Nissan prejubilará a 100 personas por la baja producción

El fabricante Nissan estima que sobran 100 trabajadores en la planta de Barcelona. También propone un plan de bajas incentivadas

Factoría de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. EFE

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Con el adiós del Pulsar, Nissan cree que le sobran 100 trabajadores en Barcelona. La planta de la Zona Franca dejó de fabricar el vehículo el pasado martes y la poca actividad ya afecta a la instalación. Por ello, la cúpula de la empresa diseñó dos planes de para paliar el exceso de personal: prejubilaciones y bajas incentivadas.

En las negociaciones para la renovación del convenio colectivo, la dirección presentó dos proyectos a los sindicatos “para gestionar el excedente de plantilla a consecuencia del fin del ciclo de vida del Pulsar”.

La primera es un plan de prejubilaciones enfocada a empleados con 57 y 58 años cumplidos en el ejercicio fiscal 2018, iniciado en marzo. La segunda es un proyecto de bajas incentivadas para los trabajadores con una antigüedad superior a seis años.

En marzo Nissan ya realizó 50 prejubilaciones para trabajadores de 59 años

No es la primera vez que Nissan recurre a estas salidas. Según explican fuentes internas a Economía Digital, la compañía ya aprobó en marzo 50 prejubilaciones para trabajadores que rondan los 59 años de edad. No se trató de una negociación colectiva aprobada con el comité de empresa, sino que se analizó de forma individualizada con cada uno de los afectados.

El camino ya era esperado dentro de la fábrica catalana. Con una plantilla envejecida, a comienzos de año los cálculos eran que al menos 300 trabajadores superaban los 56 años. Una vía que permite asumir los recortes realizados sin tener que recurrir a un expediente de regulación de empleo (ERE).

El adiós del Nissan Pulsar

Las bajas responden al fin de la producción del Pulsar, que significó unas 20.000 de las 89.000 unidades producidas en el ejercicio 2017 en la planta catalana. La empresa justificó el adiós por «el cambio en la demanda de los clientes europeos y una nueva tendencia hacia los vehículos eléctricos y crossover».

La asignación del vehículo ya llegó rodeada de polémica. Comenzó a fabricarse en 2014, pero su penetración en el mercado fue pobre. La causa del poco éxito fue que su coste de producción era demasiado alto. El modelo sufría una ironía perversa. El hecho de que saliera caro influía en que no tuviera éxito comercial, lo que hacía caer la producción. A su vez, la caída de la producción encarecía los costes y repercutía negativamente en las ventas. La pescadilla que se muerde la cola.

 

Carles Huguet

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp