Naturgy maniobra contra el inminente recorte al gas

Naturgy dice a los analistas que todavía tiene margen para lograr una prórroga en la nueva retribución del gas pese a que la CNMC está a punto de aprobarla

Naturgy y Enagás impulsan un proyecto para hacer gas renovable con paja de arroz. EFE

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La nueva retribución al transporte y distribución de electricidad a partir de 2020 y del gas a partir de 2021 se ha convertido desde el verano en el gran caballo de batalla de las energéticas españolas, especialmente de aquellas que tienen la red de transporte. Tanto es así que Naturgy, la compañía que ha sido más dura con la medida de la CNMC, trata de frenar el recorte que la comisión está a punto de aprobar.

El director de controlling de Naturgy, Jon Ganuza, aseguró a los analistas, en una conferencia después de publicar los resultados de los primeros nueve meses del año, que todavía hay margen para lograr una prórroga en la aprobación del recorte definitivo al gas. El argumento que adujo fue que como queda más de un año para la entrada en vigor, hay tiempo, pero lo cierto es que están a punto de salir de la cocina.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia aprobó en julio los borradores, a los que las empresas presentaron alegaciones, y ahora se encuentra en fase de aprobar las circulares últimas para remitirlas al Ministerio de Economía y al Consejo de Estado.

El organismo regulador del sector que preside José María Marín Quemada ha aprobado ya algunas circulares que no hacen referencia al precio y las que afectan a las eléctricas, la más afectada de las cuales es REE. Pero faltan las que marcan lo que las gasísticas cobran por el transporte y distribución, lo que impacta especialmente en Naturgy y Enagás, y por el almacenamiento, que pone en cuestión algunas instalaciones.

El recorte de la CNMC al gas, a punto

Fuentes del sector explican a Economía Digital que la aprobación de las circulares pendientes, que podrían restar hasta un 20% de la retribución a las gasísticas, está prevista en los próximos días, probablemente la primera semana de noviembre. Por lo tanto, el margen de maniobra es escaso, más teniendo en cuenta que con parte de las circulares aprobadas, sería extraño que de golpe, la CNMC parara a la mitad y no enviara al Consejo de Estado las que quedan.

Donde sí tienen margen Naturgy y Enagás, o eso están intentando, es en el Consejo de Estado. Ambas compañías —no son las únicas pero sí las más importantes— han solicitado personarse en dicho organismo, que tiene que dar el visto bueno a las circulares, como parte afectada, y el Consejo de Estado ha dado el visto bueno a su participación.

La discusión en el Consejo de Estado no es ya el fondo de la cuestión, si el recorte de la retribución es justo o correcto, sino de forma. Es decir, de procedimiento, que las medidas tengan una base de cálculo sólida y que no dejen ninguna brecha legal. De lo contrario, las empresas pueden plantar batalla.

Francisco Reynés, presidente de Naturgy, ya dijo que daría guerra allá donde fuera necesario y a todos los niveles. Cortó inversiones, mandó la plantilla de Nedgia, su filial de redes, a casa, y aseguró que no descartaba tomar la vía judicial. También lo estudian los fondos socios de Naturgy —GIP y CVC— y de Nedgia —CPPIB y Allianz—, que en verano se reunieron con la CNMC para pedir explicaciones por los recortes.

Naturgy presentó este miércoles sus resultados hasta septiembre, cuando ganó 901 millones de euros. La energética de origen catalán logró disparar un 10% su ebitda, hasta los 3.290 millones, gracias al recorte de provisiones y de gastos. La antigua Gas Natural redujo sus inversiones pero se focalizó en renovables.

Xavier Alegret

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