Unicaja encalla en la unificación de los planes de pensiones: a la espera de una propuesta sindical
La unificación de los planes de pensiones afecta al 100% de la plantilla y se suma a debates sobre el número de pagas, el plan de carrera y las aportaciones de Liberbank

Isidro Rubiales, CEO de Unicaja, durante la firma del acuerdo con la Confederación de Empresarios de Andalucía. Imagen: CEA
Unicaja ha atascado la negociación con los sindicatos en el proceso de unificación de los planes de pensiones que afectan a toda su plantilla. Tras meses de conversaciones, la entidad no ha presentado avances sustanciales y ha trasladado a los sindicatos que espera una propuesta por su parte.
Cesica, uno de los sindicatos mayoritarios, ha defendido que el diseño de las condiciones técnicas corresponde a la empresa y ha denunciado que la estrategia de la dirección responde a un «inmovilismo» que alarga deliberadamente el proceso.
El conflicto se ha concentrado en el fondo de pensiones, un elemento que repercute tanto en los trabajadores activos como en los jubilados y beneficiarios que mantienen derechos adquiridos.
La integración es obligada porque en Unicaja conviven todavía los planes de origen de cada caja absorbida: desde Caja España o Caja Duero hasta Liberbank, que aportó las cajas de Asturias, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha. La transición exige que todos los partícipes pasen al plan único de Unicaja, sin perder derechos ni condiciones más ventajosas.
Las fuentes sindicales consultadas por Economía Digital han explicado que la discrepancia radica en la gobernanza y en las comisiones de gestión. En algunos de los planes de origen, las comisiones han sido inferiores y la mayoría de las decisiones han recaído en los propios partícipes, es decir, en los empleados.
La propuesta actual de la empresa, en cambio, supone un retroceso en ambos aspectos, al concentrar más poder de decisión en la dirección y encarecer la gestión. Cesica ha insistido en que no se trata de reclamar mejoras hipotéticas, sino de consolidar beneficios que ya existen en determinados fondos.
14 pagas y ofertas individuales
El proceso de unificación, además, se ha vinculado a otros asuntos en discusión, como el esquema de retribución en 14 pagas. Actualmente, los empleados del grupo perciben sus salarios bajo fórmulas distintas según la caja de procedencia: en 12, 14, 18 o incluso 23 pagos.
Unicaja ha defendido la homogeneización bajo el segundo modelo, pero la mayoría de los sindicatos sospechan que la medida esconde la eliminación de complementos de convenio colectivo y mejoras específicas. La organización laboral teme que, en el futuro, estos conceptos desaparezcan al diluirse en el sueldo mensual.
Las fuentes consultadas han explicado que esta cuestión también afecta al acceso de los empleados a anticipos de nómina y a otros beneficios asociados al esquema de pagos. Cesica ha señalado que aceptar la propuesta de Unicaja equivaldría a reescribir el convenio colectivo por la vía de los hechos, sin una negociación adecuada y sin garantías sobre su impacto a largo plazo. La representación de los trabajadores ha rechazado, por ello, la posibilidad de convertirlo en acuerdo colectivo.
La empresa, sin embargo, ha comunicado que, de no lograrse un consenso, ofrecerá la propuesta de manera individual a cada empleado. Esta posición ha incrementado la tensión en la mesa, donde los sindicatos han coincidido en que no puede aceptarse una modificación que afecta a la totalidad de la plantilla sin acuerdo colectivo.
Aportaciones de Liberbank y plan de carrera
Más allá de las pensiones y de los pagos, los sindicatos han subrayado la falta de avances en otros asuntos clave. En la última reunión, la empresa ha rechazado negociar un plan de desarrollo profesional, pese a que este punto ya está judicializado por la Audiencia Nacional tras la demanda presentada por Cesica.
El malestar también se ha alimentado de los conflictos heredados de Liberbank. Hace unos meses, CSIF denunció ante Inspección de Trabajo la falta de aportaciones al plan de pensiones de unos 2.500 empleados procedentes de la entidad asturiana, con un importe pendiente de 17,5 millones de euros.
La compañía ofreció abonar la mitad de manera individual y reducir las condiciones de rentabilidad exigidas, pero la propuesta fue rechazada por considerarse insuficiente, por lo que el litigio sigue abierto.
En este escenario, la estrategia de la dirección ha sido interpretada por los sindicatos como una maniobra dilatoria. El banco asegura que estudia las propuestas y que dará respuesta «en el futuro», mientras el tiempo transcurre sin acuerdos tangibles.
La correlación de fuerzas en la mesa es determinante. CCOO cuenta con el 26% de representación, Suma+T con el 24%, Cesica con el 23% y UGT con el 18%. CSIF aporta un 6% y CSI (Corriente Sindical de Izquierda) apenas un 1%. La unidad representativa, en este sentido, se ha convertido en un factor central: «En lo esencial, estamos defendiendo lo mismo».