Renault y Chery disparan a 100.000 los coches transportados por el Puerto de Málaga en 2025
La instalación ha aprovechado el flujo comercial con Turquía, Marruecos y China y ha consolidado un ejercicio de récord impulsado por la crisis del Mar Rojo
Coches transportados a través del Puerto de Málaga. Imagen: Autoridad Portuaria de Málaga
El Puerto de Málaga ha superado ampliamente la barrera de los 100.000 vehículos importados en este 2025 gracias al impulso comercial de Renault y de las marcas chinas del Grupo Chery. La instalación ha logrado captar este volumen masivo de automóviles procedentes de Marruecos, Turquía y China, rompiendo su techo logístico en un sector donde históricamente jugaba con desventaja.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, así lo ha hecho saber a Economía Digital, confirmando que la actividad de estos dos gigantes de la automoción ha sido el motor principal de este crecimiento exponencial: «Estamos creciendo mucho, pero especialmente en vehículos de importación».
Este hito ha cobrado una relevancia especial dadas las características intrínsecas de la capital de la Costa del Sol. A diferencia de otros grandes nodos como Valencia o Vigo, Málaga no cuenta con una fábrica de ensamblaje de vehículos en su territorio, lo que complica la rentabilidad de las escalas.
Esta circunstancia ha obligado al puerto a gestionar la dificultad de los buques ‘car carrier’. Estos barcos, diseñados específicamente para el transporte rodado y diferentes a los portacontenedores, operan bajo una lógica de eficiencia que suele penalizar a los puertos que solo ofrecen carga de entrada y no de salida.
Al no existir producción local para exportar, los buques llegan cargados de vehículos de importación, pero deben marcharse vacíos. Sin embargo, el dinamismo importador de Renault y Chery ha logrado neutralizar esta barrera logística y rentabilizar la ruta.
La firma francesa ha intensificado su entrada de vehículos fabricados en sus plantas de Marruecos y Turquía, utilizando Málaga como puerta de entrada peninsular. Por su parte, el grupo Chery ha irrumpido con fuerza desde China, aprovechando la conexión marítima para introducir sus modelos.
Contexto industrial
En el plano industrial, el protagonismo de Renault en las importaciones malagueñas ha guardado coherencia con la fuerte presencia de la marca en el sur de España. La compañía, que ha apostado por la hibridación y se ha aliado con la china Geely, ha mantenido en Sevilla su factoría de referencia mundial de cajas de cambio a través de la empresa Horse.
Esta planta sevillana ha sido fundamental para que Renault haya podido sortear la caída de exportaciones del sector, produciendo el 80% de las cajas de velocidad de la empresa a nivel mundial.
A este músculo industrial se suma la nueva ofensiva de la compañía en el segmento eléctrico a través de su filial Ampere. Renault acaba de sellar una alianza estratégica con Ford para fabricar dos nuevos modelos de la firma estadounidense en sus plantas del norte de Francia a partir de 2028.
Este movimiento no solo busca reducir costes y rentabilizar la tecnología europea frente al empuje asiático, sino que refuerza el papel de Renault como fabricante vertebrador en el continente, complementando la actividad de centros tradicionales como el de Sevilla y asegurando el flujo comercial a largo plazo frente a la competencia asiática.
El impacto de la geopolítica y MSC
Este repunte en el sector del automóvil no ha sido un hecho aislado, sino que se ha enmarcado en una transformación logística significativa en el Puerto de Málaga a lo largo de 2025. En este sentido, el enclave ha sabido capitalizar la inestabilidad geopolítica mundial.
La crisis del Golfo y los problemas en el Mar Rojo han obligado a grandes operadores a rediseñar sus rutas y bordear el continente africano a través del Cabo de Buena Esperanza. Esta coyuntura ha beneficiado directamente a la instalación malagueña por su ubicación estratégica en la entrada del Mediterráneo. «La crisis del Golfo nos está beneficiando, porque ha provocado desvíos de tráfico», ha reconocido Rubio.
Detrás de este volumen global ha destacado también la figura de la naviera MSC. El Puerto de Málaga ha captado tráficos clave de esta compañía, que ha buscado alternativas ante los movimientos de sus competidores, como la alianza ‘Gemini Cooperation’ entre Maersk y Hapag-Lloyd.
Además, la estrategia de precios ha jugado a favor de los intereses españoles. MSC ha aplicado incrementos tarifarios más agresivos en Marruecos (35,5%), territorio rival en cuanto a movimientos marítimos, que en los puertos españoles (18,5%), lo que ha otorgado a Málaga una ventaja competitiva frente al norte de África.