Greening recula en su plan estratégico y rebaja a la mitad la facturación prevista para 2026
En el primer semestre del año, la compañía ha continuado su senda de crecimiento, aunque a una velocidad inferior a la marcada en su plan estratégico lanzado en 2024
Ignacio Salcedo, CEO de Greening, durante la presentación de resultados del primer trimestre de 2025. Imagen: Greening
Greening Group ha rebajado de forma significativa las metas que se había fijado para 2026. Según la nueva guía incluida en su presentación de resultados del primer semestre de 2025, la empresa prevé cerrar dentro de un año y medio con una facturación situada entre 185 y 200 millones de euros y un ebitda de entre 18 y 21 millones.
Las cifras suponen una reducción de alrededor del 50% frente a los objetivos recogidos en el plan estratégico 2024-2026, presentado hace poco más de un año, que preveía unos ingresos de 420 millones y un ebitda de 70 millones.
El contraste entre ambas hojas de ruta es significativo. En su programa de 2024, Greening había proyectado un fuerte salto en volumen y rentabilidad, después de haber cerrado 2023 con una facturación de 100,6 millones y un ebitda de 10,2 millones, el triple que el ejercicio anterior. A partir de esa base, la empresa aspiraba a triplicar su negocio en 2025 hasta 310 millones de euros y multiplicarlo por más de cuatro en 2026, alcanzando 420 millones de euros de ingresos.
El plan 2024-2026 se presentó como una evolución al alza de los objetivos anteriores, tras superar ampliamente las previsiones del ejercicio 2023. El entonces nuevo marco estratégico se apoyaba en tres pilares: la expansión internacional, la diversificación tecnológica y la rotación de activos para generar valor y liquidez.
Bajo esa hoja de ruta, Greening confiaba en consolidarse como una plataforma renovable ‘end to end’, capaz de generar, construir y comercializar energía renovable con recursos propios.
La compañía había destacado que su crecimiento se basaba en un modelo diferenciado frente a otras cotizadas españolas del sector. Contaba con presencia operativa en 6 países (España, Italia, Alemania, Francia, México y Estados Unidos) y atribuía a su diversificación internacional más del 80 % de su negocio.
El ‘Proyecto Escipión’ se desinfla
Ignacio Salcedo, presidente y consejero delegado, defendía entonces que «contar con una mayor cartera de proyectos antes de lo previsto permite aumentar la capacidad de generación y, al mismo tiempo, disponer de más activos para la rotación», una estrategia que, según el ejecutivo, facilitaba «una alta generación de valor».
El plan, bautizado como ‘Proyecto Escipión’, contemplaba además un crecimiento acelerado en capacidad de generación. La meta era alcanzar 800 MW en 2026, frente a los 500 MW fijados en el plan anterior, con una rotación de activos de hasta 450 MW en operación o construcción.
Sin embargo, la nueva guía publicada este otoño refleja un escenario mucho más prudente. La compañía ha reducido prácticamente a la mitad sus previsiones de facturación y ha recortado su objetivo de ebitda a una cuarta parte del inicialmente anunciado. Aunque el documento no detalla las razones del ajuste, el tono general sugiere un cambio de ritmo tras un periodo de expansión intensa.
En sus materiales más recientes, Greening ha puesto el foco en la mejora de la eficiencia operativa, la consolidación del modelo IPP (productor independiente de energía) y la estabilidad financiera, en lugar de la expansión acelerada que definía el plan de 2024.
Crecimiento sostenido en 2025
La prudencia también se observa en las previsiones para 2025, que han pasado a situar la facturación esperada entre 140 y 150 millones de euros, muy por debajo de los 310 millones del plan anterior, y un ebitda de entre 10 y 13 millones. De este modo, el grupo reconoce implícitamente que su ritmo de expansión será más gradual de lo inicialmente previsto.
Los resultados semestrales de 2025 confirman esa evolución más contenida. En los seis primeros meses del año, Greening ha registrado unos ingresos consolidados de 80,9 millones de euros, un 32% más que en el mismo periodo de 2024, y un ebitda de 7,6 millones, lo que representa un incremento del 43%.
El beneficio antes de impuestos se ha elevado hasta 2,7 millones, un 74% más, mientras que el resultado neto ha sido de 900.000 euros debido a un mayor gasto fiscal.
En el plano operativo, la compañía ha consolidado 255 MW en funcionamiento o construcción y un portafolio total de 9 GW, con presencia destacada en España, Italia y Estados Unidos. El negocio internacional representa ya el 68% del total.
Entre los hitos recientes figuran una alianza con Atlantica Sustainable Infrastructure para el codesarrollo de proyectos fotovoltaicos y de almacenamiento por cerca de 1 GW en EE. UU., y la entrada en el negocio del reciclaje de paneles fotovoltaicos junto a Tradebe Environmental Services.