz, donde se ensamblan componentes estructurales clave de ambas familias.
Aceleramiento en Cádiz
La actividad de la planta de El Puerto de Santa María ha ganado relevancia en los últimos meses dentro de la reorganización industrial del grupo. Desde el verano, las instalaciones han ido absorbiendo la carga de trabajo de la antigua factoría de Puerto Real, que está en proceso de reconversión.
Airbus ha confirmado que la línea del A320 ya opera a pleno rendimiento y que la del A380 se está trasladando de forma progresiva, mientras prepara la fusión definitiva de las dos plantas gaditanas para mediados de 2026.
El refuerzo de la planta portuense viene acompañado de nuevas contrataciones. Airbus ha previsto incorporar unos 40 empleados antes de final de año con el objetivo de aumentar el ritmo de producción. La meta es pasar de 60 a 70 aviones mensuales en los modelos A320 y A321, además de duplicar la fabricación del A350 de 7 a 14 unidades. En el caso del A330, la producción se mantiene estable en torno a una aeronave al mes.
Lejos de los objetivos anuales
A pesar de esta evolución comercial, el fabricante europeo ha reconocido dificultades en el cumplimiento de sus objetivos de entrega. Hasta octubre, Airbus ha entregado 585 aviones comerciales a 85 clientes, una cifra que deja al grupo todavía lejos de su meta anual de 820 unidades.
El consejero delegado, Guillaume Faury, en la última presentación de resultados trimestrales, atribuía los retrasos a los problemas de suministro, especialmente en motores, aunque insistía en dicha ocasión en que la compañía mantiene sus previsiones.
El contexto financiero, sin embargo, sigue una senda positiva en los últimos meses. Airbus ha cerrado el primer semestre con un beneficio neto de 1.525 millones de euros, un 85% más que en 2024, y unos ingresos de 29.610 millones.
La mejora de resultados se ha apoyado en la transformación de su división de defensa y espacio, aunque el propio Faury admitía que el entorno operativo continúa siendo «complejo». La prioridad, ha dicho, pasa por estabilizar las cadenas logísticas y reforzar la capacidad de respuesta de los proveedores.
Dificultades del hidrógeno verde
En paralelo a la presión por las entregas, Airbus mantiene activa su hoja de ruta hacia la descarbonización. La compañía ha reconocido recientemente un retraso de entre 5 y 10 años en su transición al hidrógeno verde respecto a las previsiones de 2020. El motivo principal es la falta de infraestructuras y de suministro suficiente, además de la madurez tecnológica de los sistemas.
Aun así, la empresa insiste en que no renuncia a sus objetivos, sino que busca alianzas con fabricantes de pilas de combustible y socios energéticos para acelerar la disponibilidad. Ejemplo de ellos son los casos de empresas como MTU Aero Engines o la austriaca Klinger, con las que Airbus ya trabaja para integrar tecnologías de hidrógeno y combustibles sostenibles.
En paralelo, la compañía ha avanzado que el 50% de su flota ya está habilitada para operar con combustibles sostenibles de aviación (SAF) y que el objetivo es alcanzar el 100% antes de 2030.