CEOE evalúa el impacto de la guerra de Ucrania y las sanciones: baraja pedir compensaciones

La patronal va a hacer un seguimiento de las sanciones y el impacto de la guerra en Ucrania, se coordinará con el Gobierno para tratar de mitigar los efectos y estudiará pedir compensaciones por los efectos en las empresas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en el congreso de ATA / EFE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en el congreso de ATA / EFE

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La invasión militar perpretada por la Federación Rusa en Ucrania la despertado todas las alarmas en Europa por las posibles perturbaciones económicas, por lo que la UE ya diseña un paquete de medidas para mitigar el posible impacto en el tejido productivo y las familias, al tiempo que en España el Gobierno y CEOE evalúan el impacto y las consecuencias de las históricas sanciones de Bruselas a la Unión Europea para dilucidar medidas y posibles compensaciones.

«Sin duda» el conflicto provocará consecuencias económicas tanto en España como en toda la Unión Europea, sobre todo en materia energética, admitió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su declaración institucional en La Moncloa el pasado jueves tras la entrada militar de Rusia en Ucrania, condenada tanto por España, como por la Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN.

La preocupación en el seno del Gobierno ha ido ‘in crescendo’ a tenor de los últimos acontecimientos, si bien insisten desde Moncloa en que todo dependerá de la evolución del conflicto y lo que pueda durar en el tiempo la tensión, además de las sanciones históricas que imponga la UE y las consecuencias que puedan desencadenarse.

Y no es para menos ante las consecuencias que ya está teniendo en el alza del petróleo y las previsiones de aumento del gas y, por ende, de la electricidad, con el consecuente impacto en la inflación ya de por sí alta, las exportaciones, el consumo y, a renglón seguido, el crecimiento y el empleo. En total, 8.758 empresas españolas exportaron el año pasado a Rusia y/o Ucrania por un valor de 2.895,04 millones de euros, según los datos de comercio exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Conocedores de todo ello, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en boca de su presidente, Antonio Garamendi, ya ha pedido al Gobierno «proteger a las empresas» afectadas por los efectos de la invasión rusa a Ucrania y apunta directamente al campo energético, ante la elevada dependencia energética de España, lo que resta competitividad.

Evaluación del impacto: a la espera de las sanciones y la evolución del conflicto

Fuentes de la patronal confirman a Economía Digital que, entre otros, el área de Internacional de la organización hará un seguimiento estrecho sobre la evolución de los acontecimientos y las perturbaciones económicas que se desencadenen a raíz del conflicto con miras a poder calibrar y cuantificar el impacto y la incidencia sobre las empresas españolas.

No obstante, ante la inconcreción de la situación actual, en CEOE se muestran cautos y abogan por ser precavidos y esperar al alcance de las sanciones que tanto la Unión Europea, como Estados Unidos o Reino Unido están imponiendo a Rusia para poder hacer una evaluación de su posible repercusión en las empresas españolas.

La idea es que la Comisión de Relaciones Internacionales, que tiene como objetivo principal la defensa de los interese del sector empresarial español en el ámbito de la internacionalización, tanto en materia de exportaciones, de inversiones como de cooperación al desarrollo, se encargue de elaborar un mapa completo sobre las sanciones y medidas de la UE para analizar a posteriori posibles compensaciones.

Estrecha coordinación con la patronal europea y con el Gobierno

Todo ello se hará desde una estrecha coordinación con el resto de organizaciones empresariales de la UE, a través de la patronal europea Business Europe, de la que es miembro y desempeña una vicepresidencia CEOE, una vez que el la representación empresarial europea en su conjunto ha condenado el ataque.

La patronal europea señaló en un comunicado que entiende que la UE tenga que adoptar sanciones económicas adicionales en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, pero para garantizar su efectividad pide una «estrecha coordinación» entre los principales países socios, con especial mención a Estados Unidos. 

«Son las empresas las que sufrirán el impacto de estas sanciones económicas, incluyendo las compañías que comercian y operan en Rusia (…), es de esperar la máxima claridad y transparencia en relación a las sanciones económicas que se adopten», añadió la patronal europea, que hizo un llamamiento a las autoridades europeas y a los estados miembros de la UE para que defiendan a los ciudadanos y empresas de la UE en Ucrania, Rusia y Bielorrusia

Desde CEOE también remarcan la relevancia de esa estrecha coordinación con el Gobierno español, con el que se han puesto a su disposición para tratar de adoptar medidas que mitiguen el impacto en las empresas, sobre todo teniendo en cuenta la coyuntura de plena salida de la pandemia, con factores de riesgo candentes como la inflación, la crisis energética y de suministros.

Y esa coordinación ya ha comenzado, ya que este mismo viernes la Secretaría de Estado de Comercio, a través de la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, mantuvo reuniones con empresas españolas y asociaciones exportadoras afectadas por el conflicto entre Ucrania y Rusia, en la que han participado más de 300 asistentes.

La idea es reforzar la comunicación con las empresas que pueden verse afectadas por posibles fricciones comerciales que se puedan producir tras el inicio del conflicto bélico en esta región y poner a disposición de las empresas afectadas medidas y mecanismos que mitiguen las perturbaciones.

Posibles compensaciones: a la espera de las sanciones de la UE

De cualquier forma, tanto la patronal europea como la española (CEOE) seguirán muy de cerca el impacto en el tejido productivo y calibrarán la necesidad de solicitar posibles compensaciones, cuya cuantía variará sobre todo en función de la magnitud de las históricas sanciones que ya ha adoptado la UE contra Rusia y el resto que ultima, a las que se suman las de Estados Unidos o Reino Unido.

La Comisión ya ha adoptado dos paquetes de sanciones históricas contra Rusia por el ataque «injustificado» a Ucrania, que pasan por la prohibición de la entrada a territorio comunitario de una serie de altos cargos europeos o el veto a bancos rusos por el respaldo financiero a la operación, pero están por imponerse «más sanciones históricas».

Los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron en la noche del jueves otro paquete de sanciones a Rusia que complementa las aprobadas el martes. Se amplía el listado de sanciones individuales y se expanden las sectoriales, con medidas restrictivas que reducirán aún más la capacidad de financiación de instituciones públicas y privadas rusas, limitando los movimientos, transacciones y depósitos y estableciendo un férreo control de las exportaciones, en particular de material de doble uso y tecnológico.

El segundo paquete de sanciones del bloque afectará al 70 % del mercado bancario y las principales empresas estatales de Rusia, entre ellas las del sector de la defensa; limita el acceso de Moscú a los mercados financieros, por lo que aumentarán los costes de los préstamos de Rusia y elevarán la inflación en el país, al tiempo que se ha aprobado la prohibición a las exportaciones en perjuicio del sector petrolífero al imposibilitar que Rusia mejore sus refinerías. También se prohibirá la venta de todo tipo de aviones y equipos a las compañías aéreas rusas y se limitará el acceso de Rusia a tecnología crucial, como los semiconductores o el ‘software’ de vanguardia, además de restringirse los visados, por lo que los diplomáticos y grupos afines, así como los empresarios, dejarán de tener un acceso privilegiado a la UE

Tras la escalada bélica los mandatarios europeos dieron el viernes un paso de envergadura al incluir en la lista de personas sancionadas al ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, y al mismo presidente ruso, Vladimir Putin, que tendrán sus activos en suelo europeo congelador, aunque podrán viajar a territorio comunitario para mantener la vía del diálogo y los canales de comunicación abierto.

Los sectores que quedarían excluidos del paquete de sanciones son la industria de diamantes belga y los bienes de lujo italianos, que le suponen a Italia unas ganancias en exportaciones a Rusia superiores a los mil millones de euros.Se dilucida una de las mayores posibles sanciones para Rusia, como se ría el cierre del llamado SWIFT, el sistema internacional de pagos que se utiliza para millones de transferencias diarias que realizan las instituciones financieras en más de 200 países, que en su momento contra Irán en 2012 ya ocasionó pérdidas multimillonarias de ingresos.

Relaciones comerciales «muy limitadas» y menor dependencia energética

Con todo, y a la espera de ver cómo evoluciona el conflicto y las posibles perturbaciones económicas, desde la Secretaría de Estado insisten en que, en el caso de Rusia y Ucrania, las relaciones comerciales españolas son «muy limitadas«. Las exportaciones totales a Rusia de productos españoles solo suponen un 0,7% (2.213,3 millones de euros) del valor global de las exportaciones, mientras que en el caso de las exportaciones españolas a Ucrania supone solamente son un 0,2% (681,8 millones de euros) del total.

Según los datos de comercio exterior de bienes y servicios elaborados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y facilitados a Economía Digital, un total de 4.981 empresas españolas exportaron el año pasado a Rusia por un importe de 2.213,26 millones de euros, al tiempo que otras 3.777 compañías nacionales hicieron lo propio a Ucrania, por un importe más de tres veces inferior, de apenas 681,78 millones de euros. En total, 8.758 empresas españolas exportaron el año pasado a Rusia y Ucrania por un valor de 2.895,04 millones de euros

En lo referido al ámbito energético, ya se ha visto perjudicado al dispararse el precio del barril de petróleo a los 100 dólares, con la previsible subida del precio del gas y, por ende, de la electricidad. Sin embargo, tanto el Gobierno como CEOE subrayan que España es menos dependiente del gas de Rusia gracias a Argelia, contando asimismo con la ventaja competitiva que suponen las regasificadoras, por lo que la garantía de suministro a través de los barcos, del gas licuado, en principio está asegurado».

Sin embargo, desde CEOE avisan del perjuicio del alza del gas y del coste de la electricidad, que se sumará al ya de por sí alto volumen de costes, con el consecuente perjuicio para las compañías, especialmente las industriales, como en el caso del País Vasco. En la patronal ponen la lupa también en sectores como la industria del azulejo y otros procesos industriales en los que el gas cobra relevancia, así como en el hecho de que Rusia sea uno de los grandes producotores de aluminio. También ponen la lupa sobre los fertilizantes para el campo y los cereales.

Además, ha hecho hincapié en que como es el caso de la industria del azulejo, también hay otros procesos industriales en los que el gas tiene una gran importancia. De esta manera, ha advertido: «No somos conscientes de lo que influye hoy en día un material como el aluminio y Rusia es uno de los grandes productores, por lo que tendremos problemas. También en los fertilizantes para el campo, los cereales.

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